¿Por qué apoyamos al Frente Patriótico?

No nos enamoramos del pasado, pero todo lo que nos sirva y contribuya de él a enriquecernos el conocimiento y mejorar la lucha revolucionaria, lo abrazaremos como nuestro, venga de donde venga

Hemos dado varias opiniones o expuesto diversos argumentos sobre múltiples tópicos de la vida internacional –en general- y de la nacional –en lo particular-. Han sido nuestras creencias sin haber pretendido jamás que sean creídas como inequívocas o verdades irrefutables. Si no opinamos de los tópicos –especialmente de la política- más importantes –así lo creemos- que mueven el mundo actual y trazan el destino de las naciones en el mercado mundial o la economía de mercado, no valdría la pena incursionar en la lucha política. Por ello, no tememos errar aunque no lo deseamos, pero siempre estaremos dispuestos y convencidos a rectificar donde hayamos cometido los errores.

No vamos a elaborar un extenso documento para informar a la opinión pública venezolana sobre nuestra decisión de apoyar al Frente Patriótico que respalda la candidatura presidencial del camarada Hugo Chávez para la elección de diciembre de 2012. Mucho más importante es ser solidario, sin búsqueda de prebendas de grupo o particulares, con el proceso revolucionario en todo lo progresivo que beneficie al pueblo venezolano y a los demás pueblos hermanos que tienen el mismo sueño común. Sin embargo, pensamos indispensable emitir alguna opinión, porque estamos seguros que por no ser una organización política cuantitativamente importante y por carecer de muchos recursos materiales, pasaremos en ese mar de la política, como lo es una campaña y un proceso electoral, casi desapercibidos. Aun así, haremos lo humana y políticamente `posibles para aportar aunque sea un granito de arena, una semillita de trigo o un granito de maíz al triunfo del camarada Hugo Chávez en la elección presidencial de diciembre de 2012.

Nosotros somos de la creencia que mientras en el mundo predominen las relaciones capitalistas de producción y, especialmente, el imperialismo sea su vanguardia de dominación, todo proceso revolucionario o toda transición del capitalismo al socialismo corren inminente riesgo de derrumbarse. ¿Acaso no lo demuestran la caída de lo que fue la Unión Soviética y todo el campo llamado socialista del Este? ¿Acaso la Revolución Sandinista no duró sólo diez años y fue despojada del poder por la vía electoral luego de ser inclementemente saboteada por el imperialismo estadounidense? ¿Acaso la gloriosa Revolución Cubana no se ha visto en la obligación de volver a establecer factores evidentemente de capitalismo para no perecer acosada por mil razones por fuerzas de carácter capitalista y, especialmente, imperialista? No vamos a ahondar en esas materias, sobre las cuales hemos escrito en muchas oportunidades exponiendo nuestra visión sobre las mismas.

Nosotros sí creemos que el proceso revolucionario venezolano y que popularmente la mayoría que le apoya lo denomina bolivariano, continúa corriendo peligro, sometido a múltiples desafíos de diversos niveles. Ningún proceso revolucionario, ni antes ni después de tener el poder en sus manos, es perfecto. Sus errores son tan grandes como sus aciertos o virtudes. Quien eso no lo reconozca, le hace daño al proceso por fanatismo, sectarismo o dogmatismo. Quien eso no lo crea, se hace enemigo de la crítica constructiva. Quienes sí creemos en esa verdad o realidad no cerramos ventanas a la reflexión, siempre en búsqueda de, por lo menos, ir enderezando las cargas en el camino que para toda revolución será, hasta que domine el mundo el capitalismo altamente desarrollado, tortuoso, difícil y complejo.

Para nosotros: ¿quiénes deberían de estar en el Frente Patriótico? Si alguien nos dijera: solo los revolucionarios, los que apoyen incondicionalmente al gobierno que preside el camarada Hugo Chávez, diríamos, a riesgo de estar errados, que no tienen razón y que dan la espalda a la necesidad de victorias del proceso revolucionario o bolivariano. Si con una varita mágica o con un único discurso encendido de fervor revolucionario se lograse unir a todo el proletariado y a la casi absoluta mayoría del pueblo en torno a la línea política, por ejemplo, del PSUV y de sus consignas prácticas pasando victoriosamente por encima y sin tomar en cuenta para nada a las organizaciones políticas, los gremios, los movimientos sociales, las organizaciones comunales, las personas que aún creen en las reformas y , por unas u otras razones, no comparten –por ahora- los principios del socialismo, no habría necesidad, así lo vemos y así lo decimos, de crear un Frente Patriótico para defender la Revolución en un proceso electoral. En el campo de los opositores al proceso revolucionario se encuentra una cantidad de personas que aún viven marginadas, de trabajadores, de estudiantes, de profesionales, de campesinos, de amas de casa, de pequeños productores o propietarios, que si bien padecen los rigores del capitalismo, la mayoría explotados y mal pagados, no han entrado, por diversas razones, al camino de aceptación del socialismo como la única alternativa para crear una nueva forma de vida económicosocial que ponga fin a las injusticias y desigualdades de los grandes explotadores de la mano de obra asalariada y de la riqueza social. Echar la culpa exclusivamente al imperialismo y a la oligarquía criolla enemigos del proceso revolucionario, no sería un juico acertado y no resistiría el fogonazo de una crítica verdadera y constructiva. A la mayoría de ese conglomerado estamos en la necesidad de aclararle las dudas, de dar solución a sus inquietudes, de contribuir a abrirle los ojos para que vean con claridad sus realidades de miseria social en que viven, de ayudar –sin maltratarlos- a salir de la confusión como la mejor manera de ganarlos para el campo de la Revolución. ¡Pues, ese papel corresponde, en gran medida, al Frente Patriótico! ¡He allí nuestra propia responsabilidad! Pero, además, camaradas, existe otro porcentaje de venezolanos y venezolanas que se encuentra ubicado en el centro de la política, no juega ni para la derecha ni para la izquierda, es indiferente a los resultados de un proceso electoral y al destino que le indique el gobierno al país. ¡Pues, al Frente Patriótico le corresponde, igualmente, incentivar a una parte importante de ese centro para que participe al lado de la Revolución y la apoye mediante su voto en el venidero proceso electoral para decidir la Presidencia de la República! Allí estará en juego excelso el destino del proceso revolucionario.

 Creemos que a las masas populares, a las clases explotadas, es decir, a los conglomerados del pueblo hay que brindarles, de parte de los revolucionarios y, especialmente, del Frente Patriótico, la posibilidad de convicción de que si no se logra una unidad de acción, para un determinado objetivo como lo es llevar adelante el programa de transformación económicosocial hacia el socialismo, no es por culpa de una política irracional o irreconciliable del Frente Patriótico sino por la ausencia de una verdadera voluntad de lucha de sectores o estamentos, gremios o movimientos, que se resignan al reformismo en contra de la revolución. Sin embargo, nada de lo anterior niega el deber de la crítica constructiva ante cualquier desviación que en el Frente Patriótico trate de perjudicar los principios revolucionarios y los intereses esenciales del pueblo venezolano.

Creemos, igualmente, que garantizando una dirección política revolucionaria conformada por los más capaces en el Frente Patriótico, sin discutirle el liderazgo al camarada Hugo Chávez en su rol de la personalidad del proceso revolucionario y sin pretender desplazar al PSUV, jugaría un papel decisivo en tiempos de virajes o cruciales como será el proceso electoral de diciembre de 2012 para elegir al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Eso requiere que cada Organización o movimiento político como los partidos políticos  que conformen el Frente Patriótico, mantengan su independencia como tales, pero deben estar sujetos a regirse por el programa revolucionario y a mantener una férrea disciplina en torno a los principios de la revolución.

Creemos, asimismo, que en el transcurso de la lucha de clases y la transición del capitalismo al socialismo una de sus pruebas más difíciles es que siempre se corre el riesgo de escisiones en el campo revolucionario, en las fuerzas de izquierda, por la existencia misma de variadas formas de interpretar las realidades y las corrientes políticas que se mueven o se desplazan en el escenario internacional y en el nacional. Sin embargo, respetándose el derecho y el deber a la crítica y de juicio, para mediante discusiones y diálogos encontrar las coincidencias esenciales de la lucha política revolucionaria, son muchos los obstáculos que se superan logrando hacer avanzar exitosamente un proceso revolucionario. Por ello, entre otras cosas, consideramos de vital importancia la creación del Frente Patriótico como un escenario ideal para la realización de análisis, estudios, meditaciones, contemplaciones y reflexiones que fomenten una fortaleza política e ideológica para el avance del proceso revolucionario que vive Venezuela pero donde, debemos reconocer, son varios y hasta con fuerza los factores  internos y externos que lo rechazan y harán todo lo posible por derrocarlo.

El Frente Patriótico no debe ser concebido como una sociedad de propaganda política o ideológica, sino como una Organización de fuerzas políticas para adelantar acciones de masas que aseguren victorias al proceso bolivariano. No hemos llegado aún, debemos decirlo y reconocerlo, a una fase de desarrollo del proceso revolucionario donde se den pruebas irrefutables que, por ejemplo, el PSUV (el partido más importante y numeroso de la vida política actual venezolana) haya alcanzado una magnitud decisiva como para hacer innecesario un Frente Patriótico. Este, amén de buscar el éxito en la reelección del camarada Hugo Chávez en la elección presidencial de diciembre de 2012, debe constituirse en un organismo político activo por las conquistas de los trabajadores, de los sectores populares, es decir, de un pueblo que ansía, mientras no se logre construir el socialismo en el planeta, alcanzar un respetable y mucho más digno nivel de vida socioeconómico que en tiempos anteriores.

Creemos, también, que los camaradas más capacitados que conformen la dirección revolucionaria del Frente Patriótico, deben ser los primeros en ejercer la iniciativa para asegurar la unidad del mismo en torno a los intereses fundamentales y que deben ser progresivos del proceso revolucionario bajo el gobierno presidido por el camarada Hugo Chávez. En el Frente Patriótico no se le debe dar cabida a los criterios que descalifiquen a sus componentes por el hecho de exponer una o varias ideas que no resulten aprobadas por la mayoría. La esencia es, en primer lugar, el debate, el análisis, el estudio concienzudo y la reflexión para buscar, siempre, la armonía de criterios sin que haga presencia el fraccionalismo devorador de la unidad. Pero, al mismo tiempo, es imprescindible que las organizaciones, movimientos y partidos políticos que conformemos el Frente Patriótico tengamos claridad meridiana en que existe un partido político, por lo menos en lo cuantitativo, mucho más importante que el resto; que algunos partidos, movimientos y organizaciones, por lo menos cuantitativamente, son más importantes que el otros (y en éstos nos incluimos); que algunos camaradas son más capaces que otros; que es un absurdo la igualdad perfecta en todos los funcionamientos del Frente Patriótico para todos sus componentes. Sería como quien, por mucho amor al hombre y la mujer, solicitara para ambos la igualdad en las cargas del embarazo, el parto, la lactancia y la educación de sus hijos. Lo que sí no debe presentarse en el Frente Patriótico es ninguna actitud despreciativa e indiferente hacia los movimientos pequeños que sin tener fuerza representativa, poseen, no pocas veces, muchas ideas valiosas y dignas de tomar en consideración para la elaboración de políticas revolucionarias.

Un Frente Patriótico es, para nosotros porque así lo entendemos, una política de alianzas correcta en este momento de la vida política o de la lucha de clases en Venezuela. Repetimos, mientras el mundo sea dominado –mayoritariamente- por el capitalismo y sobre éste predomine el imperialismo, todos los procesos revolucionarios en el planeta corren el inminente riesgo de derrumbe. Ni la historia y, mucho menos, una revolución dependen de las buenas voluntades del pueblo, del gobierno o del líder. No, dependen de las realidades del campo internacional, de las realidades internas, de las correlaciones de fuerzas, y de políticas –fundamentalmente- económica que se ganen a la aplastante mayoría de la población, la organicen y la concienticen en torno a su Programa revolucionario de transformación económicosocial y atraigan hacia sí una vasta solidaridad de los pueblos del mundo que poseen el mismo sueño de redención social. Por ello, hacemos nuestro ese pensamiento que dice: “No es suficiente contar con una espada, tiene que tener filo; no es suficiente el filo: hay que saber usarla”. En fin, el Frente Patriótico, sin desplazar las labores de cada uno de sus componentes, tiene la obligación o el deber de orientar todas las actividades masivas del pueblo venezolano en todos los escenarios de la lucha de clases en provecho exclusivo de la revolución.

El Frente Patriótico debe garantizar la unidad en torno a las consignas fundamentales del Proceso revolucionario; igualmente debe tener la misión de esforzarse por elevar el nivel de organización y el espíritu de conciencia de todos sus miembros y, especialmente, de los trabajadores. Asimismo, creemos que el Frente Patriótico debe contar con un medio de comunicación impreso –independiente de los que sean propios de los organismos componentes- que no sólo sea un arma de propaganda y de agitación colectiva sino, también y muy importante, un organizador colectivo en función del proceso revolucionario y no de algún partido político de sus integrantes en particular. Esos elementos favorecen el desarrollo de políticas revolucionarias.

Igualmente, consideramos que el arma de la crítica constructiva debe ser una bandera de lucha y de educación en el Frente Patriótico en función de fortalecer la unidad de pensamiento y de acción en provecho del proceso bolivariano, entendida aquella como la concebía el camarada José Martí, quien dijo: “… Criticar no es mordear, ni tenacear, ni clavar en la áspera picota; no es consagrarse impíamente a escudriñar con miradas avaras en la bella obra los lunares y manchas que la afean; es señalar con noble intento el lunar negro y desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella”. 

Creemos que el Frente Patriótico debe ejercitar el internacionalismo revolucionario, especialmente, con aquellas fuerzas de izquierda latinoamericanas que tienen el mismo sueño antiimperialista de Bolívar pero que, además, creen en la necesidad de luchar por alcanzar un modo de producción y de vida que genere justicia, libertad y solidaridad para todos los seres humanos. Sin embargo, consideramos que ese internacionalismo pasa por respetar la independencia de los partidos y organizaciones políticas, que integren el Frente Patriótico, para la elaboración y aplicación de políticas que se correspondan con las verdaderas realidades en que se desenvuelven en sus lugares de origen. Sí es indispensable difundir la idea de que el socialismo es sólo posible construirlo si se produce el triunfo de la revolución proletaria en muchos países y, especialmente, en los de capitalismo más desarrollados, sin que por ello se entienda que debe esperarse en las naciones tenidas como subdesarrolladas el triunfo.de la revolución en aquellos para poder asumir la lucha por la conquista del poder político. La transición del capitalismo al socialismo es inevitable tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. Quien no mezcle el destino de la revolución y del socialismo a los factores internacionales, piensa y actúa para garantizar el fracaso y no el triunfo.

Y, finalmente, es preciso que el Frente Patriótico, en casos que se produzcan, sepa reconocer públicamente sus fracasos o derrotas como una fuente segura de corregir errores para avanzar de nuevo por el camino más correcto, que mayor dividendo produzca al proceso revolucionario y mayor bienestar genera para la población. Un Frete que haga suya la consigna del maestro Simón Rodríguez:”¡errar o inventar!”, pero tratando siempre de más inventar para mejor cosechar triunfos y menos errar para reducir a la mínima expresión las políticas que buscan el derrumbe del proceso bolivariano.

Sin adelantar ni una sola palabra sobre si tenemos o no razón en lo que hemos expuesto anteriormente, nuestra decisión es participar en el Frente Patriótico sin exigir ningún cargo de dirección, sin cuestionar nada de ninguno de sus órganos integrantes, sin desmeritar a ninguna organización o partido participante, sin pretender imponer ningún criterio a nadie. Simplemente, dentro del marco de nuestras posibilidades reales de pensamiento y acción, contribuir con el avance del proceso revolucionario y con el triunfo del camarada Hugo Chávez en la elección presidencial de diciembre de 2012, lo cual se traduce en un objetivo de vida a muerte para el destino de nuestro pueblo e. incluso, de otros pueblos, por lo menos, de América Latina en este difícil y complejo tiempo de la historia mundial. Esa es la decisión de El Pueblo Avanza (EPA), luego de un proceso analítico y reflexivo de la Organización tomando en consideración los esenciales elementos de la lucha de clases, las contradicciones fundamentales, las correlaciones de fuerzas, tanto en el plano internacional como en lo nacional. Pues, nos ponemos a disposición del Frente Patriótico para cumplir o llevar a cabo tareas acordadas sin más ambición que aquella que genere beneficios progresivos al proceso revolucionario y, por ende, al pueblo.



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El Pueblo Avanza (EPA)


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