Pedirán cadena perpetua para el Conde Guácharo

En Venezuela es como una mesa redonda donde todo y todas las que están se miran unos a otros y unas a otras para ver quien la “pone” en el centro de la mesa, para hacer de ese gesto, de esa acción, la tertulia o la comidilla del día, de la semana, del mes y quizás de la historia. Hasta changa le dedican a la Espoleta de Ramos Allup 

Si esa es una regla tácita o sobrentendida en la genuina venezolanidad, como es que alguien, de manera por demás arbitraria, injusta, escupiendo sobre nuestra forma de histórica de ser, se eleva sobre las astas de las banderas y se ufana de que puede pagar a bufetes de abogados para decirnos con echonería de mantuano de orilla: -me ofendiste a mi mamá y vas preso por cuatro años. 

En esa última expresión va expresado en el combo jurídico, la causa, el juicio de valor, el procedimiento, las consecuencias y el cálculo de la pena privativa de libertad. 

Esa es una forma de ver el derecho donde quien goza una boloña por lo que va a percibir es el abogado del querellante a menos que se le pague por dos o tres entrevista cada semana durante varios años para cancelar la deuda. 

¿Cuáles interpretaciones harán de esta expresión aristocrática las distintas corrientes de la Epistemología del Derecho y las y los metodólogos de psicología social? ¿Qué dirá la investigación positivista y la investigación cualitativa? O si al respecto hay jurisprudencia firme. 

Los y las amigas de la exquisitez y de la costumbre de tomar cualquier objeto con la punta de los dedos dejando el meñique en el aire y del vestir en punta de blanco están o estarán escandalizados y escandalizadas y en un brote de alcurnia ven con desdén y desprecio las manifestaciones culturales y el vocabulario de los pueblos. 

Aunque de manera refinada le sacan la madre todos los días al pueblo por sus medios de comunicación. Recuerdo que en el Viaducto de la 26 en Mérida, en un graffiti colocaron como expresión de la arrechera, de la impotencia por que en el referendo ratificaron al Comandante Chávez: -¡Maldito pueblo coñoemadre ustedes son culpables que Chávez esté en Miraflores!     

Qué no decir de la manera típica y muy de allí, del hablar del Zulia y de la Isla de Margarita. Una sacada de madre de acera a acera con ritmo y sonoridad engalana la profunda y sincera amistad entre personas y se acuñan los más disímiles calificativos para testimoniar el entretejido afectivo, de familiaridad y del acercamiento a los círculos concéntricos del afecto del corazón. 

Pues bien el calificar de Bobolongo a alguien es el resultado del estudio psicológico, de personalidad  que hace quien emite el remoquete al quien se lo calza. Eso si tiene una carga peyorativa a calle. 

La cultura foránea ha trastocado los valores intrínsecos de lo nuestro, ya Mario Briceño Iragorry denunciaba esa invasión cultural con mucha insistencia puesto que se nos impuso la hamburguesa suplantando la arepa, a los refrescos light nos los meten por los ojos y compulsan al pueblo a decirle fo! al guarapo de papelón.  

Si a ver vamos y tomemos esa trasplantación del léxico ambiguo nos daremos cuenta que a los propietarios de los medios de comunicación y los y las comunicadoras apátridas entonces serían calificados de los y las  Chuky´s de la Guerra Sucia; eso resultaría muy refinado y es un velo que oculta, no transparenta lo que en esencia se quiere decir, no retrata la esencia de lo que pudiera decir un zuliano o un margariteño vernáculo, o la persona que descubre de una buena vez cómo era explotado él y su país, de seguro que ante tanta aberración no vacilarían en sopesar la situación, el contexto y si apelamos la sentencia de Wallesteim que todo hay que “historizarlo”, nos percatamos del ejercicio del periodismo como un alucinante que narcotiza la consciencia de los pueblos, entonces el daño que ocasiona ese tipo de periodismo no tendría apelación cuando se califique a quienes lo ejercen de Hijos o Hijas de Putas! Es como una manera de redondear, abreviar y fotografiar la realidad existente digno de un estudio lingüístico universitario en toda su expresión. 

En el campo de las representaciones sociales y del imaginario colectivo salvo el programa Radio Rochela, la novela Por estas calles, le aderezaron la vida, la nocturnidad familiar y social de la población venezolana, la política, la economía, los discursos presidenciales de la época, los parlamentarios concitaban al aburrimiento y a morir de mengua anímica.  

En un pasado reciente aparecía en el susurrar de la gente común cuando se dirigían al presidente adeco:- “se volvió a orinar de la pea en el Círculo Militar…se lo llevaron con las paticas en el aire”. Esa expresión para cualquier venezolano o venezolana llano y llana que se preciara de la alegría para compensar y vengarse por la impotencia ante una clase dominante y sus partidos proimperialistas, el pueblo en sus tertulias familiares, laborales o en espacio de estricta confianza completaban la frase con el susurrante: - presidente coñoemadre! o el folklórico: -hijoeputa presidente! 

Ahora bien dar uso a las cámaras de televisión y en el horario de Todo Público utilizarlo para sacarle la madre al presidente Chávez o cuando publican con nombre y apellido que trabajador petrolero muere calcinado en accidente laboral en PDVSA y resulta que no es así; y a la madre, a la esposa, a los hijos pueden ocasionarles un patatú ya es una acción inducida que viola los derechos subjetivos e inclusive hasta un infarto pueden provocar pero resulta que el “medio de comunicación” que publica ni disculpas pública pide; o cuando se afirma sin ser especialista o aún siéndolo que todo el que tenga cáncer tiene un camino expedito a la muerte, puede esa persona irresponsable con su temeraria afirmación inducir o precipitar el tránsito hacia la desesperanza y en tramo corto de distancia trasladar emocionalmente a una persona afectada por el mal hacia la depresión y hasta al suicidio. Ahora bien, cuál calificativo se merece quien de forma por demás irresponsable haga semejante sentencia, se le dirá Hijoeputa! Coñoemadre o se le acuñará el par de calificativos. 

Hay filmes de Cantinflas donde ha sido llevado a los tribunales y con los alegatos de las contrapartes se pasa de lo formal a la guasa con la facilidad con que se respira. Tan sólo me imagino llevar a querella tribunalicia pública a Joselo, a Álvarez Guedez, a Cayito Aponte, al Conde Guacharo, no me viene a la mente cuál profesional del derecho sea capaz de meterse en ese ruedo. Salvo que los inculpados sean aficionados noctámbulos a poner bombas en las embajadas ya el hecho tiene otra connotación. 

Vayan a un evento deportivo cualquiera para que vean porque a las y a los aficionados estén a favor o en contra en el furor de la fanaticada, para eso son fanáticos o fanáticas, califican a sus propios héroes: - “el coñoemadre metió un gol de maravilla”, o “el hijoeputa metió tal jonrón que cuando la pelota cayó en las gradas ya estaba descocida”; o vean después que un mal jefe o mal jefa se despide y va a varios metros de distancia cualquiera de los subalternos hasta por afecto expresa esas palabras mágicas de compensación del verdadero yo personal.  

Ajá! Más de una tesis de maestría y hasta de doctorado que abordan estudios psico sociales incluyen abordajes de la realidad en un bar, en un cabaret o en una casa de cita. Hasta en una ruptura sentimental y esto si habría que preguntarle a un especialista en la materia, cuáles son las frases recurrentes y compensatorias. 

Entonces al Conde le saldrá cadena perpetua que incluye en el menú, par de grillete, mordaza y aislamiento total.  

Si condenasen al Conde, lo juro! que hasta los custodios y sobre todo la visita de fin de semana estará más pendiente de hacer lo posible por ver al Conde que a sus seres queridos y quien lo logre ver dirá en justa expresión criolla sea mujer o sea hombre: -vi al coñoemadre o vi al hijoeputa. Allí nadie con esa expresión, pero nadie! estará pensando despotricar, o que se esta refiriendo injuriosamente a la autora de la vida del Conde.  

Intriga saber qué irá a decir el Conde cuando haga su show al referirse a Bobolongo, verdad?  

Se queja recurrentemente el Conde indignado que no ha terminado su presentación de hablar mal en toda la noche del presidente Chávez cuando ya los y las que venden “quemaito” ya están vendiendo a primera hora del día los Cd´s, basta ver cómo el Conde los llama a esos vendedores y vendedoras de autopistas y semáforos que se lucran con el sudor de su viperina lengua.  

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Gaspar Velásquez Morillo

Perfil de Gaspar Velásquez Morillo. Venezolano. Lic. en Periodismo egresado de la Universidad de la Habana Cuba. Master en Periodismo por la UNESCO. Candidato a Doctor en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Línea de Investigación: Gestión Pública Bolivariana. Especialista en Políticas Públicas. Especialista en Ciencia Política. Profesor Universitario en Pre y Postgrado. Facilitador de Procesos Socio-Políticos y Educativo. Asesor Político Comunicacional. Consultor de la Asamblea Nacional 2001 2005 en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal y Ley de la Defensoría. 1er Secretario del Consejo Legislativo del estado Trujillo en la República Bolivariana de Venezuela, año 2000.

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