Daños colaterales después de un “chinazo”

Para los que crean que el asunto que ha copado los espacios del portal  Aporrea en estos últimos días ha concluido están muy equivocados. Ahora es que queda tela por cortar. Alguien tiene que recoger los vidrios rotos. Da la sensación que las “huestes Chavistas” se salieron con la suya, que los guerreros del teclado obtuvieron una merecida victoria, que los revolucionarios hicieron prevalecer su ley natural al defender sus espacios, pero no, se abrieron heridas y el resquemor no cesa aun. Es lamentable que hayamos tenido que proceder de forma tan “intolerante” ante la pretensión de unos pocos de ver cantar en el Festival a estos “artistas”, que de artistas tienen lo que yo tengo de físico nuclear. Es lamentable también que el desenlace de este episodio gris se haya determinado por la “renuncia” de los “cantantes”  a través de sus representantes (tal como lo advertí en mi artículo anterior) y no por boca del representante principal del Festival y perpetrador fundamental de este desaguisado cultural, el afable camarada Jorge Rodríguez

Hablo de heridas abiertas y tal vez peque de fundamentalista y radical pero lo que ocurrió en las redes sociales y en particular en este portal no es producto de la casualidad ni de una campaña diseñada en algún laboratorio de guerra sucia, ha sido producto del descontento que late en pleno corazón de la revolución. No se equivoquen los que piden e invocan TOLERANCIA,  porque la tolerancia es como el amor, nace sin que lo rieguen y florece como una espina o como una flor. Como el espinito pues. Que Chino y Nacho se hayan retractado está bien. Ya saben que no los queremos y no los vamos a querer mientras no se retracten de sus estúpidas convicciones anti chavistas y anti patrióticas, porque una cosa es estar en desacuerdo con el gobierno y otra muy distinta andar “confundidos” por ahí pidiendo a gritos “SOS Venezuela” como si nuestro país estuviera en guerra civil  y necesitara “ayuda” extranjera para resolver el conflicto, y es que así estuviéramos en un conflicto de esa naturaleza (Dios nos libre por si acaso) somos tan irreverentes que  no permitiríamos que nadie medie entre nosotros para resolverlo. De esto concluimos por lógica razonable que los que tienen que ser tolerantes son ellos, los que tienen que retractarse de sus errores son ellos, los que tienen que revisar sus puntos de vista políticos, económicos y culturales son ellos, que le reclamen a sus líderes políticos un mejor liderazgo y propuestas. Que resuelvan su rollo y después hablamos.

Como sigan los cuadros de liderazgo de la Revolución lanzando estos globos de ensayo para medir la reacción de las bases del proceso, se van a encontrar con el muro de los lamentos, nosotros lo que estamos reclamando es que cese la intolerancia, la corrupción y la debilidad gubernamental, que se rompa en la práctica y no sólo en el discurso la jerarquización y verticalidad  de los asuntos gubernamentales, nosotros elegimos a un Presidente, a un Líder, todo lo demás se corta con el mismo rasero; aquí hay funcionarios públicos que presumen mandar más que Nicolás Maduro, si los denuncias, terminas execrado y hasta preso porque el susodicho tiene un “padrino” que le allana el camino y coarta el de sus “enemigos”.  No fue suficiente con la tristemente célebre “lista Tascón”, ahora tenemos al 0800-SAPO para que nos echemos cuchillo entre nosotros mismos. Yo me imagino que todos los que nos pronunciamos en las redes sociales en contra de Chino y Nacho estamos en lista negra por “intolerantes”, por estar en contra de los preceptos y propuestas del liderazgo revolucionario.  Le recuerdo a los líderes  revolucionarios que desde hace rato han estado descabezando “intolerantes” en el bando chavista que eso lejos de hacer cambiar de parecer a la oposición le ha dado arrestos para atacar con más fiereza al proceso revolucionario. Porque ellos no ven eso como muestra de buena voluntad, lo ven como lo que es: DEBILIDAD.

Si esa debilidad la presentan como bandera en las próximas elecciones parlamentarias, le van a terminar pidiendo cacao a los apátridas diputados de la oposición en la Asamblea Nacional, y entonces ahí si van ver actuar al pueblo, la culpa no será de ellos, los escuálidos, sino de los “iluminados” cuadros de liderazgo de la revolución. Si hay algo que no perdona el pueblo, es la traición, y eso lo saldamos en las urnas electorales. Lo del “chinazo” es sólo un campanazo y preámbulo de lo que el pueblo quiere, joropo y no regatón...  

matatigre68@gmail.com

POR UN PODER COMUNAL CON PODER POPULAR CONSOLIDADO,

LA PATRIA ES PRIMERO...!!!!!



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Fidel Jose Rodriguez


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