Debo decir que medité la idea, porque también pensé que podía fracasar, puesto que todas las ideas que ha tenido Ortega han ido derecho al basurero

El Robertazo

Debo comenzar por agradecer a Carlos Ortega la idea. Yo tardo en entender, pero una vez que entiendo, me dejo arrebatar por el conocimiento. Y así fue: cansado de ver todas las tardes al inteligente Ortega dar ideas tras ideas y yo seco, seco, me dije: “Aprende, carajito, mira si escuchando a este hombre se te ocurre algo para mejorar tu situación”.

Los primeros días del paro, Ortega, al lado de Fernández, dijo: “Pueblo de Venezuela, para hoy tenemos Trancazo en todas las ciudades principales del país”.

Más adelante dijo el preclaro líder: “Pueblo de Venezuela, para hoy tenemos cacerolazo a nivel nacional. Denle duro a esas cucharas para que suenen bien esas cacerolas. Como no tenemos ideas, vamos a cacerolear”.

Siguió avanzando el inteligente Ortega, a paso de fracasado, pero avanzando, que es lo importante, y dijo: “Pueblo de Venezuela, para el dos de febrero tenemos el fírmazo.”.

Y fue allí cuando se me alumbró el coeficiente intelectual y me dije en voz alta: “Ahí está la solución. Eso es, esta tarde doy el Robertazo”.

Debo decir que medité la idea, porque también pensé que podía fracasar, puesto que todas las ideas que ha tenido Ortega han ido derecho al basurero. Y al principio dudé. Pero después me dije: “Tú no eres Ortega, tú eres un poquito más inteligente, échale piernas”. Y me acepté y aprobé la idea.

Puse pues en marcha El Robertazo. Un plan que consistía en sacar a mi suegra de mi casa a como diera lugar. Debo decir que mantengo a la familia de mi suegra, que pago luz, agua, impuestos, teléfonos, servicios de adentro y de afuera, mientras mi suegra ve Globovisión todo el día acostada en la cama y gritando consignas con la gente que sale en la pantalla: “Ni un paso atrás. Ni un paso atrás. Vete ya. Vete ya. Un. Dos. Tres. Viva Carlos Andrés” (esa es de su propia cosecha).

Ante ese clima de intolerancia que se vive en mi casa, y ante la posibilidad de que mis dos hijos se traumaticen viendo y oyendo a mi suegra, decidí dar el Robertazo.

Para el 23 de enero, alguien le dijo que los chavistas iba a tomar la casa y se iban a llevar todo lo que encontraran en el camino. La noche del 22 de enero no durmió. Y sacó una foto donde el presidente Chávez está entregándome el Premio Nacional de Periodismo del año 2001, y la puso en la sala con toda la rabia del mundo y dijo: “Sólo esa foto bastará para salvarnos”.

Empecé a desarrollar el plan lo más pronto posible. Dejé de pagar los servicios aduciendo que no tenía dinero. También utilicé el mismo argumento para el agua, la luz y los teléfonos. Pero la mujer encontró un préstamo del Fondo Monetario de Marina de Camerota – su pueblo italiano-. Desde allá le mandaron una remesa de Euros que cambió aquí en el país y empezó a pagar.

Para evitar el contacto con una persona que tiene Terrofrenia, a mis hijos los alejé de su lado sacándolos a pasear todos los días. Pero ella encontró el argumento de las tareas y las comidas, y ahora mis hijos siguen a su lado.

Ahora quiero flexibilizar el Robertazo, pero me da cierta pena. Yo soy muy orgulloso y no quiero reconocer que estoy perdiendo la partida.

Y hoy me enteré de lo peor. Mi esposa –su hija- me entregó un papelito en la mesa de diálogo que tenemos instalada en la sala, donde se leía claramente: “Dile a tu esposo que abandone la casa, o de lo contrario tendrá que enfrentar el Francazo”. Y mi suegra se llama Franca, Franca Cusati.

Ahora me está pasando lo mismo que le está pasando al inteligentísimo Ortega.

PS. El sábado, a las seis de la mañana, mientras Juan Fernández dormía plácidamente en su casa, miles de personas lo recordábamos mucho mientras hacíamos la cola para echar gasolina.


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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

 robertomalaver@gmail.com      @robertomalaver

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