Todo tu escrito lo describe, tal cual era en vida, con una exactitud impresionante.
Quizá lograste, el retrato más fiel que de una persona puede hacerse y decirse en un corto artículo. Es como una fotografía, la del Jorge que yo conocí en vida y que llegue a querer y apreciar como un verdadero hermano, de luchas de ideales y de esperanzas.
Te felicito Gaspar, ese que tu describes tan bien y con tanta exactitud era Carora, el maestro.
Nuestro querido hermano Jorge.
Lo conocí en Barquisimeto en el Liceo Lisandro Alvarado. Él, y yo estudiábamos entonces, en el Lisandro Alvadrado -el mismo edificio pero yo, (Joselín) en el liceo diurno, Jorge en el Sequera Cardot (nocturno).
Allí en los años sesenta, lo conocí y el que esto escribe fue, delegado estudiantil -del cuarto y quinto años de ciencias- -por la juventud del MIR-
Desde entonces continuamos una amistad fraterna, en Caracas y la Universidad central, donde siguió Jorge, su interminable lucha. Allí, fue delegado al claustro universitario. Cuando los calderista allanan la Universidad Central, fue en mi viejo carro Pontiac 55, el que sacó de la encerrona a Jorge Rodríguez, el gordo Aldazoro quien hasta hace poco fue director de la Imprenta Nacional a la Elías Eljury, hoy director del INE mi padre José Juan Serna, profesor de la UCV y yo José Juan Requena.
Salimos de vaina y esto es historia ya pasada pero desconocida
Jorge el que decía con voz firme y decidida:
¡EL SOCIALISMO SE CONQUISTA PELENADO! .
JORGE RODRÍGUEZ, EL SECRETRARIO DE LA JUVENTUD MIRISTA.
¡JORGE EL ETERNO E INMORTAL!
TUS IDEAS SIGUEN VIGENTES, ESTÁN VIVAS ENTRE NOSOTROS.
Tus ideas siguen Carora, maestro, Jorge hermano continúan vigentes, tus palabras encendidas en cada uno de tus discursos, aun retumban, tus enseñanzas de maestro revolucionario tu valor a toda prueba, Jorge, sigues vivo entre nosotros.
Por eso, como bien dice nuestro Alí, en su cantar:
A 35 años de tu partida decimos con Alí
LOS QUE MUEREN POR LA VIDA, NO PUEDEN LAMARSE MUERTOS.
Como fuiste perseguido por los sicarios del régimen Puntofijista adeco-copeyano.
Recuerdo aún Jorge –como si fuese ayer - cuando llamaste a mi puerta, un día de tantos y Pupi, mi perra dálmata se puso contenta, como loca desenfrenada, meneando la cola, cuando te abrí, saltó sobre ti y te abrazó lamiéndote la cara de contenta.
¡Que alegría hermano, estabas nuevamente libre de tu injusta prisión en Maracaibo -cárcel de Sabaneta-.
Recuerdo que te dije: Si vienes acompañado por la DIGEPOL, no puedo decir que no te conozco, Pupí, la perera, nos hubiese delatado sin quererlo por su alegría.
El que esto escribe, te acompaño en muchas andanzas, y te acompañó aquel nefasto día hasta tu tumba donde hoy reposas, noble guerrero, y ahora a los 69 años, escribo, un libro Jorge en honor a tu memoria que titulé:
EL JORGE QUE YO CONOCÍ.
Donde cuento como fuiste, -cosas inéditas- que vivimos en esos años.
Años donde la nobleza, la dignidad y el valor fueron el estandarte de los jóvenes.
Hoy, para el que esto te escribe, -estas vivo Jorge, no estas muerto- fui condecorado con la orden que lleva tu nombre.
-Que gran honor hermano.
El ser condecorado con tu nombre.
Honor y Gloria a Jorge Rodríguez
¡EL SOCIALISMO SE CONQUISTA PELEANDO!
