"La Quinta Columna Ideológica II"

Parte I (http://www.aporrea.org/actualidad/a165664.html)

Cuando hablamos de la Quinta Columna Ideológica, en el aspecto económico, nos referimos a la cultura económica dominante, que en la V República se nos presenta como un obstáculo de carácter ideológico para el avance del socialismo.

Hemos visto como en el pasado reciente hemos recurrido a 5 devaluaciones durante estos 14 años con la misma excusa que podría dar Miguel Rodríguez, tan criticado por los vocero de nuestra revolución.

Las devaluaciones en forma sistemática y recurrente comenzaron en 1983. Desde ese año se desarrolló un proceso cíclico de inflación-devaluación-devaluación-inflación que todavía no se ha detenido. La excusa para la devaluación en todos los casos estuvo centrada, en lo que las premisas teóricas de la economía subjetiva, en relación al tema, eso de que la devaluación a) aumenta la competitividad de las exportaciones no petroleras, b) disminuyen las importaciones, y c) estimulan la sustitución de importaciones, etc. Estas premisas son las que los economistas, sean bolivarianos o no siempre esgrimen. Caracterizando un pensamiento económico único. Las diferencias entre ellos se expresan en matices. Hay economistas bolivarianos que cuestionan lo del incremento de las exportaciones, pero si están de acuerdo con que se afecta la producción interna, si existe una sobrevaluación de la moneda, porque es más barato importar.

El razonamiento en torno a las causas de la devaluación lo podemos encontrar en el programa de la MUD en párrafo 346.

“346. El gobierno ha facilitado la fuga de capitales y ha dispuesto de las reservas para cumplir sus propios fines de endeudamiento y gasto. Mientras tanto, el control permitió la sobrevaluación del bolívar en una economía con alta inflación, a) encareciéndose en consecuencia las exportaciones, b) abaratándose las importaciones y c) reduciéndose las oportunidades para la producción de bienes transables en Venezuela.”

En consecuencia hay que devaluar, para corregir esos desequilibrios en el sector externo, y estimular la sustitución de importaciones.

Lo que sí es cierto es que ni disminuyen las importaciones, ni se sustituyen importaciones, ni aumenta la competitividad de las exportaciones. Estas en vez de aumentar, han disminuido en los últimos años, desde 5.506 en el 2005, 1734 mm$ en el 2009 y un leve aumento a 2.131 mm$ en el 2011.

Esta disminución sistemática de las exportaciones, incrementa la voracidad de los empresarios de la burguesía por obtener la máxima cantidad de dólares posibles lo cual descapitaliza a las misiones sociales.

Este pensamiento económico único se expresa en el documento bajo el título leninista de ¿Qué Hacer?, escrito por los economistas bolivarianos. Estos desarrollan un análisis económico convencional que podría hacerlo: los técnicos de la mesa de la unidad, el Dr. Pedro Palma o cualquier economista egresado con honores o sin honores de Yale, MIT, Chicago o UCAB pasando por la UCV o cualquier otra escuela de economía. En este documento obvian lo fundamental, la guerra económica, cuya base material es el excedente petrolero. (http://www.aporrea.org/ideologia/a164538.html)

Esta guerra es expresión de la lucha, entre la burguesía neocolonial, subordinada al capital transnacional, que expresa los intereses del CAPITAL MONOPOLISTA INTERNACIONAL y por el otro lado, los sectores desposeídos de medios de producción que personifican los intereses del TRABAJO y ahora defendidos y representados en el gobierno bolivariano revolucionario. Esta es la contradicción fundamental de la relación de CAPITAL.

Si, la Lucha de Clases, donde la burguesía venezolana expresa los intereses del Gran Capital Monopolista Internacional y le sirven a su expansión. A través de ella, recibimos los ataques económicos, políticos y militares. En consecuencia, es una lucha de clases antagónica e irreconciliable, por el excedente económico.

En este documento en su análisis convencional expresan, “a manera de diagnóstico de la situación actual, alertamos sobre una bomba atómica económica que prácticamente ya ha estallado.” Estamos al borde de una catástrofe, una bomba atómica económica.

En este diagnóstico en torno a la escasez, señalan lo siguiente:

“1. Inusualmente altos niveles de desabastecimiento interno, con un porcentaje de escasez general de más de 20% en las cifras del BCV, y que llega al 50% en varios rubros vitales, como harina pan, aceite y azúcar. El porcentaje es aún mayor en algunas encuestas privadas, y representa la cifra más elevada desde Mayo de 2008, justo antes de la recesión del 2009.”

En el párrafo 580 de los lineamientos del programa de la MUD de los economistas fascistas se puede leer:

“580 Algunos indicadores generales pueden dar cuenta de los impactos negativos asociados a la política expropiatoria. Entre ellos están el aumento de las importaciones de productos agrícolas, el aumento de la escasez de productos. Para septiembre de 2011, el índice de escasez de alimentos se ubica en 15,13 puntos; destacando que la leche en polvo, el aceite vegetal, el café y el azúcar no se encuentran en los anaqueles, ni siquiera de Mercal.”

Los economistas de la MUD ponen el acento en las expropiaciones como origen de la escasez. Señalan que el porcentaje de escasez es del 15,13 para septiembre del 2011, mientras que los economistas bolivarianos la escasez, ya para el 2013, aumentó en un 4,83 para ubicarse en un 20 % según cifras del Banco Central llega al 50 % en varios rubros y enfatizan, que en las encuestas privadas es aun mayor. Los economistas fascistas de MUD consideran la escasez, producto de la actividad expropiadora, que lo señalan como una guerra contra la empresa privada.

Los economistas bolivarianos ven en esta escasez, parte de la guerra económica de la burguesía contra la revolución bolivariana, pero como consecuencia de la política económica del Gobierno revolucionario, coincidiendo con la MUD. Culpa de la revolución, veamos como lo dicen:

“17...Desafortunadamente, ha sido en parte el propio gobierno, con sus políticas económicas, quien las ha estimulado a organizarse políticamente contra él, usando armas económicas equivocadas para ello. Esto se debe en mucho, además, a la falta de una efectiva política de apertura de canales de conversación para viabilizar soluciones mutuamente satisfactorias, que son perfectamente posibles, e imprescindibles...”

Estos señores obvian que el primer intento de Golpe de Estado fue el 6 de diciembre de 1998, cuando el General Rubén Rojas Pérez, Yerno de Caldera, intentó impedir el triunfo del Comandante Eterno Hugo Chávez Frías.

Por otro lado, la política que desarrolló el gobierno en los primeros dos años estuvo signada por el recorte presupuestario para el año 1999 de 987,1 millones de Bs, disminución, que aún para Marzo se percibía insuficiente porque la cotización del petróleo venezolano llegó a estar en 7$ el barril, con la perspectiva de un déficit fiscal de 9% del PTB.

En este contexto, de crisis presupuestaria y financiera, comenzó la aplicación del programa de gobierno donde se proponía el pago de la deuda social y reconstruir la infraestructura educativa y hospitalaria, destruida con el objetivo de privatizarla. Para ello se organizó el Plan Bolívar 2000.

El Comandante Eterno no siguió la política del FMI, que en este contexto de crisis presupuestaria había que continuar. Cualquier economista “racional” la aplicaría porque este es el recetario universal. Ya que el FMI propone: 1. Crecimiento equilibrado del comercio exterior; el auspicio de la estabilidad cambiaria; 2. mantenimiento de tipos de cambio al margen de depreciaciones con fines competitivos y; 3. la corrección del desequilibrio de la balanza de pagos. Esto se parece a lo que plantean siempre los economistas.

Otro de los aspectos que desarrolló el gobierno bolivariano fue, la gira que realizó el Comandante Chávez por los países de la OPEP, con el objetivo de reconstruir los precios del petróleo mediante la convocatoria la Segunda Cumbre de la OPEP que se realizo exitosamente en Carcas el 2000. Los precios estaban deteriorados por la política pro imperialista de la Mega Banda Petrolera (meritocracia).

Esta política irritó a la burguesía pro imperialista ya que se interrumpieron los planes de privatización de PDVSA, y en consecuencia, los planes de expansión del grupo Polar y Cisneros, fundamentalmente, hacia la industria petrolera como socios minoritarios del capital petrolero internacional, ya que no tienen ni la tecnología ni la capacidad financiera para desarrollarlo. Por otro lado la ley de Hidrocarburos y la Ley de tierras, instrumentos necesarios para el avance de los planes nacionalistas y de desarrollo de la soberanía alimentaria, propuestas en la campaña electoral por el Polo Patriótico, contribuyeron a la irritación de los ganaderos, terratenientes, y a la burguesía periférica ligada al sector petrolero, organizada en la Cámara Petrolera de Venezuela. Esto fue lo que estimuló a organizarse políticamente contra él (gobierno revolucionario), usando armas económicas equivocadas para ello. El pensamiento maniqueo e infantil, de estos economistas, los lleva a calificar las armas de la burguesía como equivocadas. Esta burguesía genocida como lo demostró el 27 de febrero del 89 y el 11, 12 de abril, utiliza todas las formas de lucha para sojuzgar a los pueblos cuando están en juego sus intereses. Juzgar a la burguesía por las armas económicas que utiliza, es una ingenuidad demencial, infantil y suicida. Es confundir y engañar a la población. Estamos en una guerra como lo demostró el asesino de Capriles cuando ordenó el ataque a la población Chavista con un saldo de 11 asesinatos, asedió a la Presidenta del CNE, atacaron a 14 y más CDI. Mercales y varios PDVAL fueron asaltados. Estos ataques, según estos economistas académicos, fueron provocados por nosotros. Por la política económica.

Lo peor es que una de las condiciones previas para establecer “conversaciones con los sectores productivos, privados y socialistas, deben anunciarse jornadas para hacer una Revisión (dentro de las R³) de las leyes y medidas que más han afectado negativamente el ambiente que necesita la inversión privada y cooperativa para producirse, como el tema de las invasiones, las expropiaciones inesperadas, las rigideces innecesarias del mercado de trabajo, el régimen cambiario, las condiciones macroeconómicas.” La Asamblea Nacional expresión de la mayoría del pueblo excluido de la propiedad de los medios de producción tiene que revisar las leyes que favorecen a los trabajadores, para beneficiar el “ambiente que necesita la inversión privada,” en otras palabras, hay que desmontar las conquistas de los trabajadores y el pueblo para que la burguesía reconquiste los pocos privilegios perdidos en estos 14 años.

Es necesaria “revisión de leyes y medidas que más han afectado negativamente,” a los intereses de la burguesía, lograr el “ambiente que necesita la inversión privada” como flexibilizar el mercado laboral, para facilitar la acumulación, es decir, la explotación del hombre por el hombre. Estos economistas señalan en relación al trabajo lo siguiente: “La política de protección de trabajo desde el Estado ha obedecido en exceso a una concepción en que se tiene las empresas privadas como si fueran capitalistas explotadoras del trabajo, todas ellas, desconociendo que la dinámica dialéctica ha determinado que el trabajo se ha estado protegiendo y ganando espacios endógenamente.”

Esto realmente es el meollo de la QUINTA COLUMNA IDEOLÓGICA, según estos académicos la “protección de trabajo desde el Estado ha obedecido en exceso a una concepción en que se tiene las empresas privadas como si fueran capitalistas explotadoras del trabajo.”

Entonces, si el capitalismo no se basa en la explotación del trabajo asalariado resulta entonces que el capitalismo es igual al socialismo. Para que nos empeñamos en hacer una revolución socialista o una transición al socialismo si ya lo tenemos.

Esta es la verdadera QUINA COLUMNA IDEOLÓGICA que se desliza peligrosamente a lo interno de la revolución. La protección del trabajo es endógena, los trabajadores están protegidos endógenamente de la explotación trabajo. Uno de los ejemplos más risibles del concepto de socialismo empresarial lo encontramos en este mismo documento: “Quien sea socialista no debe dudar de esto, cuando la mayor parte de las empresas capitalistas exitosas hoy en día a nivel mundial, han introducido, de una forma u otra, en un grado mayor o menor, las relaciones socialistas de producción hacia su interior, mediante el otorgamiento de acciones a los trabajadores, disminuyendo la alienación explotadora de la plusvalía por parte del capital.” Este descubrimiento, ¡es la vía capitalista al socialismo!, las relaciones de producción a lo interno de las empresas son socialistas porque los trabajadores son accionista. Porque a los dueños se les ocurrió, que para disminuir la alienación explotadora de la plusvalía por parte del capital, es necesario darle algunas acciones para que se sientan propietarios y sientan lo ventajoso que son las relaciones de producción socialistas. Esto es una verdadera estupidez. Esperamos que el significado de socialismo de nuestra Dirección Revolucionaria no se acerque ni un ápice a esta concepción Nacionalsocialista.

En el próximo artículo La Quinta Columna Ideológica II seguiremos analizando, La Quinta Columna Ideológica.”



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Carlos Armando Lazo


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