Actuando en representación del Sindicato Único Nacional de trabajadores del Hospital Universitario de Caracas (SUNTRA-HUC) nos encontramos en una ocasión especial para denunciar y al mismo tiempo poner atento, a nuestro Gobierno revolucionario y al público en general , pacientes o no de sus servicios médicos, de los gravísimos hechos en que viene derivando el derecho de los trabajadores del hospital a que se discuta y finalmente se termine de concluir un acuerdo satisfactorio de CONTRATO COLECTIVO que rija las relaciones entre la inmensa masa laboral (8.000T) que hacen vida en el centro de salud más importante de la Republica Bolivariana de Venezuela y las renuentes e inconsecuentes con sus trabajadores, de las autoridades administrativas del mismo. El caso es que desde el año 2008, como ya muchos lo saben fuera y dentro del mundo de la salud en el país, se ha discutido y aprobado 70 clausulas de la convención Colectiva de trabajo y desde hace 16 meses se viene difiriendo maliciosamente con el uso de un sabotaje persistente y contra revolucionario por la Junta Directiva actual del HUC ante la instancia de Mediación, Conciliación y Arbitraje del Ministerio del Trabajo la posibilidad y necesidad, en razón del derecho y la justicia, de la firma de un acuerdo colectivo de trabajo.
No obstante, queremos transparentemente dejar claro, que más allá de los derechos laborales que exigimos, merecemos y a los que tenemos derecho, nos preocupa tanto más que ello, la inoperante, por inescrupulosa e ineficiente, gestión de los servicios médicos prestados a los pacientes ususarios de la Institucion, cuyos únicos e ineludibles responsables no son otros que los integrantes de su actual Junta Directiva y especialmente su Director el Dr. José España.
El Hospital Universitario sufre un mal terminal y de no renovarse su Junta Directiva en lo inmediato sustituida por personas probas que ponga orden al caos que vive desde hace siete años, de lo contrario su colapso definitivo y su pérdida será inevitable. Para que se tomen estas medidas de emergencia y de reemplazo hemos presentado multitud de informes y plenas pruebas en todas las instancias gubernamentales del más alto nivel, sin embargo los enemigos de la salud pueden darse por satisfechas hasta ahora, más aún en el Hospital Universitario, donde parecen haber sido nombradas sus autoridades de forma vitalicia, en tanto que llevan ya siete años cometiendo infinitos desmanes y nada se ha hecho para sustituirlos. Se nos ocurre que se viene operando una especie de pederastia política que ejercieran abusivamente los directivos del HUC sobre quienes tienen el poder de seguirlos manteniendo en sus cargos. Es, desde todo punto de vista, inexplicable que se destruya esta institución y nada se haga para revertirla y emprender el urgente camino para rescatarla.
Por otra parte, dejamos asentado con la vehemencia a que las circunstancias nos llevan, ya que se ha tejido en los últimos días sobre nuestra organización sindical SUNTRA-HUC una serie de actos de ataques y agresiones violentas, que si bien en el transcurso de los últimos 16 largos meses cobardemente no ha comparecido la Junta Directiva del Hospital a las discusiones contractuales, se materializaba básicamente en amenazas a los afiliados , de persecución a los directivos a través de actos administrativos contrarios a derecho con suspensiones laborales a nuestros afiliados, demoras en los permisos de fuero sindical, procesos de despidos e incluso subterfugios legales como jubilaciones no solicitadas a alguno de nuestro directivos, guarimbeo de la nomina de afiliados y, en fin, la utilización de la ley con fines perversos para, no solamente irnos rebanando nuestros mejores luchadores hombres y mujeres de SUNTRA -HUC si no también, con el vano e inútil propósito de desmoralizarnos, obligando a huir en estampida a los afiliados cada vez que se activa algún beneficio laboral (ejemplo planes recreacionales de los hijos de los trabajadores, fiestas de adultos y niños navideñas, y por ultima la menos grave, es la constante amenaza al trabajador por estar Afiliados a SUNTRA-HUC).
Estas tácticas fallidas de la Directiva del Hospital y sus cómplices ubicados estos últimos en la contrarrevolución, nos hacen presumir que agotados los recursos que han utilizado por sus nulos efectos para intimidarnos, los han llevado - sólo es una presunción, repetimos, no poseamos aún prueba de su participación intelectual - al uso de una violencia más explícita. A esta reflexión se nos conduce a pensar a raíz de los últimos acontecimientos suscitados en fecha 22/04/2010 en la que la sede de nuestra organización fue atacada por una patota de pseudodirigentes de la CTV que golpearon brutalmente a algunos compañeros y compañeras, estos grupos armados de pseudolíderes pertenecen al sindicato de Hospitales y Clínicas, y se encuentran plenamente identificados y denunciados en las instancias correspondientes. Los “delincuentes” que no son realmente dirigentes, actuando bajo la modalidad de la cabilla, táctica bastarda propia de los años del dominio de los trabajadores por la CTV y que penosamente aun hacen vida en nuestra institución, estando ilegítimos e ilegales, y para colmo en el hospital no solo se les conoce sino se les tiene del todo identificados por estar en contra del Proceso revolucionario, ya que públicamente se han declarado contra el comandante Chávez. Entre ellos se destacan personajes como el Sr. Rada Wuilman y Francisco Bastidas quienes personalmente entraron intempestivamente, en la fecha antes indicada a las 3pm, a la sede de nuestro sindicato, alegando ser enviados por el jefe de Personal Ramón Nevado, arremetiendo contra cuatro de los directivos de este sindicato, entre ellos dos mujeres, camaradas y luchadoras de nuestra organización que tienen más de 55 años de edad concretamente, la Sra. Matilde Chávez y Yolanda Mendoza, a las cuales vejaron y golpearon sin contemplación . La inacción hasta ahora de la Directiva de este hospital, y del jefe de personal ante los hechos nos hace latir en su complicidad para que estos cabilleros inescrupulosos agredan no solo a nosotros sino a los trabajadores en general, que se encuentran temerosos y amenazados por estos vándalos.
Nuestra sospechas recaen necesariamente en la Directiva del Hospital Universitario y el Jefe de Personal , repetimos, este último brazo delictivo y operativo de aquella por la forma distensiva, despreocupada e indiferente con la que ha reaccionado ante estos últimos episodios de violencia, sospecha que se hace más intensa considerando los reiterados fracasos a sus variadas tentativas y acciones por aplastarnos, acallarnos y acorralarnos para que bajemos los brazos y erradicar a través de la violencia pura y dura la vitalidad con la que hemos emprendido nuestros objetivos y metas de reivindicar los derechos que asisten a los trabajadores del Hospital Universitario de Caracas. Hoy más que nunca esa fe inquebrantable por la justicia y por la revolución se ha renovado con mayores bríos, vigor y fuerza , esta no es una frase retórica, bien lo saben quienes nos adversan y desean acabar con nosotros, reiterando que no le tenemos miedo a nuestro enemigos y lejos de pensar en abandonar la lucha, nuestra firmeza por alcanzar lo que nos hemos propuesto haciendo prevalecer los derechos de los trabajadores de la HUC, está blindada de las esperanzas en que se han nutrido y se nutren las grandes jornadas y victorias de los revolucionarios de ayer y de hoy.
Gladys Montenegro, Ana Montoya, Placido López, Julio Oropeza, Yolanda Mendoza, Enmauel Prado, Vicente Fernández, Matilde Chávez, Matitza Medina, Luís Tineo, Noraida Galantón, Reina Pino, y Maria Sequera