Cruzando el umbral entre el Socialismo del siglo XX y XXI

No se puede comprender las particularidades específicas del socialismo de nuestro siglo sin entender la experiencia histórica del socialismo del siglo XX, en cuanto a las formas de edificación y los caminos que conduce a la transición del capitalismo al socialismo (comunismo). En primer lugar; el socialismo del siglo XXI debe su existencia al camino labrado por el socialismo del siglo pasado, sin él las condiciones pacíficas o las vías pacíficas no hubiesen sido posible y la guerra lo hubiese obligado a abdicar de los métodos políticos y legislativos con que se reconocen hoy, se apelaría a “la política del comunismo de guerra” tal cual como ocurrió con la revolución rusa.

En las condiciones atrasadas de Rusia la revolución apeló al capitalismo de Estado teniendo a -la clase obrera en el poder-, sin embargo la burguesía renunciando a la cooperación con el nuevo Estado proletario se resistía pese a que Lenin consideraba que “los capitalistas cultos” podían ser útiles como organizadores inteligentes y expertos de la producción (y el mercado). Al respecto véase, la obra de Lenin, “El infantilismo izquierdista y el espíritu pequeño burgués” en K. Zarodov, El leninismo y la transición del capitalismo al socialismo, edit. Progreso, Moscú, 1973, p. 273. Por su parte; la guerra civil desatada por la burguesía en complicidad con el imperialismo (octubre de 1917-febrero de 1918) obligaron al “poder de los soviet” a salvar la revolución adoptando medidas extremas en lo político y lo económico privando a los explotadores que saboteaban, hambreaban y hacían la guerra contra el pueblo.

Si no hubiese sido así, por las medidas extraordinarias, el Poder Soviético no hubiese resistido la amenaza fascista y este hubiese borrado de la faz de la tierra al socialismo existente y la ilusión del porvenir. Gracias al ejército rojo a la cabeza de Stalin se defendió el país,  se industrializó y colectivizo de manera forzada a Rusia lamentablemente. ¿Era el camino trazado por Lenin?. No, fueron las circunstancias indeseable que el imperio y sus catorces potencias obligaron al socialismo a concentrar recursos para la guerra al costo que fuese para derrotar al imperialismo en su desenfreno fascista.

Por eso hoy podemos hablar de socialismo del siglo XXI con calma y vigilancia de los errores del pasado, tratando de no cometer los excesos a que obligo el capitalismo, vale decir emprender el socialismo por vía pacífica, protagónica, democrática y cooperativista. Cada nación lo hará a su modo, según sus leyes, tradiciones históricas, su ritmo de conciencia, es decir según sus especificidades. Los rasgos del socialismo del siglo XXI tienen que ver con los logros del socialismo del siglo XX: el reconocimiento del imperialismo, en particular con los rasgos tienen que ver en la fase de transición de “coexistencia pacífica” de estados con distintos sistemas políticos, vale decir, la coexistencia de régimen y modo de producción social capitalista y socialista, solo que el estado proletario hará lo necesario para que la industrialización y la colectivización considere al hombre y los intereses de la sociedad como propietario soberano, es decir considerando las necesidades materiales de la población en tiempo de paz.

Entre algunos rasgos de la transición del capitalismo al socialismo es el hecho de que la propiedad privada coexistirá con la pública y del pueblo. El sector estatal conservará vestigios de institucionalidad del viejo sistema por lo que se tendrá que aprender a vencer a la burguesía y la burocracia “no mediante la “represión, sino mediante la ciencia de gobernar” para el pueblo. (Ver; K Zarodov, ob. Cit. 258). Todo esto a la par que se lucha contra la indisciplina y el burocratismo.

Asimismo coexistirán relaciones económicas de producción precedentes precapitalistas, capitalistas y socialistas procurándose crear una nueva estructura económica y social en aras de los intereses nacionales del pueblo. De la misma manera; desalojado del poder del Estado a la burguesía, su ideología seguirá influyendo ya sea mediante los medios de comunicación, la iglesia, las viejas instituciones del estado, el modo de vida viejo, como también del reflejo de la “base económica” sobreviviente que reproduce en la psicología popular y todo ello exige, que se reeduque al pueblo y se entienda que “sin el material creados por el viejo capitalismo no se puede construir el comunismo”. (Ver, K Zarodov, ob. Cit. 265).

Aquí es importante recordar, la preocupación fundamental del libertador: “….después de aliviar a los que sufren por la guerra, nada puede interesarme más que la propagación de las ciencias”. Exactamente, la ciencia redimirá la sociedad, luego de la revolución social y la conquista del poder del estado, se liberará el conocimiento de la cultura, la técnica y el arte salvarán a la clase trabajadora del pueblo. La ciencia permitirá un socialismo más “ecológico” en comparación con el siglo XX, un socialismo más “tolerante” con las creencias religiosas, un socialismo más “democrático”, más humano y más real como lo soñaron Carlos Marx, Federico Engels y V. Lenin de haber tenido la oportunidad histórica.

 



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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