“La esperanza, al igual que un hilo de luz brillante, adorna y anima nuestro camino; Aún en la más oscura noche, emite un rayo brillante”

Oliver Goldsmith…


Nunca me he confiado de los estudios de demoscopias electorales, que favorecen en estos momentos a Hugo Chávez Frías, como candidato del PSUV rumbo a las presidenciales del 7-O.

Siempre he mantenido mis reservas con relación a estas encuestadoras muy ligadas a la oposición nacional e internacional. Donde le están dando a la revolución bolivariana la mayoría absoluta del voto popular. Las proyecciones del voto de estas encuestas electorales, no le están dando el debido peso que tiene en los actuales momentos el voto oculto popular, y menos sobre el voto oculto de los llamados ‘ninis’ que siempre ha sido pro-socialista.

El comando Carabobo podrá decir lo que quiera, pero una consecuencia crítica del posible resultado del 7-O, es su efecto negativo sobre el triunfalismo como se ha estado manejando por los momentos esta situación. De todas formas el PSUV, y antes el MVR, siempre ha ganado en votos; aunque ha perdido votos desde el 2007, y el 2010.

¿Por lo tanto? Puede mantenerse en estas presidenciales del 2012, para efectos psicológicos, el resultado de consultores 21 donde muestra la palabra ‘tablas’. Se mantendrá aquella máxima de la fabula popular de: “Con hambre, y sin empleo con Chávez me resteo”. Ni apoyo, a la oposición, ni me opongo a la revolución, pero sigo con Chávez. Aguantando coñazos, pero sigo con él: todavía se escucha esto en mucha gente, si es sincero. ¡No los sé!

Lo curioso de todo esto es el resultado favorable a la oposición en la región centro norte costera, y el Zulia en términos de votos, que muestran algunos sondeos.

Es el momento de ir comparando los últimos efectos de las expectativas de las últimas gestiones del gobierno bolivariano, con las proyecciones sobre los posibles resultados electorales. Aunque los resultados sean buenos, si son inferiores a los esperados, hay que ir cambiando la táctica, y corrigiendo sobre la marcha las fallas.

¡La oposición, al acecho! El Gobierno Nacional Bolivariano se encuentra a la fecha entre dos requerimientos. El primero, un electorado llamado ‘NINI’ que esta vez se muestra apático; parece que ciertas medidas que la oposición las señala de corte ‘totalitarias y comunistas’ pueden comprenderse, y que no ilusionan. El segundo, la inflación, la inseguridad, el desabastecimiento etc. Los estrategas electorales de la revolución bolivariana deben ir considerando ya; que estos elementos siempre se rigen por números, con cálculos muy fríos.

Los retos electorales hasta dentro de cinco meses. Y donde, ahora esta mandando la real percepción que el elector tiene de la situación nacional, y de los números que se manejan. El Gobierno Bolivariano, por lo que veo, y escucho en la calle no puede despistarse, tiene que vigilar y, sobre todo acertar en las medidas y leyes que vaya aplicando. El alto riesgo causado a la ciudadanía (pobres, clase media y ricos) semanalmente por el hampa asesina, y las malas praxis de unos cicpc’s del Zulia, en los últimos días nos indica que el Gobierno Bolivariano debe andarse con sumo cuidado.

La vanguardia bolivariana tiene que llamar a su militancia a frenar con votos el plan "oculto" del candidato de la MUD.

Las insinuaciones del candidato opositor de que su programa de gobierno, no necesariamente se parecerá al que ‘tricolormente’ expone en sus mítines ha puesto en alerta a mucho pensador de la izquierda bolivariana, que ha colocado la mira en el "programa oculto" del candidato opositor Capriles Radonsky.

Es la clásica pelea por el voto de la izquierda venezolana progresista en el tramo inicial y final de esta campaña, que se está transformando más bien en una pugna, sobre quién es más útil en las políticas del bienestar, frente al pueblo venezolano que nos observa con la paciencia de Job.

La estrategia opositora, esta revelando el plan que ya tienen perfilado aunque no lo digan, y por lo que se ve será drástico. Donde hay ya que advertir la existencia de un "programa oculto" de la MUD de funestas consecuencias para el Estado del Bienestar. Conforme vayan descontando una presunta ventaja en los sondeos, y que los lleven a un empate técnico, van a ir anunciando lo que van a hacer de triunfar el 7-O.

El candidato del PSUV tiene que empezar a oír lo que se dice en “casa", obligando al rival opositor a decir la verdad: "sobre sus verdaderas intenciones". Sobre lo que piensan hacer, pero no lo quieren decir porque a la gente que les simpatiza no le va a gustar, y les dejara el pelero.

El diagnóstico inicial, de la pre-campaña bolivariana tiene que ser evaluada para reorientarla. Pero no hay que perder el tiempo interpretando insinuaciones descalificatorias, y de baja estofa que no dan dividendos: “como homosexual, nazista, burgués, ultraderechista etc.”.

Esto no es una hipótesis, es una realidad de los sitios donde se obtienen opiniones; cuando se ve a los burócratas de la revolución en lujosas camionetas, y viviendo en costosas urbanizaciones.

El candidato que lucha por abrirle un hueco a la revolución bolivariana, en sus visitas a los sectores populares; también se deja ver las costuras. Donde la oferta del candidato tricolor es poco creíble, porque en realidad es una " agenda oculta", y para los que humildemente le hacemos seguimiento a su campaña, es algo muy preocupante.

El agravamiento de la crisis por la inseguridad ciudadana, justo antes del 7-O, se está convirtiendo en un contratiempo para el PSUV: donde debe verse obligado, a lanzar a la calle insinuaciones de mano dura contra el hampa criminal, y donde lo más difícil es el señalar que la impunidad es una responsabilidad exclusiva del PSUV, TSJ y MP.

Hay que empezar a liberar a Chávez de la responsabilidad en los récords de la inseguridad, que bate las cifras rojas de los fines de semana, y a señalarle a Capriles Radonsky: que no está diciendo con claridad meridiana, cómo va a combatir la inseguridad ciudadana.

El candidato de la oposición reconoce en sus mítines: que no tiene un especie de " varita mágica", ya que al día siguiente de llegar al Gobierno no todos los problemas del país estarán resueltos, pese insistir tantas veces sus asesores, que su victoria per-se, sería el inicio de la salida de la crisis.

Capriles Radonsky siempre suelta poca prenda, pero otros importantes dirigentes dejan caer sobre la población muchas propuestas impopulares, que nunca se escuchan en sus intervenciones en los mítines, y que alimentan las sospechas de un rabo e’ cochino del sospechoso: "programa oculto". A Hugo Chávez le han llovido las críticas, pero nadie hasta ahora lo ha acusado de tener un "programa de gobierno oculto".

Percasita11@yahoo.es