¡Cómo me destrozaron cuando mandé a Juanes al carajo!

Yo no entendía aquella euforia: “¡Ay, qué cosa tan buena: Juanes cantará en La Habana!” La misma banda de los lameculos del imperio que pocos meses atrás habían montado un show por la paz en Cúcuta, con el sólo interés de atacar al gobierno revolucionario del presidente Chávez. El exilio duro mayamero le dio luz verde al concierte, lo apoyó Hillary Clinton y los “presos políticos cubanos” estallaron en un comunicado: "Estamos conscientes de que este concierto es sólo un paso en nuestro objetivo de reconstruir la Patria, y nos duele que no puedan participar más artistas residentes en Cuba y en el exilio. Somos un solo pueblo. Sin embargo, por este camino se impondrá la racionalidad y en fecha no lejana podremos disfrutar juntos de la cultura y tradiciones nacionales".

Qué bárbara ridiculez, y los estremecimientos por la red en mi contra fueron de delirio. Hasta Aporrea frenó mis réplicas y quedé apabullado. El Juanes pues logró convertirse en todo un “héroe de la ternura y la sindéresis”, consiguió que se dispararan las ventas de sus bazofias (lo que en realidad le interesaba), lo pusieron en Miami al nivel de un Gandhi, recibió felicitaciones de uribistas y fidelistas.

Como digo, pocos meses antes de formar montar su concierto en La Habana, estuvo Juanes en la frontera con su rumba por la paz, pero no lo hizo con un solo conjunto o con un solo cantante revolucionario cubano o venezolano. En ese concierto por la Paz sin frontera, lo que se destacaba era pura preventa comercial y el re-lanzamiento promocional de los eternos temas frívolos que corren por todas las rockolas del mundo. Yo me atengo a lo que dice el Che Guevara, que revolucionario es aquel que es capaz de estremecerse ante las injusticias humanas, pero todos los amigazos de Juanes viven echándose aire en Miami. No tienen piel, no tienen sangre ni mucho menos voluntad para estremecerse sino por la bola de dólares que les promete el negocio de las grandes disqueras. Me gustaría preguntarle a Juanes si sabe algo de Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, sobre quienes fue derramado el más supremo odio irracional de la contrarrevolución gusanera de Miami y del gobierno de Estados Unidos. Cuántos de los que odian a los cinco héroes adorarán a “Camisa negra” de Juanes, y precisamente porque eso de la camisa negra (o parda) huele a fascismo puro, a negocio mercantilista puro, a pantallismo sensacionalista puro.

Cojan casquillo.

La sampablera que se formó por mi artículo “Juanes al carajo” llegó hasta ciertos centros de altos estudios de filosofía de La Habana. Uno esperaba de todo menos que comunistas cubanos se indignaran conmigo por mandar a Juanes al carajo. En todo caso, las reacciones vinieron a confirmar todo lo que en ese artículo sostengo. E insisto, lo de Juanes es música de mierda, música con ritmo comercial para embaucar pendejos, todo a la medida de esa melodía repetitiva, vacua, burda, sonsa para hacer mover culos aburridos y sin cerebro. La cosa no deja de ser decepcionante y deprimente. Yo les aseguro que en Caracas ningún revolucionario bolivariano se desviviría por pedir que Juanes venga y les cante en el 23 de Enero o en El Silencio. En esto le damos cincuenta mil palos a esos miles de cubanos “socialistas”, que pareciera que no acabaran por diferenciar en el caso de la música lo que es mierda comercial y lo que es realmente creación genuina y pura, latinoamericana. Por ejemplo, yo soy un entusiasta admirador de la música de Carlos Puebla y conservo con cariño sus canciones. Yo estuve, en 1959 en la Asociación Venezolana de Periodistas, AVP, cuando don Carlos Puebla vino a Venezuela. Aquello se llenó, pero entonces apareció la policía política de Rómulo Betancourt, la DIGEPOL, y le quitó la guitarra a este gran cantante cubano, entonces Puebla cantó a capela. Aquello sí valía la pena ir a verlo, no a un abominable y uribista de Juanes.

Carlos Puebla llevaba la voz de la revolución en su canto, no eses gimoteo gritón del libre mercado de los Bosé, del Alejandro Sanz, del Ricardo Montaner, de las Shakira, de los Carlos Vives. Cuando estos uribistas se reunieron en Cúcuta, en la frontera, en aquella bazofia que se organizó contra el presidente Chávez, gritaban junto con los escuálidos que habían ido del Táchira: “Libertad, libertad, libertad”. Es decir, gritaban contra el “tirano venezolano que los aherrojaba y torturaba”.

Pero veamos algunos de los juicios que se dispararon a raíz de mi artículo “Juanes al carajo”. De los que estuvieron a favor de Sant Roz:

“Como me gustaría escribir como usted lo hace, felicidades”,

“Fuera los Juanes de cuba, mejor que vayan a cantarle a la Hillary”

“Todos estos, como el Carlos Vives, el dominicano Juan Luis Guerra, el apestoso gachupín de Alejandro Sanz, el torcido de alma y cuerpo Miguel Bosé y el adeco Ricardo Montaner, estos personajes deberían de regalar, donar lo que tiene y seguir a Chávez, a Evo, a Castro, para que le enseñen la solidaridad humana, y no la capitalista que ellos pregonan, cubanos revolucionarios ustedes tiene mejores cantantes al servicio del pueblo, todos rechacen a estos señores”;

“Antes el capitalismo usó al Papa, ahora utilizan a estos cantantes para destruir lo que al pueblo le ha costado construir”;

“No, a estos seudo-cantantes, que le cantan al romanticismo kapitalista”.

Como en mi artículo critiqué a la mierda Disney, otros sostenían:

“Los dibujos de Disney son eminentemente doctrinarios, adoctrinan la mente de los niños y los prepara a aceptar la irracionalidad del mundo capitalista, la normalidad del rico, el pobre, la princesa, el amor casto, etc. Son pura bazofia en realidad. ”

“Las películas almibaradas de Disney no eran tan inocentes.”

“Disney sentía una profunda desconfianza por los sindicatos. En 1947, durante los primeros años de la “Guerra Fría”, testificó ante el Comité de Actividades Antiamericanas, y denunció a Herbert K. Sorrell, David Hiberman y William Pomerance, antiguos empleados y activistas sindicales, como agitadores comunistas. Disney explicó que la huelga de 1941 había formado parte de una estrategia del Partido Comunista de los EE. UU. para ganar influencia en Hollywood. Existen documentos (http://foia.fbi.gov/foiaindex/waltdisney.htm)] que demuestran que Disney actuó secretamente como agente del FBI desde los primeros años de la década de 1940 y que en 1954 fue ascendido al rango de "agente especial de contacto" por orden directa de Hoover. Estos documentos demuestran también que los guiones de algunas películas fueron modificados a instancias del FBI. Una de las preocupaciones de la organización gubernamental era la imagen que de sus agentes se daba en los filmes Disney.”

Alguien anotó: Ánimo compañeros porque los comentarios a esta noticia son para acojonar.

LOS QUE ATACARON OFENSIVAMENTE Y A MUERTE A SANT ROZ:

“a otro lado....santuroz, ¿de qué marca son tus zapatos, tu computadora, tu reloj, ? supongo todos son de marcas socialistas ...”

“MEJOR SUICIDATE.......GANARIAMOS MUCHO SIN TI”

“Y SIN TUS PENDEJADAS........PENDEJOS LOS DISQUE ARCHIREVOLUCIONARIOS COMO TU SANTUROZ”

Otros se desbocaron y lanzaron miserias como estas: “Me parece del carajo que Juanes vaya a Cuba, el va a ver un pueblo feliz, culto y socialista. Y lo de Walt Disney, es verdad, yo también y usted Sr. St. Roz, nacimos y fuimos criados con el pato donald y supermán. Es que acaso usted tomó teteros de vodka stolisnaya y se le creció el cerebro con tanta ideología soviética”, malinterpretando estúpidamente lo que sostengo en mi artículo que ni defiendo rusos stalinistas ni ando negando que llegué a ver esas mariqueras de Walt Disney. Pero que a estas alturas salga a decir: “Qué vaina tan buena es Disney”, es otra cosa.

Pero la ferocidad y ridiculez de otro alcanzó dimensiones delirantes, que aunque sé que son muy aisladas no dejan de ser sorprendentes en un país que lleva cincuenta años de revolución socialista. Veamos: “Que cante Juanes y que canten todos, eso no cambia en nada al pueblo heroico de Cuba. ¿Que marca son sus zapatos, Sr. Santuroz????” Veamos a este otro: “Pero que tipo más intolerante este. Seguro se sentiría requete a gusto en un teatro de la rumania de ceausesco en donde había que tocar unos cuantos himnos algunos en honor a el o su esposa antes del programa oficial de conciertos. Walt disney ha pasado a la historia por ser un genio creador de fantasías que han alegrado la niñez de muchos alrededor del mundo y eso no tiene nada que ver con socialismo o capitalismo. Tan genial como lo pudo ser un Marx o un Einstein en su campo. Yo crecí con disney y juan padron que es nuestro genio cubano también y muchos recordaremos. Si a usted no le gusta un artista, simplemente no oye su música y menos va a sus conciertos y remedio santo. Y no por eso tiene que vomitar lineas de intolerancia en contra del gusto ajeno. EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ.”

Aquí coloco a esta otra posición de otros cubanos: “Pues a mí me gusta Shakira y Silvio y Metallica y Zeus y Mozart y Lecuona y Adalberto y Benny More y The Clash y Kortatu y U2 y Leño....y me considero un revolucionario...no uniformes los gustos. Luego hay actitudes asquerosas y el mercado capitalista del negocio musical es una mierda, pero en Cuba gustará ver a Juanes y a cualquier otro que haga buena música y rompa el bloqueo...por eso la mafia anticubana está tan nerviosa.....en el fondo es una ruptura del bloqueo.”

Esta otra: “por favor señor escritor del artículo, yo soy cubano nacido y criado en Cuba, nací con el pato Donald y me moriré con él y no por eso dejo de ser cubano y revolucionario, de donde sale usted?, usted debería estar en Miami, hablando con los otros estúpidos que dicen que Juanes no debe cantar en Cuba, pero por diversas razones, a mi que me importa que sea Uribista, eso es asunto de los colombianos, Silvio es fidelista y eso no es asunto de nadie mas que de los cubanos. A veces da repugnancia leer la intransigencia de algunos que se dicen revolucionarios y de izquierda. Es la primera vez que me motiva tanta falta de tolerancia de alguien a escribir un comentario, a gente así no deberíamos dejarla entrar en Cuba, y si se dice amigos, como cubano no quiero un amigo así”.

Otra: “y que chico?, por eso te crees que estamos jodidos?, pues no compadre, asi somos los cubanos y si no te gusta no vengas mas, total si solo vienes a Congresos, difícilmente dejes algo para beneficiar a nuestra economía, ya teóricos tenemos bastantes, y así somos los cubanos, te guste o no”.

Otra: “"a mi que me importa que sea Uribista, eso es asunto de los colombianos," (!!!) (!!!) (!!!) (!!!) (!!!)”

Otra: “Hediondez, llanto y calumnia, es lo que sale de la boca de los anticubanos, que dieran la vida, por poder asesinar a Juanes, para que no venga a Cuba, cuanto egoísmo y maldad en sus pobres palabras de frustrados por ignorancia.”

¡Qué tal!


jsantroz@gmail.com


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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