Un ingeniero me comentó: Esa pasarela no está capacitada para sostener a tanta gente por tantas horas al mismo tiempo, es una bomba de tiempo. Se puede caer en cualquier día.

Son tres niveles en el extremo izquierdo y tres niveles en el extremo derecho, o sea un total de seis niveles donde se concentran cien o más personas por cada nivel, es decir, por lo menos seiscientos seres humanos en total. A estos se suman otro centenar de gente que se agrupa en el medio de la larga estructura de hierro y cemento.

Especialmente cuando llegan los alimentos regulados, la multitud enfurecida hace cola, salta, protesta, insulta a los soldados de la guardia nacional, dicen que hay corrupción porque la cola no avanza, se quejan de que otros se están coleando con complicidad de soldados y funcionarios del SUNDDE; con frecuencia maldicen al gobierno, maldicen a Maduro, y cuando los soldados los regañan entonces ellos dicen que son ciudadanos venezolanos y empiezan a cantar el himno nacional.

Esta es la imagen de la guerra económica, el caos. La crisis humanitaria. No es Haití, no es Somalia, ni es África es Venezuela y el rancho colgante más grande que se haya visto en la Patria del Libertador Simón Bolívar y el comandante Hugo Chávez.

Todo acontece en la pasarela del kilómetro 21 de la carretera panamericana; con intención de entrar al supermercado Central Madeirense del Centro Comercial La Cascada en el Municipio Carrizal del estado Miranda, miles de venezolanos hacen cola durante 6 horas o más sobre esa vieja pasarela que tiembla cuando la gente se agita y empieza a protestar.

No se sabe de quién fue la "brillante idea" de montar al mismo tiempo a tanta gente en una estructura que no fue creada para aguantar tanto peso. Patriotas cooperantes que laboran en ese supermercado dicen que el nuevo gerente de esa sucursal (nombrado hace pocos meses) es el creador de ese circo humano, mandando a la gente a hacer cola sobre la pasarela como exhibición de pobreza o vitrina de la escasez para ser mirada por todo el que pase por la carretera panamericana (millones pasan diariamente).

Se observa el peligro de que la misma se caiga y mate a los que caminan sobre ella así como a los que pasan por debajo. Asimismo la imagen es infrahumana, ofensiva y humillante contra las personas que resisten allí haciendo cola para comprar comida. En las colas se ven madres con niños recien nacidos, ancianos y presuntos bachaqueros. Es trágico. Es la réplica de la todavía existente Torre de David (Confinanzas) en Caracas pero con sus habitantes a la vista del público, incluyendo los que por allí pasan tanto en carro como a pie.

Es raro que en este año electoral, medios opositores como La Patilla o El Nacional no hayan publicado fotos ni videos de ese horrible espectáculo semanal que ofende la dignidad de la Revolución Bolivariana y contradice la promesa del gobierno en cuanto a construir el buen vivir en socialismo.

Por protección a los derechos humanos, solicito al gobierno nacional tomar acciones para resolver este problema de evidente interés social, pues ni gobernación ni alcaldía lo van a solucionar.

Pido que eliminen esas colas excesivas totalmente pero si por ahora no las pueden eliminar porque la guerra económica llegó para quedarse, entonces pido que prohíban hacer colas encima de esa peligrosa pasarela por las razones anteriormente denunciadas.

No habla un "paracaidista" ni denunciante desconocido sino el mismo abogado obrerista y anti patronal que desde la Inspectoría Nacional del Trabajo en 2008-2009 dirigió exitosamente la huelga nacional de trabajadores de Central Madeirense cuando los propietarios les negaron el cesta ticket de alimentación y los obligaban a comer alimentos podridos (mercancía no vendida) en comedores asquerosos dentro de los propios supermercados de CM.