Ha nacido una nueva corriente filosófica: El Chavismo

Estimados camaradas socialistas, aún con el dolor intacto en el medio del pecho por la irreparable pérdida y preparándome, a la vez, para la nueva batalla que se le avecina a nuestra amada revolución, me tomo un instante para analizar un poco más ese vasto legado que nos dejó nuestro padre y líder el comandante Chávez.
Ya lo decía muy bien otro líder grande de Sudamérica, al cual yo admiro muchísimo, el Pepe Mujica: “El legado de Chávez solo podrá ser medido en el tiempo porque es muy vasto”. De más esta decir que comparto plenamente esta opinión, pero me tomo una pequeña licencia y tratare de esbozar el que para mí será el legado más recordado de nuestro líder, un legado que no me cabe duda que perdurará en el tiempo y afectará grandemente la historia mundial, al convertirse en referencia de apoyo a los grandes cambios que se han de producir en el mundo en un mediano plazo.
Y no me refiero a otra cosa que a la nueva corriente filosófica, que queriendo o no, nos legó nuestro líder y comandante: El Chavismo. Es así mismo camaradas, el verdadero nombre que le debemos poner a nuestra corriente revolucionaria filosófica es “El Chavismo”. Atrás deben quedar todas las malhadadas acepciones que tratamos de colocar a una corriente como el socialismo que, sin duda, es la base de esta nueva filosofía pero que se diferencia en ella en tantos aspectos que fue necesario colocarle tantas acepciones como variaciones tenía y eso la hacía poco creíble.
Para los que me han leído en el tiempo sabrán mis amargas y duras críticas a esta revolución, a la cual nunca consideré socialista por no buscar con ahínco el primordial principio de la distribución de los medios de producción entre la población, dándole así el verdadero carácter social. Pero he de reconocer, en este momento, y después de leer gran cantidad de artículos de mejores y más acertados analistas que yo, que no fui capaz de ver la enorme trascendencia de lo que aquí estábamos viviendo, no pude entender que estábamos haciendo historia filosófica, estábamos, ciertamente, creando una nueva corriente del pensar.

Claro, como excusa diré que como estudioso de la historia filosófica me era muy difícil entender o prever lo que estaba pasando, ya que por lo regular, y así ha sido a través de la historia, salvo extraordinarios y honrosos casos como el que vivimos, primero nace la corriente filosófica y después se dan los cambios, es decir, primero nace la idea, luego se propaga y entonces deviene la acción; pero aquí fue una verdadera revolución, como no se veía en el mundo desde 1789 o más cercana aún la de 1.917, una revolución cargada de ideales, pero sobretodo de ideología, y mi mezquina forma de ver la historia no me dejó ver que yo era parte viviente de esa nueva filosofía que esta llamada a dejar profunda huella en la nueva historia mundial por venir en el mediano plazo.

Ahora viene el mayor de los trabajos, el más arduo, pero el más noble y bello, tomar todas sus palabras, todas sus ideas, y plasmarlas en papel, en orden, con claridad meridiana, sin términos rebuscados, sin ideas complejas; no, debe ser este libro o libros filosóficos como lo fue el Comandante, claro, diáfano, populachero, de fácil entendimiento para todo el mundo, tanto el intelectualoide de cafetín como el obrero raso y llano que brega por su vida y por la de su patria.
Es necesario, en importante, es infaltable, la creación y publicación de sus ideas, de su ideal, de sus metas y logros, es necesario dar fundamento y base solida y programática a esta nueva corriente que ha nacido, a esta nueva visión de vida, a esta forma de liberación de los pueblos a través de la idea.

También toca ya sepultar todas esa viejas acepciones, títulos, nombramientos y demás lemas que le hemos colocado a esta revolución, aquí no hay socialismo de ningún siglo, aquí no hay socialismo cristiano, aquí no hay socialismo bolivariano, aquí lo que hay y habrá por mucho tiempo es CHAVISMO.

Estimados camaradas nos toca ahora a nosotros, el pueblo que tanto amó al líder, plasmar en papel todo su ideario,crear la verdadera corriente filosófica que él nos lego, y aunque ateo soy la analogía que voy a usar no puede ser mejor y más precisa, nos toca ahora ser el Pedro y el Pablo, así como los apóstoles del cristianismo, que plasmaron la verdad y la vida de Jesús en papel y en canto para las generaciones futuras, pues así, nos toca ahora a nosotros plasmar toda la visión filosófica de nuestro gran líder y Comandante.

Y ya para finalizar, la vida nos coloca otra gran prueba, el venidero 14 de abril se realizarán unas nuevas elecciones presidenciales y necesario no es vencer simplemente, necesario es dar tal piso de Poder Popular a nuestro nuevo líder, al heredero de nuestro héroe, a Nicolás Maduro, que debemos colocarlo en la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela con más de 10 millones de votos, el gran sueño de nuestro Comandante que nuestra mezquindad no le ofreció en vida.
Y ahora sí me voy, pero antes recuerden...POBRE NO VOTA POR RICO.


pito0726@hotmail.com


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Alfredo Domínguez Fernández


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