La CIA, el mayor narcotraficante del planeta

Los señores de la droga (*)

Durante los últimos cincuenta años la CIA ha estado implicada de una manera u otra en todos los grandes mercados del narcotráfico mundial. En los años 60 y 70, coincidiendo con la guerra de Vietnam, el mundo vio como el tráfico y consumo de heroína alcanzaba niveles históricos gracias al flujo de drogas que la CIA importaba ilegalmente del Sudeste asiático.

La guerrilla antisoviética de Afganistán, liderada por Osama bin Laden y patrocinada por la CIA, encontró en la heroína una fuente inagotable de ingresos. La epidemia de crack que asoló los guetos negros de EU sirvió en su momento para que la CIA financiase a la Contra nicaragüense a pesar de la prohibición expresa del Poder Legislativo estadounidense.

Son muchos los líderes negros que piensan que la introducción del crack en sus comunidades, fue una forma de limpieza étnica ejecutada premeditadamente por la CIA con el beneplácito de otros poderes. En ese mismo tenor, no puede menos que causar sorpresa descubrir que la CIA se ha encontrado detrás de buena parte del tráfico internacional de estupefacientes, con cuyos beneficios ha financiado guerrillas, golpes de Estado, asesinatos y otras operaciones clandestinas a lo largo y ancho del planeta.

¿Cómo se financió la Contra nicaragüense y cómo nace el crack?

Una serie de reportajes publicados por el periodista Gary Webb en el rotativo californiano San José Mércury News, denunciaba la participación de la CIA en el tráfico internacional de cocaína para, entre otras actividades clandestinas, financiar a la Contra nicaragüense. El trabajo de este reportero se centraba en las andanzas de una pareja de narcos nicaragüenses –Danilo Blanson y Norvin Meneses— que traficaban con cocaína con el fin de recaudar dinero para la Contra nicaragüense. Su contacto en EU era Ricky Donell Ross –más conocido como Freeway Rick— el mayor traficante de la Costa Oeste y una verdadera leyenda en el mundo de la droga en EEUU:

¿Sabéis cómo se siente un tipo cuando se da cuenta de que Dios le ha puesto en el mundo para ser predicador? Pues yo creo que Dios me puso en el mundo para ser el hombre de la cocaína (La plegaria de Freeway Rick)

Freeway Rick obtenía enormes beneficios transformando la cocaína en crack, que era distribuido en forma de dosis baratas por todo el sur de California:

Esta rede narcotraficantes abrió la primera conexión entre los carteles de la droga colombianos y los barrios negros de los Ángeles, ciudad que ahora se conoce como la capital mundial del crack.

El crack es considerado como la droga más adictiva de cuantas existen en el mercado. Su aparición en las calles es un fenómeno relativamente reciente. En 1985 The New York Time mencionó por primera vez la existencia de “una nueva droga llamada crack”. La inusitada expansión que experimentó en los EU su consumo, hizo que apenas un año después el mismo rotativo equiparase el crack, en cuanto a su importancia en la vida estadounidense, con la Guerra de Vietnam o la caída de Nixon.

Gary Webb reveló en las páginas de su periódico que se pensaba inocentemente que el crack había sido una consecuencia lógica del comercio de drogas. Pero para poner la cocaína al alcance de la gente de pocos recursos y naturalmente ampliar en forma impresionante el hasta entonces reducido mercado de la cocaína, se inventó el crack…que se puede adquirir a un precio 10 o más veces menor que la cocaína. Y Freeway Rick, como el “designer” de esta colosal droga, fue quien pudo abrir un nuevo nicho de mercado a través de la cocaína barata que le ofrecían los Contra nicaragüenses. Mediante el método denominado ‘blow up’, cocinaba la cocaína mezclada con procaína (un potente anestésico) logrando de esta manera transformar el polvo en rocas que podían ser fumadas en una pipa de cristal.

Por cada kilo de cocaína, Ross (alias Freeway Rick) lograba tres kilos de sustancias fumables, que además, eran muchísimo más potentes, por lo que se podía multiplicar el número de dosis resultante de cada kilo de cocaína y, a la vez, reducir el precio. ¡Había nacido el crack!

James Mills, autor de “El imperio subterráneo”— una de las más importantes obras sobre el tráfico internacional de drogas— recoge los frecuentes devaneos de la CIA con las drogas como forma de financiación fácil, rentable e imposible de rastrear: No es necesario ser un detractor de la CIA para comprobar con creciente asombro cómo, uno tras otro, los grandes carteles de la droga de todo el mundo tienen vínculos de algún tipo con la inteligencia estadounidense.

(*)Santiago Camacho, Hidalgo “Las Cloacas del Imperio” – 1° ed. Buenos Aires: El Ateneo 2004


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José Agapito Ramírez


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