El gigante de Sabaneta

El Comandante Eterno Hugo Chávez Frías. Tuvo talento para encontrar la verdad y el valor y la tozudez de enunciarla en voz alta y luchar por demostrarla, lo que promovió las irasde la rancia burguesía apátrida, de los ídolos del puntofijismo, de la fascista mafia amarilla, de los izquierdosos trasnochados de cafetín y del imperialismo. Chávez fue un perseguido. Pocos hombres como él sufrieron el desdén de la empingorotada clase media, la traición de sus camaradas de armas y los ataques de los obispos de la Iglesia Católica. Se llegó al extremo de que su nombre no se podía pronunciar en el seno de la buena sociedad criolla. Sobre él se cebó todo el odio de la burguesía organicista y clasista, celosa y orgullosa de haber encontrado como mantenernos esclavizados alos venezolanos. Sobre él cayó el celo de los que se sintieron desplazados. Sus ideas de cómo hacer política promovieron ira, odio y persecución.

En aquel entonces de la IV-R,Venezuela era el centro vital de un mundo yuxtapuesto que jamás renunció a su libertad, pero que gracias al sistema policial impuesto por los puntofijistas yla alianza con los medios de comunicación, borraba del mundo externo toda sensación de malestar, protesta o disconformidad. Pero con aquel acto no se ponía fin a una idea sino que la idea salió del vaso y se proyectó por todos los confines del país. Al estallido de las estructuras y de los sistemas crecieron las ideasy abarcaron el orbe de Venezuela para promover una revolución, que Chávezcreó, expresó y contribuyó a desencadenar.

El auge de los medios de difusiónmediática dispersó las ideas chavistas. Pronto el imperialismo y,la burguesía de nuestra América quedaron sabedores del verdadero sentido y frecuencia de fenómenos sobre los que cavilan con ansiedad y terror. Aportes y nuevas estructuras florecieron sobre las ideas del Gigante de Sabaneta. Cientos de tratados y ensayos entraron a saco sobre temas que antes eran tabú, como las perversiones, la corrupción y los sentimientos criminales de los poderosos. Pronto la burguesía se enteró de lo que le acontecía al común y se sintió disminuida y amenazada.

El Comandante Chávez produjo una gran catarsis: le dijo claro y duramente a la burguesía, no cómo debía ser, sino sencillamente cómo era. Y los pueblos se desbordaron. De la hipocresía gazmoña pasaron a la impudicia. De la represión neurotizante cayeron en la práctica desconsoladora. Y al morir los mitos se quedaron solos y boquiabiertosante la cruda realidad que se les ofrecía. Como consecuencia del pensamiento chavesiano, la mayor parte de los valores tradicionales fueron cuestionados.

A su conjuro se vino abajo la imagen patriarcal de los políticos del puntofijismo y sus derivados, ya en precario equilibrio, como consecuencia de los cambios políticos, económicos y sociales que sacudían a Venezuela. Pero Chávez, al expresarlo, destruyó lo que quedaba. Venezuela para esa época era un mundo estable donde todo estaba previsto, sin sobresaltos ni contratiempos. Era esa insana sensación de seguridad característica de la media burguesía. Seguridad fundamentada en un sistema político y en un catolicismo a ultranza que nada sabía de dudas pues temía a la cavilación. Disimulo, doblez, horror al escándalo, temor a la palabra y a la misma fantasía es la clave de ese mundo social, apátrida, lo que contrapuesto al régimen de inmoralidad, corrupción administrativa y decadencia, creaba un tremendo medio de contraste para una naturaleza como la del Comandante Eterno Hugo Chávez, que amaba la verdad y la libertad con obsesión dolorosa.

De la misma forma que el chavismo aparejó cambios en el país, los trajo en el campo de la educación, de la salud, de la justicia, del derecho penal, del sentido de la pena y de la culpa. Gracias a su influencia los delincuentes ya no fueron simples perversos que se apartaban del mullido césped del orden establecido. Los delincuentes, sólo son expresiones del capitalismo, de la exclusión, de la explotación, de las fuerzas atávicas y destructivas que todos llevamos por dentro, sino que eran los mismos jueces, policías y carceleros, los primeros sobre quienes recae la sospecha de poseer acentuadas tendencias delictivas. Chávez nos hizo sentir culpables a todos, y sin proponérselo alteró la relación sociedad-delincuente. Chávez produjo una inversión de valores, quizás la de más reciedumbre que conozca nuestra América en estos últimos siglos. El duro consumismo, el develamiento de ciertas creencias y la destrucción implacable de otras.

No somos consecuencias ciegas de estímulos ambientales o abismales. Por encima de estas presiones y coacciones somos fundamentalmente libres. Y si esa libertad, en un momento determinado, puede restringirse, jamás desaparecerán. Al pueblo hay que recordarle constantemente esa responsabilidad que Chávez les inculcó. Por limitaciones propias del tiempo, no tuvo en cuenta con las trágicas consecuencias que había de tener ese fatalismo sobre las personas de espíritu simplista y de formación precaria, pues como dijo Pascal: Espeligrosoenseñarledemasiadoalhombrecuantoseasemejaalosanimalessinhacerleveralmismotiemposugrandeza.

Comandante Eterno: La burguesía apátrida y los boliburgueses:Nuevamente están escribiendo la vieja historia de la entrega de los sueños del pueblo venezolano al imperialismo opresor.

El Comandante Chávez duélale a quien le duela es el segundo Bolívar de nuestra Historia. ¿Cuántos años más habrá que esperar?

¡GringosGoHome! ¡LibertadparaloscuatroantiterroristascubanoshéroesdelaHumanidad!

¡ChávezVive, laLuchasigue!

¡PatriaSocialistaoMuerte!

¡Venceremos!



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Manuel Taibo


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