Damasco, mayo 1° - Siria condenó este miércoles el intento de “golpe de Estado” en Venezuela, considerando que su fracaso era un “duro golpe” para Estados Unidos, a quien acuso de llevar a cabo una política de “desestabilización” en ese país, según la agencia oficial Sana.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó el martes que la “escaramuza golpista” de los soldados que se unieron al opositor Juan Guaidó saldó en fracaso, en un país sacudido desde hace varios meses por una de las peores crisis de su historia.
Las autoridades de Damasco “condenan firmemente el intento de golpe de Estado fallido” en Venezuela, indicó una fuente del ministerio sirio de Relaciones Exteriores, según informaciones de Sana.
“El fracaso del intento de golpe de Estado es un duro golpe para la administración estadounidense y un completo fracaso de su política”, añadió la fuente.
Ésta acusó a Washington de “continuar con su política para desestabilizar Venezuela por todos los medios posibles, sobre todo el embargo económico” para situar al país “en la órbita de la política de Estados Unidos”.
La Casa Blanca instó el martes al ministro de Defensa venezolano y a otros responsables del ejecutivo de Maduro a apoyar al opositor Juan Guaidó, cuando este reivindicaba el apoyo de un grupo de “valientes soldados”.
Además, Washington impuso un embargo el pasado domingo sobre el petróleo venezolano.
Desde el 23 de enero, Venezuela vive una crisis inédita, marcada por una contestación al poder del jefe del Estado y por la autoproclamación de Guaidó como presidente interino.
Más de cincuenta países, incluyendo Estados Unidos, reconocieron a Guaidó como presidente encargado, considerando ilegítimo el segundo mandato de Nicolás Maduro tras unas elecciones que la comunidad internacional calificó de fraudulentas.
Por su parte, Maduro cuenta con el apoyo de varios países como Rusia, Cuba, China, Corea del Norte, Irán, Tuquía, Bolivia, México y Siria, entre otros.
Durante una visita a Siria a principios de abril, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, afirmó que su país quería evitar un conflicto similar al que ha devastado Siria desde 2011.
