Techo Vegetal como proyecto Social

Cuando en un artículo anterior me refería al techo vegetal, no sólo lo hacía pensando, en los jardines y cultivos que podemos crear en nuestros techos y balcones; una práctica milenaria, recordemos los Jardines de Babilonia, desde siglos utilizados en Europa y en la actualidad se imponen en algunas ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica. Estos techos contienen recursos vegetales vivos como parte constitutiva del sistema integral del techo. Tal como lo citan en la página Aprendo y Edduco

"Techos verdes", "naturación de azoteas" o "Green roofs" es tener un jardín en el techo o terraza de su inmueble. Es un sistema que permite cultivar sobre una losa cualquier tipo de vegetación; desde pasto hasta un árbol. Tener un techo verde en su hogar o lugar de trabajo tiene grandes beneficios medio ambientales, de salud y económicos.

Estos techos refuerzan la protección del medio ambiente y es una manera de que el ser humano retribuya a la naturaleza algo de lo que le ha restado, con su incansable búsqueda de “civilización” y “confort” en su imparable afán de supuesto desarrollo, si lo pensamos en colectivo, tendríamos una exquisita fuente de vida, que se traduce en crear casas, edificios, espacios más sanos y dignos; es decir, beneficioso por lo ventajoso, ya que ayudan a purificar el aire y el agua, ahorran energía, favorecen el paisajismo y la estética, entre otras bondades.

Gernot Minke, arquitecto, catedrático de la Universidad de Kassel (Alemania) quien dirige el Instituto de Investigación de Construcciones Experimentales, en su libro Techos verdes. Planificación, ejecución, consejos prácticos, nos dice,

Los techos verdes no son solamente agradables a la vista: forman un valioso biotopo en la ciudad, mejoran el aire y tienen considerables ventajas técnico-constructivas y también físico-constructivas; enfrían en verano, calientan en invierno y prolongan la vida útil del techo. Además son fáciles de realizar y más baratos que otros.

Esto suena demasiado bien, más cuando es política del gobierno venezolano impulsar las iniciativas conducentes a rescatar la idea de los huertos urbanos, escolares, hogareños, comunitarios, así los cultivos organoponicos e hidropónicos, como parte del programa de agricultura urbana, proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

En el artículo anterior, me refería muy específicamente al techo vegetal creado por la hilera o agrupamiento de árboles en calles, avenidas, estacionamientos, porque los estamos descuidando, es ese techo que te da sombra, te protege, sobre todo cuando sabemos del incremento de las enfermedades de la piel, cuya recomendación especial es protegerte de los rayos solares, para quien tiene vehículo el problema se reduce, pero para quien anda a pie, debe vivir esclavo de un paragua y cuando tienes que caminar dos o cuatro cuadras, te sientes agradecido a la vida cuando te encuentras con la sombra de un árbol.

Por la ubicación geográfica, en Venezuela los ciudadanos ameritan mayor protección por los efectos nocivos de los rayos ultravioletas, muy especialmente en el estado Zulia, que presenta en gran parte de su extensión un clima semiárido, con temperatura promedio anual de 36 °C. en este sentido, el dermatólogo Antonio Rondón Lugo, jefe de la cátedra de Dermatología de la Escuela José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela, advierte que “el daño de los rayos del sol es acumulativo”, lo que implica que si a diario “no nos cuidamos, a la larga se pueden generar alteraciones en la piel, como lo son el fotoenvejecimiento, la piel se pone más seca, áspera, y empiezan a aparecer arrugas y pecas”.

Aboguemos por los proyectos generadores de bienestar, de la buena vida, preparemos techos vegetales alrededor de nuestras cercas y así crearemos corredores de sombra y con ello estamos regenerando el ecosistema original, como una contribución a la reforestación urbana. La existencia de suficientes espacios verdes, vivos, en las casas y oficinas, está asociado al bienestar psicológico; lo contrario si hay escasa o nula vegetación, y si a esto se une la saturación de vehículos, ruidos, concreto y asfalto, se compromete la estabilidad emocional y anímica.

Insisto en el llamado a las Alcaldías y a los Consejos Comunales a impulsar proyectos en esta dirección.


*Orientadora y Vocera Comunal
ruthcueto7@gmail.com


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Ruth Cueto*


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