Conflicto de opinión económico-social entre México y Venezuela

“Nadie puede ser ofendido en su dignidad,

si antes no se ha ofendido a sí mismo”

José Ingeniero


El problema que ha suscitado el enfrentamiento de opiniones i conceptos políticos i económicos entre el presidente de México, Vicente Fox, i nuestro presidente Hugo Chávez Frías, ha sido “magnificado” o inflado desproporcionadamente por el mandatario mexicano, acaso para darle una satisfacción el gobierno dictatorial o imperialista del presidente Bush, personaje que ha superado en maldad, codicia e intervencionismo, a todos los presidentes norteamericanos hasta el presente, superando hasta a su propio padre i a Mr. Reagan, que ya es bastante decir.

Con el presidente Fox, ha sucedido lo mismo que, con los “jerarcas” de la iglesia venezolana, o mejor de la Conferencia Episcopal Conspirativa que, ellos ofenden primero pero se alarman de que se les responda; que no existe entre los “escritores e intelectuales” de la oposición, un adjetivo peyorativo, insultante o difamante que no se la hayan adjudicado al presidente que ni los toma en cuenta, aunque la ofensa al Presidente de la República, está penada por la lei i que, luego, se ofenden i se sientes delicadamente humillados, después de iniciar ellos las agresiones. I siendo además, lo más grave, el no fijarse cuando sus conductas groseras i antiéticas, primeramente les ha ofendido su “dignidad”, para resultar lo que dice el médico filósofo argentino (puesto en la cita). Fox se ha sentido ofendido por una verdad descomunalmente cierta: es un cachorro del imperio, pero no se ha fijado que antes, él se ha ofendido a sí mismo siendo un mandatario mediocre, sumiso, casi un vende patria, pues hasta en un tiempo se le calificaba allá, en su país, como el hombre Coca Cola porque parece que con esa empresa comenzó su manera humilde de vivir. Se olvidó también que llegó a la cumbre de Mar de Plata, ofendiendo a todos los países concurrentes, a introducir en el debate el cuestionado punto del ALCA, quitando espacio para otro que se dejó de discutir, i que su actitud obedecía claramente a una orden del dueño del cachorro que miente a su propio pueblo, hablando de las bondades o maravillas del “libre comercio” (libre solamente para el norte) i que parece ignorar que todo el mundo conoce los serios problemas i miserias de su patria, despojada i vejada tradicional o históricamente, i ofendida, maltratada i agredida cotidianamente en la frontera con el imperio, mientras miles i millones de sus compatriotas, quieren pasar al otro lado buscando cómo sobrevivir.

Personalmente opino, cómo he visto ha sucedido en muchas asambleas médico-científicas, gremiales, universitarias, culturales, filosóficas, etc., a la cuales he ha asistido i en ocasiones se ha dado el caso que, alguien llega a proponer algo fuera de la agenda o del propósito de la convocatoria i, antes de dejar hablar de eso “extraño” a los temas sobre el tapete, un director de debate enseguida advierte que está fuera de lugar e impide que el caso se discuta. Eso ha debido hacerse, pero el señor Fox, desde que iba en viaje hacia la Argentina, ya había expresado el encargo del amo i eso era suficiente para ofender a todos i particularmente al presidente venezolano, puesto que fue él quien comenzó ofendiéndolo, aunque no emplease un término que otro tomaría con humor i que siguiendo en esa vena humorística, no ofende a ninguno de los integrantes de los cachorros de Chicago. A él, indudablemente le ofende, precisamente porque la verdad duele. Sin embargo, quiso congraciarse más con el emperador Bush, “tan cerquita de él i tan lejos de Dios” i ha llevado el problema hasta el punto del retiro de embajadores, a la necesidad de comunicados de Cancillería, a que los sabios “analistas políticos” que tenemos en Venezuela…¡sorpresivamente sean más mexicanos que venezolanos! O un diputado que en una ocasión pateó a una diputada, a una dama, dentro de un recinto respetable o que debería ser el más respetable, “pontifique” contra el mal lenguaje o léxico de nuestro presidente, olvidando que muchas de sus intervenciones ofenden en realidad a la Academia Española de la Lengua i todas las de América. El presidente Chávez siempre es claro i de frente; dice las cosas sin eufemismos i no calla cuando no debe callar porque el que calla otorga. De este modo, el presidente Fox ha creado una tempestad en un vaso de agua, dirán algunos, pero eso posiblemente está en los “planes” secretos de la CIA i del imperio; nada de lo que el imperio asoma es inocuo; en Venezuela se sigue gestando una conspiración, otro golpe de estado, una descomunal agresión económica, un saboteo de las elecciones, un magnicidio i cuanta atrocidad conciban mentes paranoicas i de depredadores del planeta. Siempre recuerdo la Comuna de París; que el socialismo del siglo XXI en construcción no sea como aquellos en Francia, “socialistas utópicos” entretenidos en bondades para el pueblo, mientras el adversario pactaba con los enemigos tradicionales para aplastarlos. Estos países de América, desde los tiempos del Libertador, están llenos de mentes enfermizas que se conforman con ser lacayos i recibir migajas. Que se olviden que el imperio los va a privilegiar; sencillamente si hipotéticamente triunfara, los convertirá apenas en “servicio doméstico” i hasta veríamos hombres poderosos en dinero, con un delantal de mesonero sirviendo copas a sus dueños. Quienes no quieren ver, ni reflexionar, ni comparar propuestas terribles como el ALCA i otras maniobras de los dueños de planeta, al menos para no “ladrar o rebuznar” debería tomar con simpleza aquel dicho de Wittgenstein (ofrecido para algo más profundo en filosofía) pero entendible en el lenguaje común: “de lo que no se puede hablar, mejor es callar”.











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Roberto Jiménez Maggiolo


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