Nuestra política informativa no la dicta Globovisión

El 16 de agosto de 2004, horas después de que el Consejo Nacional Electoral dictara su verericto preliminar sobre el referendo presidencial, un grupo de personas identificadas con el proceso dispararon contra otro grupo opositor en la Plaza Altamira de Caracas, grupo al cual responsabilizaban por los disparos ocurridos el día anterior en diversos puntos de Petare para atemorizar a la población y dispersar a las largas colas de chavistas que aún quedaban a altas horas de la noche.

El resultado de este terrible y condenable hecho fue el asesinato de una persona inocente, la señora Maritza Ron, así como varios heridos, entre ellos un diputado oposicionista. Este repudiable atentado fue condenado de ipso facto por las autoridades del gobierno bolivariano, así como en La Hojilla y en los distintos programas de opinión de los medios de comunicación de Estado y alternativos.

Sin embargo, me causa sorpresa que el derribo de una vulgar estatua de bronce inanimada --que representa la figura nada más y nada menos que la de un invasor responsable directamente de miles de muertos en la isla La Española-- haya sido condenada con muchísima más contundencia, haya recibido más pietaje en nuestros periódicos y medios de comunicación, y haya tenido más tiempo en el aire en los medios del Estado que la condena al asesinato de la señora Ron.

Cuán diferente hubiera sido que, en vez de estar Mario Silva y Roberto Hernández Montoya durante horas y horas, hablando (o escribiendo) de cuán malo es tumbar estatuas, cuán "malcriados", "idiotas", "vándalos" y "delincuentes" fueron los autores del hecho, y cuán peligrosas son estas personas ya que supuestamente están a punto de brincar la talanquera, más bien se hubieran dedicado:

A dar a conocer su muy respetable posición de que el tumbar estatuas está mal, respetando también a los que apoyan la idea contraria.

A explicar, sin embargo, quién fue Cristóbal Colón, por qué el propio Presidente Chávez lo ha condenado y por qué, si bien no es buena idea tumbar estatuas, en realidad es mucho más condenable el espectáculo comunicacional que vimos ese 12 de Octubre de parte de los medios privados de comunicación.

A explicar (no sólo a mencionar marginalmente) que hay otras formas de lucha pacíficas y legales, y nombrar los dos casos concretos de ese día: el de Conive con la estatua de El Calvario, y el de los indígenas de Anzoátegui con el Paseo Colón. E invitar a todos, de un lado u otro, a apoyarlos legalmente.

A regresar a nuestra línea permanente de denunciar las atrocidades de la oposición:
Recordar quienes fueron los que destrozaron la tumba de Alí Primera hace unas semanas.
Recordar quienes fueron los que tumbaron la estatua de Guaicaipuro durante las guarimbas (hecho ocurrido en marzo pasado en Los Nuevos Teques, donde oposicionistas utilizaron guayas y un Jeep; el 99% de la población aún desconoce este hecho, entre otras cosas porque nuestros medios del Estado no lo denunciaron, y porque ni el Conac, ni Fundapatrimonio ni el Minci se pronunciaron al respecto).
Recordar quienes fueron los que lanzaron escupitazos y palos a la manifestación de Diosdado el 12-O.
Y una larga lista de etcéteras.
Y si bien esto no justifica el derribo de la estatua (derribo que a mí me alegró mucho, por cierto), pues tampoco entiendo por qué los bolivarianos tenemos que echarnos tierra entre nosotros públicamente de una forma bastante agresiva, teniendo ya suficiente con unos contundentes comunicados del Minci y del alcalde Bernal, y por si fuera poco, de los medios privados de comunicación.

De verdad señores, si es aceptable caernos a insultos por unas diferencias con la estatua de un invasor, estonces también está bien caernos a insultos por las diferencias que hay en muchos municipios con los candidatos escogidos a dedo por el Comando Ayacucho. De esa forma, tanto Mario como Roberto están echando al pipote el lema de "unidad, unidad" que tanto ha costado mantener.

En fin, ¡se ha hablado tanto y tanto de la agresión sufrida por el pobre Colón, que algunos compatriotas deben estar pensando que él fue un prócer de la Independencia! ¿Por qué se han escrito tantos artículos sobre lo malo que es tumbar estatuas, y no sobre las cosas que hizo Colón? ¿Acaso tumbar una estatua es más condenable que invadir una isla, saquear sus riquezas y matar a sus habitantes?

Insisto: nuestra pauta comunicacional no la dicta Globovisión, ni tampoco nos imponen su agenda setting. Este canal se está regocijando porque por primera vez su línea informativa está dando un resultado que ni ellos se esperaban: lograr ponernos a pelear entre nosotros, públicamente y de una forma bastante agresiva. Ni siquiera con el asunto de las candidaturas municipales hubo tanta discusión pública, abierta y agresiva.

Al profesor Hernández Montoya, respetuosamente le pregunto: ¿estuvo bien el despliegue informativo de los medios privados durante el 12 de Octubre? Si no estuvo bien, ¿por qué nadie se dedicó a criticar eso? ¿Acaso ya nos estamos resignando a aceptar a los medios privados como son?

Por último, envío mis respetos al profesor Néstor Francia, quien luego de expresar su muy respetable desacuerdo con el derribo de la estatua, ha sido la única persona hasta ahora que ha pedido públicamente liberar o suavizar la pena de los 5 detenidos por los sucesos de ese día.


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Luigino Bracci

Estrecho colaborador y antiguo miembro del equipo editor de Aporrea. Bracci es un celoso defensor del Software Libre y de la libertad de expresión.

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