En su mensaje de despedida a los venezolanos, cuando escogió a Nicolás Maduro para su eventual ausencia, dijo que los venezolanos tenían patria. En efecto, nos dejaba una patria independiente.
Cuando en 1908 Juan Vicente Gómez dio el golpe de estado a Cipriano Castro y lo desplazó del poder, Venezuela no tenía relaciones con EEUU, que habían sido frías o tensas todo el período anterior, casi diríamos que desde 1818, cuando Bolívar puso en su puesto al agente estadounidense Bautista Irvine, quien llegó al colmo de escribir un párrafo “en extremo chocante e injurioso al gobierno de Venezuela”, y remató su carta con estas palabras que a menudo recordó el presidente Chávez: “Defendiéndolos contra España ha desaparecido gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”.
A partir de 1908, en los 15 gobiernos habidos hasta 1998, las relaciones fueron sumisas y dependientes de la política de Washington. No hubo mayores discrepancias entre ambos países, y, cuando las hubo, se resolvieron de acuerdo a los intereses de EEUU.
Todo cambió con el primer gobierno del presidente Chávez, y no fue una sorpresiva ni deliberada ruptura, fue un proceso marcado por una política exterior que no dependía de consultas al Norte, fueron decisiones autónomas e independientes. Desde el rechazo a la pretensión de enviar marines a “ayudar” durante el deslave en 2009 y el desalojo de la misión militar de EEUU de las instalaciones de Fuerte Tiuna en 2010, hasta la gran política escrita en la Constitución nacional: de “impulsar y consolidar la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos”.
Principio éste por el cual Chávez trabajó hasta casi al borde de la muerte, cuando fue creada la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac). Ya existía Unasur, que en buena parte fue producto de sus desvelos y relaciones. La incorporación de Venezuela en Mercosur, que visualizó apenas llegó al poder, y la creación de Alba y Petrocaribe, fueron otras iniciativas para reforzar la integración y buscar la unidad continental, todo lo cual irritaba en EEUU.
Desarrollar esas políticas, y tomar decisiones en el campo internacional y en el energético, con absoluta independencia, sólo fueron posibles porque teníamos patria.
Fuente: Últimas Noticias.
