Auditórium

¿El reto de Marea Socialista, frente al autoritarismo en el PSUV?

La cárcel no sólo le priva a uno de libertad, también intenta arrebatarte la identidad. Todo el mundo viste el mismo uniforme, come la misma comida y sigue el mismo horario. Es, por definición, el autoritarismo en estado puro, en el que no se tolera la independencia o el individualismo. Como hombre y como luchador por la libertad hay que plantar cara a ese intento de despojarle a uno de todo rescoldo de humanidad.      

                                                                            Nelson Mandela…..

He visto como muchos dirigentes de izquierda unos agrupados en Marea Socialista, y otros no, todos simpatizantes del proyecto político iniciado por Hugo Chávez, donde unos y otros proponen  reflexionar sobre las fallas para enfrentarlas y relanzar la revolución bolivariana ya que su fundador no esta.

Una vez que se ha reconocido que la alta inflación, burocratismo parasitario, escasez, inseguridad, son parte de las perversas prácticas del clientelismo, autoritarismo y corrupción en su interior, dirigentes de la Marea Socialista proponen entrarle a fondo a la reflexión sobre sus causas, con el fin de enfrentarlas y relanzar al socialismo bolivariano desde una óptica democrática.

Como parte de este análisis de introspección, hay muchos actos referidos al ingreso de personas sin compromiso con los valores y la doctrina socialista bolivariana, que han visto al PSUV como un instrumento de beneficio personal, y  que descuidaron las tareas propias de la organización política, y se dedicaron a fortalecer los beneficios personales que se obtiene estando en el  gobierno.

Desde que el gobierno bolivariano llegó a la administración pública, en 1999, los militantes hoy en día por la mala situación socioeconómica, han perdido sus responsabilidades en las obligaciones hacia el partido.                                                                                                                                        

Si en la reflexión que se hacen se tienen que deslindar de seguir apoyando responsabilidades individuales o colectivas en el gobierno bolivariano, tendrán que hacerlo, pero no podrán en las próximas elecciones de la Asamblea Nacional quedarse como perros acosados por las circunstancias, por miedo a la represión, o por la imagen de traidores que les quiere construir el burocratismo del partido en el gobierno.

Creo que ya es el momento de organizarse y coger la calle, para decirle a la gente que se hicieron buenas transformaciones en 15 años del gobierno bolivariano, pero también de reconocer que se equivocaron en diversas cosas, que no se priorizaron o que la incompetencia las dejaron en el tintero.

Quizá la mayor deuda heredada por el gobierno bolivariano fue no haber cambiado su relación de clientelismo político con los militantes. En buena medida se heredaron las perversas prácticas y elementos de comportamiento en el pasado de AD y COPEI, que por distintas razones, muchas de ellas de coyuntura, no se han podido disolver.

Pero la MS no se puede quedar atrapada en las heridas y lamentaciones dejadas por el fallecimiento de Hugo Chávez. Hay que relanzar la revolución, lo que implica no sólo recuperar la imagen del político honesto, sino también definir qué van a representar, cómo se van a diferenciar de los actuales dirigentes en el poder, especialmente del PSUV, y decirle al pueblo venezolano qué país es el que se quiere construir.

Para esto se requiere una reflexión profunda en Marea Socialista como en el chavismo silvestre descontento, pues no se pueden eludir las prácticas en las que cayó el actual estalinismo bolivariano en el aberrante culto a la personalidad,  y mirar hacia otro lado, sobre todo cuando se trata de situaciones que puede influir en una victoria electoral.  

Hay que explicarle a la opinión publica nacional e internacional, el porqué se llegó al clientelismo, al corporativismo, y al autoritarismo, y porqué el psuv recibió a muchas personas que veían en el gobierno un instrumento para obtener un beneficio personal; sin tener ningún compromiso con sus valores, y su doctrina, y eso llevo a repetir prácticas que criticábamos durante la IV Republica. Hay que reconocer que hubo quienes usaron el poder para repetir modelos clientelares que no estaban acordes con la doctrina socialista bolivariana.

Hay que interpretar bien las desviaciones de clientelismo, corporativismo y autoritarismo, como el reconocimiento de que se dejó de hacer verdaderas políticas socialistas,  y se desatendieron las necesidades del pueblo venezolano.

Hay que desarrollar desde la nueva Asamblea Nacional un combate preventivo de la corrupción, a través de un nuevo acto político, social y económico. Con una base firme en la transparencia en el origen y destino de los recursos públicos, que van a  los Municipios y  Estados  para el fortalecimiento de la gobernabilidad socialista y democrática.

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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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