“Si los triángulos hicieran un dios, lo idearían con tres lados”
Montesquieu…
El culto a la personalidad en la política moderna, es preocupante, cuando el proyecto es principalmente un hombre. Chávez parece no estar al servicio de la revolución bolivariana, que se supone es de largo alcance, sino a la inversa. El presidente quien se encuentra convaleciente de una reciente intervención quirúrgica en la Habana Cuba.
Desde la perdida del referéndum el 2D del 2007, donde en mi humilde entender empezó el retroceso de la revolución. Quede confundido cuando ratificó al gabinete en pleno sin destituir a los fracasados. Y cuando dijo: “lo que estará en el centro del plan de la nación a partir de ahora; es recuperar su salud. Donde el proceso constará de varias etapas, en una cadena de batallas que culminará en el 2021”. ¿Es esto un auto-culto a la personalidad? ¡Cuando dijo viva Chávez!
Hoy en día. Ciudadano Presidente Hugo Chávez, hay que analizar ese concepto de sobre determinación. Las revoluciones en América Latina al parecer están en retroceso, con derrotas parciales, y la baja en los ánimos. Un ejemplo reciente el golpe de Estado en Honduras.
Es lógico que se busque, un espacio para el reacomodo, y la reagrupación política de las fuerzas revolucionarias. Tal como lo vi, lo escribo lo que presentí el pasado 4J. Vi a un Chávez confundido en medio de su enfermedad. ¿Lo más lógico no era plantear una nueva batalla como proyecto de la reagrupación revolucionaria, y de la unidad nacional?
La recuperación de la salud del Presidente como proyecto no se puede convertir en una bandera para alcanzar la sociedad socialista. Cada paso en falso tiende a apartar a muchos del proyecto revolucionario y bolivariano.
La salud del Presidente, es como la salud de quien esto escribe (Quien también está bajo un tratamiento de quimioterapia), así como la salud de muchos otros venezolanos, este asunto político no puede ser subordinado a un fin colectivo señor presidente. Ahora es muy evidente que la vida de Hugo Chávez es el fin estratégico de la revolución bolivariana.
La práctica política para poder llamarse socialista, es la que busca superar la racionalidad parcial. Por lo tanto, a los comprometidos con la revolución bolivariana nos incumbe reponer el fin estratégico de la revolución, pensando bien los pasos a dar, tanto los de organización como los de formación, que servirán para consolidar el actual proceso de cambios.
Lo positivo de nuestra coyuntura es que los levantamientos en el Magreb, las manifestaciones en Grecia e Islandia, y los brotes de rebeldía en España, estaremos en mejores condiciones de pensar seriamente el camino que nos pueda conducir a organizar en una forma mas productiva a Venezuela. Los Invasores de edificios, casas y hoteles tienen que ser desalojados.
No podemos olvidar, que el culto a la personalidad al que los lideres apelan, a la hora de afianzarse en el poder, en nombre del estado. El culto a la personalidad ha sido algo consustancial en el proceso, llevado a cabo por aduladores de oficio. Entonces, como se le pide al pueblo que, se olvide de esta lacra del proceso revolucionario. Ya que es el lado mas débil, y el menos defendible del mismo. Así muchos descalifiquen este argumento. Es como decir: “olvidémonos que las cajas de manzanas están podridas; si cuando las colocaron estaban en buen estado”. Algo de lo cual el proceso carece, ya desde hace rato. El del sabor a revolución, para no decir la palabra social.
Con el culto a la personalidad, a los gobernantes no le gusta que le digan cosas feas, o le protesten medidas, o leyes algunas.
Evidentemente que se le desea al Presidente Hugo Chávez que se restablezca. Qué tristeza que hoy en día para aquellos que se proclaman de "izquierda" no existan otros seres humanos que merezcan todas las loas y médicos, solo el silencio, la privación de derechos, y que se cometa contra ellos la injusticia más vil en medio de la complicidad silenciosa de los que tienen un extraño filtro de lo que es la humanidad.
Percasita11@yahoo.es
