"Más vale maña que fuerza" reza un refrán español muy conocido, en relación con la superioridad de la inteligencia por encima de la fuerza bruta, sin importar el ámbito ni contexto, que no solo se utiliza para recomendar tal actitud en acciones concretas, sino que también se utiliza para aplicar a la vida cotidiana y otras circunstancias, tal y como ha sido el caso de la nave británica de guerra que llegó a las costas guyanesas para llevar a cabo unas maniobras militares (de ofensiva) en un momento crucial de la disputa territorial por el Esequibo.
Operación que conllevó un despliegue aeronaval táctico en la Zona Atlántica, que ordenara el presidente Nicolás Maduro en su condición de comandante en jefe de la Fanb, con la solidaridad del pueblo venezolano bajo diversas manifestaciones, todo lo cual indujo a la salida ipso facto de la nave UK, que al coartar su singladura motivó el consiguiente repliegue del contingente movilizado para contrarrestar dicha ofensiva, que afortunadamente, no se tradujo en contienda, sino quizá, en una reflexión sesuda.
Esperemos que así haya sido, para ambas partes acerca de la viabilidad oportuna para abordar el tema por la vía única e idónea (Acuerdo de Ginebra), pacífica y sostenidamente, tal y como Maduro/Ali acordaran en San Vicente y Las Granadinas, durante diciembre pasado, por la seguridad y la paz en la región, al desarrollarse moderadamente, una táctica militar incruenta con la cual se propició, tal vez, una actitud muy prudente y diplomática de la monarquía británica, que culminó con la inhibición de la nave referida.
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