Paquetazo (I)

Se conoce en la historia de la teoría económica que fue el escocés Adam Smith quien estableció, de manera clásica, los principios del liberalismo, apelando a lo que él denominaba la mano invisible del mercado, donde el egoísmo de los particulares conduciría al bienestar general de la población, reduciendo al mínimo el papel del Estado en la conducción de las políticas económicas.

Hay que recordar que esta teoría fue congruente y, puede decirse, soporte del capitalismo naciente, cuando este sistema estaba en pleno auge de su aparición histórica y que, además, se admitía que el librecambismo era requisito indispensable para incrementar la riqueza de las naciones. Sin embargo, las recurrentes crisis cíclicas del sistema obligaron a los Estados a tener variadas formas de intervenir los asuntos económicos, donde el caso más ilustrativo es el del keynesianismo, a fines de la década de los veinte del siglo pasado.

El resurgir del liberalismo a ultranza, a partir de la década de los ochenta, denominado ahora neoliberalismo, tiene como telón de fondo, el predominio del capital financiero sobre el industrial y manufacturero, y nuevas modalidades de dominación imperial, cargadas de apoyo institucional por parte de los organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial. Milton Friedman ha sido uno de los puntales teóricos de tal discurso político económico.

Los llamados Ajustes Macroeconómicos, inspirados en estas teorías, en sus variadas acepciones, tienen como objetivo de fondo liberar ampliamente las fuerzas del mercado y establecer medidas severas para la reducción de las mejoras salariales y de la seguridad social. Se trata, además, de achicar el papel del Estado en la formulación de políticas públicas y, en particular, de descargar la formulación de políticas económicas en los agentes privados de la economía.

Estos ajustes, conocidos popularmente como “paquetes”, han sido aplicados a rajatabla en nuestras naciones, haciendo uso de toda la panoplia militar y policial, de ser necesaria, reprimiendo las protestas de los pueblos que han sido sometidos a tales políticas. Ejemplos fehacientes han sido, el caso de Chile luego del brutal y cruento golpe de estado contra el gobierno de Salvador Allende y, la masacre de la población venezolana, al comienzo del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez en febrero de 1989.

El programa de la llamada Mesa de la Unidad Democrática, de cara a las elecciones presidenciales del siete de octubre de 2012, está inspirado en esta línea de pensamiento del neoliberalismo rampante. Ello se deduce de una serie de documentos que datan desde El Consenso País de 2004, hasta el programa firmado por los entonces precandidatos opositores al gobierno del presidente Chávez en las primarias de enero de 2012.

Tema que es examinado exhaustivamente por Romain Migus en su libro: El Programa de la MUD. Esta obra será presentada en Barinas, el próximo viernes 21 de septiembre a las cinco de la tarde, en la plaza Juan Antonio Rodríguez Domínguez, frente al Comando Municipal Carabobo, en la Avenida Carabobo. 

wladimiruiz_t@hotmail.com



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Wladimir Ruiz Tirado


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