¿Ser chavista es ser socialista? o la derecha es mas entendible

El conglomerado de la derecha venezolana no ha mermado en su despreciable misión de mantener el país en una permanente zozobra emocional. La psiquis de nuestro pueblo ha estado sometida al constante ametrallar de unos miserables, que han convenido que la única forma de apoderarse del poder es instigar a los que ahora lo detentan, el pueblo. Y es muy inocente pensar que no han tenido un relativo e importante resultado. Y no descansan, no dejan de joder, no cejan en ese actuar pernicioso. Cada día, en cada lugar, en cada espacio y tiempo en que se ha estado instaurando la soberanía popular, la cizaña cicatera está activa.

            Durante el gobierno popular revolucionario, de nuestro siempre presente Camarada Comandante Chávez la sórdida derecha apátrida envalentonada por el apoyo del imperio norteño y sus acólitos, mantuvieron sus andanzas desestabilizadoras por todos los medios, con saboteos constantes de todo aquello que implicaba más poder y beneficios al pueblo. Pero el talante del Camarada Chávez y su identificación con las masas reivindicadas, pudo más que las embestidas.  Pero, han sido tantas y constantes estas arremetidas, que parte de ese pueblo defensor y creyente se ha estado cansando o desmotivando y esos compañeros y compañeras, es peligroso.

            El Camarada Chávez entendió que su permanencia terrenal  como guía de este proceso, estaba supeditada a la transferencia tangible al pueblo de la escogencia de su derrotero. Y esa sabia decisión permitió la institución de un gobierno, en que el pueblo era partícipe y como tal tenía que defender ese gobierno del cual era. Gran parte del pueblo concibió, que resolver los problemas de su entorno y el desarrollo integral del espacio territorial y social donde mora, ya no era una imposición del poder gobernante de turno, sino consensuado con el poder constituyente que originariamente detenta y que ahora decide, por ser ellos la esencia de ese poder. Otra parte del pueblo, no entendió o no aceptó esta notoria premisa y asume a rabiar que debe existir un poder que los gobierne porque “así es como debe ser”. Esta es la postura de la derecha y han tenido mas éxito ideologizando a su gente, que nosotros tratando de persuadir al pueblo reivindicado, en que el socialismo es el camino y la permanencia hacia el bienestar común. Muchos acreditan que lo logros en materia social que ahora son comunes y que antes no existían, son sus derechos incuestionables y que es la obligación del estado y su gobierno de dárselos, olvidando muchas veces que hasta hace menos de tres lustros, esos mismos derechos no le eran dados y sus vidas eran de un conformismo vivencial.

            Los venezolanos y las venezolanas, somos un pueblo de costumbres y algunas de estas costumbres son cíclicas  e impuestas de otras latitudes. La derecha instruyó muchas de estas costumbres y de alguna manera tuvo éxito en arraigarlas. Son muchos años en que nuestra nación ha estado expuesta a la ideología de la derecha y al dios del capital, a través de los medios, de la educación, de la economía, de la cultura, en fin del quehacer humano. Y todo esto, que en el plano material o afectivo dentro de esas costumbres adquiridas en el capitalismo, se tiene o no, se disfruta o no, se accede o no, a través del pago de un precio de mercado con “premios” y todo. Si pagas y obtienes por lo que pagas un objeto o un servicio y eso te hace feliz, eres feliz.  La derecha da una explicación fácil a la felicidad y como es fácil, la gente lo entiende rápidamente y si esta explicación esta presente abrumadoramente en cada “tierno y gracioso comercial, en cada estimulante película, en cada inspiradora telenovela o en cada luminoso y multicolor aviso” el mensaje llega como esperanza de una vida menos menesterosa. Este mensaje solo transmite las “bondades” de una vida mejor a través del gasto, no como hacer sacrificios para conseguir el dinero para gastar.

            En contraparte, la izquierda nuestra post dictadura y comienzo de la “democracia representativa” y hasta hace poco, ha sido muy exclusiva a la hora de difundir su mensaje. Nuestros ideólogos o pensadores, algunos tomaron “el monte” para combatir con plomo sus ideas y otros se regodeaban con buenos habanos y buen tinto, con la derecha, en tertulias para ver quienes eran los mas cultos. No hubo una difusión masiva de lo conceptual de manera sencilla y que esto generara practica popular revolucionaria. Todavía, aun vemos camaradas que conciben su izquierdismo funcional y fundamental, con su vanagloriado y simulado conocimiento literario, aunque su praxis socio-política sea muy escasa o inexistente. Todos los días nos topamos con algunos de ellos. 

            Nuestro mensaje socialista se basa en el sacrificio del pueblo para conseguir la causa común. Muchas veces complicamos el mensaje, causando confusión y esto trae consigo que se diluya o en el peor de los casos se crean las denominadas “corrientes”, que ven el enemigo en lo interno a sus intereses y no el enemigo donde esta realmente. La izquierda le habla a un pueblo que hoy, que en este presente y en su pasado ha estado golpeado y al que le dicen continuamente, que es en un futuro casi centenario donde supuestamente las cosas serán mejores y al parecer no se le restan años a ese futuro. En nuestra Venezuela e indaguen, el pueblo es Chavista como fe de vida, como ideología popular, como animosidad, como identificación, como venezonalismo y eso lo comprenden. Pero, aun se les dificulta mucho que es ser socialista o si les conviene ser dentro de los que ellos consideran que es. Es difícil hablar e implementar un socialismo, en una sociedad acostumbrada al consumo de capital como bien comunitario. En contraparte,   la derecha capitalista es muy “buena” para esconder el daño y lo que cuesta “ser feliz”. Sus medios difunden resultados o logros de arribismo, no la ingente destrucción humana para lograr la felicidad pagada de los que tienen como gastar.

            ¿Ser Chavista es ser socialista? Nuestra Camarada Comandante como militar nacionalista bolivariano, inicialmente buscó lo que mas se parecía a la revolución social que inicio y su identificación con el socialismo no lo hizo dudar que ese fuera el camino. Pero era un camino de abnegaciones para el y sus camaradas, porque entendió que el pueblo ya tenía suficiente de sacrificios y es por eso que el pueblo duda que el socialismo del que hablaba y practicaba el Compañero Chávez, es el socialismo inflacionario, de las colas, del acaparamiento, de la usura, de la corrupción, de la ineficiencia, de los doctos ideólogos cultos, de la burocracia que persigue a la clase trabajadora y hace esperar al pueblo. La derecha se apropia de los males que dejamos, para pintar una falsa esperanza que ofrecer. Es fácil para ellos hacerlo. Es difícil para nosotros decir lo contrario, a pesar de los grandes beneficios sociales incuantificable en cifras de todo tipo.

            El Camarada Nicolás Maduro no solo asume una responsabilidad al presidir la patria, asume un inédito y difícil panorama: gobernar después de Chávez. Todo lo que haga o deje de hacer, todo lo que diga o no diga, será auscultado por un pueblo Chavista y malpuesto por una derecha con eficiencia en la difusión de sus conveniencias. Y esperamos con seguridad, que la Ley Habilitante además de ser aprobada, sea bien difundido y explicado su alcance para que nuestro pueblo sepa la real y justa dimensión de su implementación para contrarrestar lo que tiene sitiado a nuestra patria y no sea tergiversada por la derecha indolente. A todas estas me pregunto, para nuestro pueblo ¿Ser Chavista es ser socialista? ¿Lo ha entendido así? ¿El Chavismo es el socialismo del siglo 21? ¿Cómo hacemos para recuperar la fortaleza en nuestro proceso, sin pedirle sacrificios al pueblo? Hagamos las cosas simples para no seguir complicando nuestro devenir sociopolítico: duro con la burocracia ineficiente, encerremos la corrupción, hagamos que las cifras económicas que suban sean las productivas y busquemos mas ideólogos en la bases del pueblo que en las ferias de libros, en las ermitas universitarias o en los burócratas que creen que están ahí porque son los machetes afilados de la izquierda. Si no es así, será que me estoy complicando yo también,

Sin Chávez no hay Revolución, porqué Chávez es la Revolución. Y está Revolución es Chavista, porque todos somos Chávez.

 



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Carlos Contreras


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