¡Rey: rufián, fachoso… y un símbolo como el himno o la bandera!

Al Rey: vago, mantenido, rufián y fachoso «Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias», o dicho de un modo breve: Juan Carlos Borbón y Borbón, le salió un zambo a su paso en la XVII Cumbre Iberoamericana en la ciudad de Santiago de Chile. Así es, le salió al paso un zambo con dignidad mestiza de 500 años de preclara actitud, cuando acusaba al no menos reptil y declarado fascista José María Aznar de vulgar injerencista y entrometido en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela.

Chávez definió al anuro Aznar de “fascista y racista”, y lo condeno por sus injerencias conspirativas en contra de él y del gobierno Bolivariano, y por interferir “vulgarmente” en los “asuntos internos de Venezuela”. Este bichito o esperpento al que solo le falta rebuznar, se ha dedicado desde que fuera presidente de España y con más ahínco ahora como ficha del imperio (después de haber dejado el poder monárquico español), a despotricar, descalificar y ofender a Chávez en todo el continente latinoamericano, y venderles la idea a esos mandatarios con su cara de servil reptil del imperio yanki, de que Chávez no es un demócrata sino una ficha del comunista Fidel Castro, y que llevará a Venezuela no por la senda de la democracia sino por la del comunismo y la miseria.

El monarca, ante la dura y firme arremetida del mestizo revolucionario contra el anuro Aznar, se sintió tremendamente aludido y ofendido, y de seguida le espetó en altanero acento imperial al camarada Chávez ¡porque no te callas!

Ese arrogante y colonial comportamiento del rey se debió a que el muerto tiene dolientes, porque este rey como jefe de la política y diplomacia exterior española tanto del actual gobierno como durante el mandato del fascista Aznar, fue él quien autorizó o le dio el visto bueno en el 2002 (en pleno golpe de estado) al embajador español para que le presentara credenciales a la ultrarradical dictadura de Carmona Estanga. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el bichito Aznar y el rey Juan Carlos son a todas luces dos caimanes de un mismo pozo, y sin que quede ninguna duda son también ¡Vulgares fascistas y racistas, con piel de caricatua!

Con razón el Libertador Simón Bolívar para darle un parao (en su tiempo) a la codicia, soberbia, brutal barbarie y a los desmanes genocidas del imperio colonialista español contra nuestros patriotas, promulgó el Decreto de Guerra a Muerte que decía: “españoles y canarios contad con la muerte, aún siendo inocentes”. ¡Ese pequeño hombre con pelo en el pecho y con las bolas bien puestas, a quien mentaban el Libertador, sí tuvo guáramo!

El desprecio que tiñó a los arrogantes monarcas españoles desde tiempos de la conquista, se pensaba ya superado y eliminado, pero no fue así con el bufo rey Juan Carlos Borbón en la Cumbre de Santiago de Chile al que se le salió el bruto colonialista de otras épocas, y al mandar a callar groseramente a Chávez en esa cumbre.

Este bufo rey quedó al descubierto defendiendo con soberbia imperial al fascista Asnar, cuando Chávez acusaba a ese esperpento “fascista de siete suelas” por su reiterada intromisión (ahora y desde que era presidente de España) en los asuntos internos del gobierno venezolano. El comportamiento del rey rufian tiene su origen en que él y Asnar como batracios del mismo pozo , además de vulgares fascistas, son fichas y serviles reptiles a sueldo del imperio norteamericano.

¿ES UN DEMÓCRATA EL REY DE ESPAÑA? ¿QUIÉN NOMBRÓ AL REY DE ESPAÑA? Dicen y afirman los cronistas políticamente correctos, que Juan Carlos Borbón (el rey flojo) participó activamente de la política y el gobierno dictatorial de Franco, llegando a presidir las celebraciones del ilegítimo Consejo de Ministros y formando parte de los órganos de poder instituidos por quienes iniciaron la Guerra Civil Española, contra el gobierno de Azaña, Largo Caballero y Negrín, quienes accedieron a sus cargos mediante elecciones libres y democráticas.

A Juan Carlos, rey de España, le nombró “rey” el militar golpista Generalísimo Francisco Franco, en julio de 1969. Y hoy en día esa decadente monarquía se ha ido reduciendo y en la actualidad se limitan hasta llegar a lo que se ha dado en llamar la “monarquía parlamentaria”, en la que supuestamente, la figura del monarca se limita a ser un símbolo, como el himno o la bandera.

Basta haber leído el tercer punto del primer artículo de la Constitución Española: «La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria»–, y por tanto, como sabemos que la monarquía parlamentaria es un símbolo, se concluye: “la monarquía es un símbolo”.

joseagapo@cantv.net


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Jose Agapito Ramirez


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