¿A quién carajo del gobierno de Uribe le puede importar su propia gente cuando ellos les matan de mil maneras posibles?
¿Por qué ustedes, KARA E´ KULO Jaime Bermúdez y la familia Santos, no le impidieron venir a Venezuela a esos de cientos de paramilitares que ingresaron a nuestro país para tratar de matar al presidente Chávez? ¿Por qué ustedes hijos de puta no controlan sus fronteras con nuestro país a donde llegan miles de colombianos escapando de sus aberrantes represiones y masacres? ¿Por qué ustedes no controlan el brutal negocio de la droga y de la extracción de gasolina, el contrabando en general?
Eso es lo que deben hacer, y dejar de seguir perturbando el planeta junto con sus maulas los gringos.
Están los campos de la Nueva granada llenos de fosas las más grandes del mundo, de osamentas por doquier, plagados de minas quiebrapatas, la gente desplazándose por la guerra: huyendo de los paramilitares, de la guerrilla, de los criminales ejércitos uribistas... Por doquier falsos positivos, diarias decapitaciones, cortes “francés” o “corbata”, y… vienen ahora estos malditos cursis como el KARA E´ KULO Jaime Bermúdez y su par el vicepresidente Santos a pretender decir que quieren proteger a sus ciudadanos y que no vayan a Venezuela porque estarían en peligro. Esa gente que se viene a nuestro país ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SÍ SABE QUE EL RIESGO ES QUERER QUEDARSE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Los canallas santanderistas no encuentran qué hacer para tratar de ofender a nuestro país, para inventarle crímenes que son ellos los que los cometen todos los días de la manera más impune y monstruosa, para ahora advertirles a sus conciudadanos del peligro que existe al venir a Venezuela. Ojalá eso fuera cierto y realmente se cumpliera, que se parara esa migración espantosa, pero ellos son los primeros que la crean y la empujan. Malditos hipócritas y fariseos. Se matan como perros, viven inmersos en la droga, es el país donde más se violan los derechos humanos; millones se han venido a nuestra tierra porque allá les matan y valen menos que una pulga, pues bien lo que deberían hacer el Kara e´ Kulo canciller Jaime Bermúdez, Uribe y los Santos es pedirle a sus millones de sus conciudadanos que hoy se encuentran en la patria de Bolívar de que se vuelvan a su país. Esa debería ser la solución, en lugar de hablar tantas inmundas sandeces.
Primero saltó KARA E´KULO Bermúdez pidiéndole a sus neogranadinos que no vayan a Venezuela, y luego saltó el patuleco Francisco Santos afirmando que fue “una imbecilidad” que su gobierno no advirtiera con anterioridad a los colombianos sobre el riesgo que implica viajar a Venezuela. No es que viajan, viejo pendejo (o que te haces el pendejo) es que vienen huyendo de tu país como pueden, dejando lo que sea a su paso. Traten entonces ustedes de detenerles que son sus propios asesinos.
De seguir esa escalada con envíos de grandes gandolas cargadas de malandros, espías, asesinos y narcotraficantes, no habrá cárcel en el mundo que pueda contenerlos. Las noticias nos traen que al caso de las recientes detenciones se sumó a otras ocurridas en marzo, en una zona del norte de Venezuela, de 12 colombianos, descritos como “paramilitares”. En octubre del 2009 se reportó a la vez la muerte de ocho colombianos baleados por desconocidos en Táchira, una región en la frontera con Colombia. Dice ahora el patuleco Santos que en Venezuela lo que está sucediendo “con los colombianos es que usted, por ser colombiano, lo tienen como en la mira y lo que hemos visto con este grupo de ciudadanos (detenidos recientemente) es que los arrestan o en algunos casos los matan, y en ningún caso… hay ninguna decisión judicial… Por eso creo que es tan importante esta advertencia de decirle a todo colombiano que va a ir a Venezuela: ‘mire, tenga cuidado, tenga cuidado porque lo que está pasando en Venezuela es esto”.
“Haberse callado, eso sí es una imbecilidad”, agregó el patuleco. De modo pues que estos bandidos viven de agresión en agresión contra Venezuela evidentemente en un plan mundial organizado contra nuestro país y cuya batuta la lleva la canalla de Uribe.
