Contradicciones entre el discurso de Chávez y su praxis

¡Que broma! Seguimos en lo mismo y no se quien es responsable. Hace pocos  el Presidente habló sobre un llamado a la clase media para que se acerqué al Socialismo. Lo considero pertinente, necesario y justo puesto que esa clase no es explotadora ni enemiga natural del proceso de cambio; todo lo contrario: es la clase más explotada y es la que con sus sueldos y ahorros nutre al Capital que la endeuda y exprime. Esa clase, a pesar de que abandonó la pobreza siempre la tiene cerquita. Su lucha por mantenerse no es diaria como la de los más necesitados, pero sí es quincenal. Suda y sangra para pagar hipotecas, condominio, mensualidad escolar, luz y agua -que nadie les regala- paga los giros del carro y cumple la obra milagrosa del mercado semanal. No hablemos de lo que le cuesta dar dinero a la adolescente que quiere ir al cine, o al jovenzuelo que pide un regalo para la novia. Al final del año llega extenuada y limpia hasta que la salva… ¡el Aguinaldo! Con él paga los picos de sus deudas y le queda un respirito para la prenda nueva y la celebración en familia. ¿Quiénes son esos tipos? Los empleados públicos y privados, los profesionales, los profesores y maestros siempre preteridos, las amas de casa que también trabajan, los jubilados que acuden a las taquillas “preferenciales” donde los tratan con displicencia, y toda una amplia gama dentro de un estrato social que algunos creen que no es fú ni fá, pero que sí es fú y sí es fá. Tanto que de ella depende, escríbalo usted, diciembre de 2012.

Pero ahora me entero que ese aguinaldo redentor de angustias, se va a pagar a empleados públicos y jubilados en tres porciones. ¡Ja! Cuando lleguen la segunda y tercera ya los especuladores estarán esperándolos en la bajadita con sus nuevos precios, “producto de la escasez de dólares”, como dicen esos villanos.  Oiga, funcionario a quien le competa, ¿eso fue lo que quiso decir Chávez cuando lo invitó a usted a “invitar a la clase media para la revolución”? ¿Usted no percibe una contradicción allí, o su torpeza es terminal?

Yo les voy a decir una cosa, hermanos que me leen, esos son los actos que alejan afectos y debilitan entusiasmos. Junto a otros tantos, por supuesto, como por ejemplo: ¿Dónde está el dinero de los ahorristas de los bancos a los que el Gobierno intervino para “proteger a sus depositantes”? Yo no dudo que haya sido esa la intención, pero ¿dónde están los reales? Y no me vengan con lo del pago de la garantía de FOGADE. Eso se cumplió, pero ¿y el resto? ¿Se va a quedar así? ¿Entonces no era mejor que los tuviera Mezerhane, que al menos pagaba intereses y la gente siempre conservaba su real y medio? Estas cosas, los apagones que ya nos pasaron factura, los nuevos desaguisados en MERCAL y otros asuntos, ¿servirán para atraer a la clase media? ¡No juegue, vale! Funcionario o gobernante a quien competa: ¡No sea bruto! Pague los aguinaldos completos. Y si no hay dinero en las arcas, ¡ah bueno!, entonces dígalo sin tapujos, y entonces cuando el gato se suba a la batea lo coserá a preguntas. Espero acción, no discursos.

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Cesar Guevara


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