Hay que empezar a dejar de PASAR, para comenzar a HACER

Estimados camaradas socialistas, este articulo de hoy se lo quiero dedicar a, absolutamente, todos los ciudadanos que tiene a bien leerme y cuando dijo a todos, me refiero a todos, socialistas, comunistas, venezolanos, europeos, colombianos, hombres, mujeres, fascistas, neoliberales, profesionales, obreros, en fin, a todos los que hacemos vida en esta bella patria de Bolívar, y también, para aquellos que me leen un tanto mas allá de estas latitudes, porque la reflexión que hoy les quiero dejar es, simplemente, un llamado a la acción, un llamado a los hombres de bien a salvar, no solo a nuestras sociedades y a nuestro planeta, sino a nosotros mismos.

En este punto quiero traer a colación la famosa frase del estadista Edmund Burke, que viene como anillo al dedo a lo que yo quiero tratar en este articulo y a saber: “Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”, y es eso exactamente de lo que quiero hablar, y con quien quiero hablar, con los hombre buenos, con los ciudadanos preocupados, no solo por su vida, sino por la de su comunidad, por el bienestar de todo su país y mas aun, por el bienestar de toda nuestra raza, la raza humana.

Ahora bien, entremos en materia, todos en algún momento de la vida, unos con mas regularidad que otros, y otros mas, con mas efervescencia que otros, hemos reclamado, exigido, puesto nuestra queja, elevado nuestra voz de protesta, en contra del gobierno que nos rige en ese momento, como les dijo, con mayor o menor frecuencia todos nos hemos quejado, tanto del gobierno, como de la sociedad y hasta de nuestros vecinos, de algo en especifico.

Esto es practica común me, dirán mis conciudadanos, sobretodo los caraqueños, en estos tiempos tan convulsos que nos ha tocado vivir y yo les respondo que si, esta bien, es muy cierto, pero también les diré que porque no piensan un segundo en todas las quejas que ponen, día a día, a sus conciudadanos, a su gobierno, y piensen si Uds. mismos no comenten los mismos errores y abusos de lo que tanto se quejan, amen de que piensen un segundo si hacen algo, aunque sea solo aquello que este a su real alcance, para poder mejorar la situación que tanto les molesta y les hace elevar su queja.

Pongamos las cosas mas claras y usemos ejemplos, muy comunes y para mi intención, muy contundentes, y el primer ejemplo es mas que emblemático, por lo menos en nuestra bella capital, como lo es el problema de la basura, estemos claros, quien no se ha quejado de la mala recolección de la basura, de la escasez de barrido en nuestras calles y aceras, la escasez de papeleras, en fin, las mil y una quejas que hemos elevado y todas ellas con mucha, que dijo mucha, con muchísima razón, pero de eso no es de lo que quiero hablar, yo quiero hablar de que es lo que hacemos nosotros por solucionar este problema, porque es así, todos los ciudadanos responsables tenemos la suprema responsabilidad, y valga la redundancia, de solucionar los problemas que nos aquejan.

En este punto muchos me dirán que un ciudadano común nada o muy poco puede hacer en este respeto, y yo le diré, que se equivocan rotundamente, porque lo primero que podemos hacer es no ser parte del problema, es decir, NO ENSUCIAR, no permitir que alguien bote un desperdicio al piso en nuestra presencia, cuando esto ocurra y aunque sea un extraño es nuestra OBLIGACION reclamárselo, eso si, sin ofensas y de buena manera, pero hacerle ver su falta y si este ciudadano resulta ser un individuo, entonces nosotros debemos recoger su desperdicio y colocarlo en la papelera, no sin antes, hacerle ver su enorme falta de civismo.

Eso es lo que un verdadero ciudadano responsable debe hacer, dejar de pasar, dejar de decir “no es mi asunto”, dejar de pensar que el error es del otro y no es mi asunto, dejar de creer que basta con nuestro buen comportamiento, no señores, ya no basta con dejar pasar, llego la hora de HACER, de tomar una verdadera actitud cívica y ser nosotros, en nuestra muy humilde capacidad, los responsables de solucionar los problemas que tanto nos aquejan.

Ahora voy a otro ejemplo, tan emblemático como el anterior, como es nuestro tan querido, pero tan vilipendiado Metro de Caracas, aquí si es verdad que creo que no hay un caraqueño que no halla elevado una queja y halla puesto el grito en el cielo, que si el retraso, que si no hay aire, que si la escalera se fuño, hasta hay varios grupos en Twitter que a lo único que se dedican es a vilipendiar y descalificar el Metro, pero y yo me pregunto, y toda esa gente que hace para mejorar su servicio, que actitud responsable toman, porque es así, ese servicio es nuestro y por ende nuestra responsabilidad.

En estos últimos meses no he usado mucho ese GRAN sistema de transporte masivo, por no encontrarme en Caracas la mayor parte de mi tiempo, pero les aseguro que si son viajeros frecuentes mas de una vez se habrán encontrado conmigo, ya que siempre que estoy en el sistema, estoy reclamando y reclamando a la enorme masa de INDIVIDUOS que tenemos en Caracas, que se comporten como CIUDADANOS y ojo, no quiero venir aquí a decir que yo soy el ejemplo a seguir, que va, nada de eso, pero es que no siendo dos o tres, nadie hace nada por mejorar el sistema.

Pongo ahora ejemplos claros, los ascensores son para personas minusvalidas, ancianos y mujeres embarazadas, NO para niños, estudiantes y manganzones, y cuando dijo que hay que dejar de dejar pasar, me refiero a que no basta con no usar uno los elevador respetando de esa manera la norma, NO, ahora es necesario atajar a los que mal usan el servicio y hacerles ver su error, no importando sus casi seguros insultos, porque la verdad es que quienes se insultan son ellos, al demostrar su enorme falta de educación y de ciudadanía.

Otra perlita, para todos esos twitteros sin oficio, cuantos no vemos a personas de la terceras edad paradas, tratando de mal agarrarse de los barandales, bamboleándose al son del movimiento del tren, y vemos, de igual manera, a un soberano manganzón recostado, muy orondo en su asiento, dormitando en el viaje sin tener ni la mas mínima decencia de darse cuenta que los asientos son para los que en verdad los necesitan y no para jóvenes, que aunque estén muy cansados por su trabajo, deben entender que la ciudadanía va mas allá; y para que hablar de los empujones, las obscenidades, en fin, que pocos cívicos somos cuando bajamos al Metro.

No quiero alargar mas este articulo, ya que creo que los dos ejemplos que he dado, son mas que contundentes y descriptivos de que yo quiero tratar en este articulo, no basta con ver pasar los problemas y decir no es mi asunto, yo respeto me porto bien y hasta ahí, con eso basta, NO SEÑORES, hay que hacer, hay que entender que Venezuela necesita seres cívicos, poco importa su tendencia política, a que se dediquen, su raza, su casta, su sexo, aquí todos somos ciudadanos y si queremos, en realidad, que la nuestra se una sociedad de mejor vivir y que provoque la admiración de todos, llego la hora de Hacer y no, simplemente, dejar pasar.


pito0726@hotmail.com


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Alfredo Domínguez Fernández


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