El absolutismo de Donald

Todas las formas de gobierno conocidas en el mundo occidental fueron inventadas por los ricos y poderosos para acrecentar y consolidar el poder y sus riquezas, así mismo, vivir de la explotación de la clase trabajadora. Se conoce hasta ahora la tiranía, la monarquía, la dictadura, el imperio y la democracia, sin embargo, ninguno de dichos regímenes ha logrado resolver los problemas fundamentales que agobian a los humanos desde hace siglos.

De la monarquía se conocen dos tipos, la absoluta y la constitucional. En la primera el sistema político el poder está concentrado en un rey, quien ejerce el gobierno sobre el Estado y sobre los ciudadanos sin limitaciones. En los regímenes absolutistas, el monarca no está sujeto al control de otras instituciones como el parlamento o la constitución.

La monarquía parlamentaria es una forma de gobierno con sistema representativo en la que el rey ejerce la función de jefe de estado bajo el control del poder legislativo (parlamento) y del poder ejecutivo (gobierno). Las normas y decisiones emanadas por el Parlamento regulan no solo el funcionamiento del Estado sino también la actuación de las funciones del propio rey. La monarquía parlamentaria es una forma de gobierno con sistema representativo en la que el rey ejerce su función de Jefe de Estado bajo el control del poder legislativo (parlamento) y del poder ejecutivo (gobierno).

Ejemplo de monarquía absoluta se encuentra en Francia bajo el reinado de Luis XIV (1643-1715), la de Prusia con Federico II (1740-1786), la de Rusia bajo el poder de la dinastía Rumanov y la de España y Austria, las cuales estuvieron dominada por la dinastía Habsburgo (XIII-XVII). En la actualidad la vieja Europa mantiene en algunos países monarquías parlamentarias como es el caso de España, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Noruega, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Liechtenstein y Mónaco.

La dictadura es el régimen que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales. Durante el siglo XX fueron numerosas las cruentas dictaduras militares latinoamericanas que fueron apoyadas por diferentes regímenes de EEUU.

Todo lo anterior me viene a mi pensadora como consecuencia de la actuación del rubicundo Donald durante su segundo mandato. En el entendido, que, de acuerdo con sus actuaciones, tanto el ámbito nacional como en el internacional, está más alejado de la democracia burguesa y más próximo a la monarquía absoluta o, a una dictadura. Esto es evidente dado que muchas de las iniciativas tomadas por el gordinflón son muy semejante a las de un rey absolutista o a las de un tirano.

Sorprende cómo la derecha internacional, haciendo uso de los medios de comunicación, califica de dictadores a los presidentes de Nicaragua, Cuba y Venezuela, a pesar que la democracia venezolana, producto de elecciones universales directas y secretas, además, está sustentada en cinco poderes (legislativo, judicial, ejecutivo, electoral y ciudadano). Acusan al presidente Maduro de tirano utilizando "fake news" cocinados en laboratorios especializados para desprestigiar a los presidentes que no acepten la sumisión al Departamento de Estado de EEUU. Sigamos leyendo para opinar sobre la verdadera actuación de un dictador:

Actualmente el gobierno de EEUU, dirigido desde Washington por el rubicundo Trump, es una falsa democracia arropada con una capa de monarquía absolutista y una vestidura elegante para esconder la tiranía. Lo anterior no es exageración, en al país del Tío Sam se están cometiendo todo tipo de atropellos que acercan al gobierno no a una democracia burguesa, sino al de una autoridad incondicional de un rey o quizás, al régimen totalitario que no le rinde cuenta a nadie.

Es notorio que muchas de las actuaciones del colorado Trump son decididas sin consultar a las instituciones, como el Congreso, que es el organismo que debe aprobar o desaprobar tales procederes. Muchas de esas acciones están vinculadas con la violación de los derechos humanos y de las libertades individuales. Esto se advierte en la persecución, encarcelamiento y secuestro de los migrantes latinoamericanos y de todas partes del planeta en campos de concentración ubicados en El Salvador y en EEUU. Estos expatriados se fueron a EEUU por millones a laborar y no a transgredir la ley. Sin embargo, el trato que se les da a tales infelices es el de delincuentes, violando el derecho a la defensa de toda persona que es detenida por funcionarios policiales (ICE). Agentes de inmigración quienes actúan de forma inconstitucional ya que arremeten contra los detenidos con el rostro oculto, es decir, una justicia actuando de manera secreta e ilegal. Me recuerda cuando los reyes mandaban sus tropas para cobrarle los tributos a los siervos y para esto se valían de látigos y palos.

Son notorias las acusaciones y los calificativos del gordinflón Trump hacia otros presidentes negados a proceder como su servidumbre, para ellos utiliza calificativos de narcoterroristas, como a Petro y a Maduro. A dichos jefes de estado los acusa de jefes de carteles de drogas, traficantes de armas, asesinos y lo peor de todo, en ningún momento el colorado entrega una evidencia de tales imputaciones. Parece que el nuevo dictador del planeta desconoce que tales gobernantes fueron elegidos por la misma vía (por el voto) por la cual él fue designado. Su magistratura no está por encima que la de cualquier otro país democrático o no.

Es sabido por todo que el gobierno de EEUU requiere del permiso del Congreso para declarar una guerra, sin embargo, ya es noticia el despliegue de destructores, aviones, portaviones, drones y submarinos nucleares en aguas del Caribe, sin haber solicitado la anuencia y la aprobación del parlamento, en una supuesta guerra contra el narcoterrorismo. Seguido de tal de tal acto inconstitucional el gobierno de Trump es culpable de bombardeos de lanchas y de la ejecución de más de 60 personas acusadas de narcoterroristas y lo más abominable de todo, es que el dictador, el rey, el sheriff del planeta, no ha presentado ninguna evidencia de los sacos de narcótico presentes en las lanchas y las pruebas de la nacionalidad de los navegantes asesinados, de aquellas naves no quedó nada. Estamos en presencia de un crimen de lesa humanidad donde se le negó el derecho a la defensa de los involucrados, procedimientos estos ajustados a la aciaga operación de una dictadura.

Una de las bondades de la democracia es el respeto por las instituciones y el acatamiento contemplado en los códigos donde se sustenta la acción del gobierno. Para el rubicundo Trump esto es pura teoría, la praxis para este dictador tiene sus propias reglas. Es por eso que puede detener a un alcalde esposado o apresar brutalmente a un senador de la república, reanudar las pruebas de armas nucleares sin importar su demoledor efectos, modificar el patrimonio histórico de la Casa Blanca para convertirla en una agencia de festejo, destituir a juez que no sea complaciente, asumir la autoridad de un estado, algo que le corresponde al gobernador, despedir funcionarios que no acaten sus órdenes, insultar y vejar a los periodistas en las ruedas de prensa que le hagan preguntas que al tirano no le guste, entre tantas descomedimientos que diariamente son resaltados en la prensa y en la redes sociales.

Ciertamente, ya la comunidad internacional está consciente que las informaciones del presidente de EEUU no pasan de ser bravuconadas que nada tienen que ver con el manejo del gobierno, es el caso de los aranceles internacionales, estos son utilizados como arma política y económica para sojuzgar a otros países. Similar al uso que hace de las medidas coercitivas ilegales, que hasta ahora no han tenido el efecto demoledor que Trump esperaba: ejemplo de esto lo demuestran las sanciones contra China, Rusia, Venezuela y Cuba. Y cuando esto no funciona el rubicundo Trump amenaza con derrocar a un gobierno, tal como pretende hacer con el gobierno de Maduro. Este tirano, este rey absolutista se arrogó el derecho de derrocar a las administraciones que no les son sumisa y para ello utiliza los servicios de la CIA y mercenarios al servicio de EEUU, tal como lo vienen haciendo desde hace más de un siglo. Venezuela, desde que Chávez asumió el gobierno y ahora con el presidente Maduro en la presidencia, de eso hace más de veinte años, se mantiene una amenaza permanente contra el gobierno y contra el pueblo, coacción que se ha transformado en criminales acciones, tales como intento de golpe de estado, violencia pública, destrucción del patrimonio público y privado, robo de los recursos nacionales ubicado fuera del país, intento de magnicidio, saboteo de los servidos públicos, invasiones, sanciones económicas, entre tanto daño que le hace a los venezolanos el tirano Donald Trump. Para conseguir todos estos aciagos objetivos el rey absolutista cuenta con su mejor aliada: la "premio Nobel de la paz" María Corina Machado.

Es risible como los medios de comunicación tildan de dictador a Maduro y jefe de un cartel de drogas, al igual que al presidente colombiano Petro con respecto al tráfico de estupefacientes, lo que se niegan a aceptar todas las administraciones de EEUU es que el gran cártel del negocio de las drogas está en EEUU, el país de mayor consumo de sustancias ilícitas. Es tiempo de que el congreso de EEUU y su pueblo, así mismo, como la comunidad internacional le bajen los humos de la cabeza al gordinflón Trump, un solo Hitler le bastó a la humanidad. Bien lo dijo el filósofo Platón: "No hay hombre que, revestido de un poder absoluto para disponer de tos los asuntos humanos, no sea víctima de la soberbia y la injusticia" Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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