A ganar como sea

Deseo hacer una sugerencia en cuanto al uso de esta expresión por parte del Presidente, y esto porque estoy consciente del uso y abuso con el cual estas expresiones pueden ser utilizadas, cual muletillas para justificar cualquier acción.

Aunque en su discurso hizo una contextualización, creo que no fue suficiente para soportar la expresión; en este sentido, puede ser muy mal interpretada por quienes están esperando cualquier insinuación verbal o no venida desde la presidencia, para forjar cualquier acción descalificadora. Yo la cambiaría quizás por: "A ganar en cualquier circunstancia" "A ganar, a pesar de las circunstancias" o expresiones parecidas.

Aprovecho este punto para insistir, que luego de 15 años de gobierno y faltando unos 50 días para las elecciones al Parlamento Nacional, lo que nos toca es no caer en el juego de caímos porque no sabíamos, ya tenemos que actuar en consonancia con lo que prevén las circunstancias y no dejar para luego lo que podamos hacer ahora, excusa que nos ha acompañado culturalmente a los venezolanos y aun no nos hemos deslastrado; causándonos históricamente resultados de ineficiencia en las tareas que responsablemente debemos cumplir en cada momento. A estas alturas ya conocemos bastante al contendiente por sus acciones y por las acciones de sus similares en otras esferas, cercanas y lejanas. Me atrevo a sugerir que si en este momento nos están atacando entidades claves, es porque nos siguen agarrando desprevenidos.

Si sugiero que ese como sea, socialmente aceptable, se aplique estrictamente desde el gobierno en la distribución de los requerimientos básicos de alimentación e higiene a la población; como sea deben llegar al pueblo, por aire, por tierra, por mar. Al respecto, aun no se corresponde lo que se dice desde el gobierno con los hechos. Los prometidos frecuentes mercados a cielo abierto, si se están haciendo no llega la información de dónde y cuándo. Así como por experiencia vivida a diario, podemos decir que Corpoelec no recurre a experiencias ya vividas en tiempos de Alí Araque, cuando se programó de manera eficiente y exitosa los cortes de energía eléctrica, también decimos que igualmente el Ministerio de Alimentación podría asumir este esquema de funcionamiento, y hacerlo llegar por todos los medios posibles y por supuesto cumplirla. En estos días escuche por Radio Nacional la denuncia de una comunidad, la cual se quedó esperando un Mercado Comunal y no cumplieron.

La gente debe estar lo suficientemente informada y estamos hablando de planificación básica, ¿Podremos hacerlo? ¿Estaremos en capacidad de hacerlo? Entendamos, no podemos tener a la gente de un lado para otro, haciendo una cola para comprar un producto aquí y haciendo otra cola para comprar otro producto allá. El 12 de octubre, día de la resistencia indígena, era lunes y por la cedula me tocaba hacer compra en los mercados del gobierno, sorpresa Mercal no trabajó y en el Bicentenario solo pude adquirir dos productos. Entendamos, no podemos continuar prolongando la situación de escasez, ni la sensación de migaja que está sintiendo la gente, ni seguir dando ocasión para que se juegue con sus necesidades básicas, no nos lo permitamos, así lo justifiquemos con la guerra económica, los bachaqueros y tal y tal, ni mucho menos esperemos ganar la Asamblea para que la situación cambie; será que son magos aquellos que ganen las elecciones.

Los opositores por lo que nos dicen los medios, ya están solicitando prestamos al Fondo Monetario Internacional, tampoco podemos permitirnos esa marcha atrás; ese es un camino ya transitado que nos dejo muchas espinas.

Recordemos, como sea (utilizando los medios socialmente aceptables) la población debe disfrutar del acceso con mínimas limitaciones a los recursos básicos para satisfacer sus necesidades igualmente básicas. Y en adelante embarcar a esa misma población en acciones disciplinadas y por lo tanto serias de producción de esos recursos básicos, para que cualquier baja en el ingreso petrolero no nos agarre tan desarmados y tan dependientes. Es hora de hacerlo, es inaplazable e inexcusable.

El Estado debe traspasarnos a la población realmente organizada parte de la responsabilidad que como colectivo tenemos, al no reclamar participación activa y responsable, al adoptar posiciones de complacencia y facilismo ante el rentismo petrolero que tanto daño nos ha hecho, desde que se inicio su uso como tal, a partir de la segunda década del siglo XX.

*Orientadora

Ruthcueto7@gmail.com



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Ruth Cueto


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