Nos acercamos a Carabobo: Cátedra política y del arte de la guerra

Del Teatro griego, se dice que fue utilizado con el propósito de enseñanza del pueblo, la inmensa masa analfabeta requería ser orientada y la Tragedia y la Comedia sustentada en la vida cotidiana y los sucesos trascendentes, devinieron en recursos de la mayor conveniencia ajustados a las condiciones sociales. Seguramente la idea de la circularidad o repitencia de los sucesos históricos, tan arraigados en el pensar común, provenga de tal experiencia. Una memoria histórica integral, menos discursiva, que no sea una simple efeméride, puede ser una oportunidad real de crecimiento de la conciencia política.

Hace doscientos años las armas de la República, batieron en Carabobo al más poderoso ejército español en tierras americanas. Este acontecimiento lo podemos caracterizar como una fundamental inflexión histórica en la larga y cruenta guerra de independencia de Venezuela; se enmarca en un conjunto de circunstancias que hace de esta acción bélica una Catedra Política; comenzaríamos diciendo que allí hubo una destacada presencia de buena parte del liderazgo patriota, un mando unido y una concepción político- estratégica encabezado por Bolívar; todo ello, nada casual; además un claro y oportuno conocimiento y manejo de la situación internacional europea y particularmente lo relativo al avance del Liberalismo y las contradicciones políticas en España que ensanchaban las expectativas republicanas y consolidaban nuestras posibilidades.

En 1817, los patriotas habían liberado a Guayana estableciendo la III República venezolana. En dicho dominio territorial se establecieron las bases del Estado y la formalización Constitucional de Colombia la Grande. Estas acciones constituían condiciones consistentes y objetivas en que se sustentaba el liderazgo de la República en Armas. En noviembre de 1820, en Trujillo, se firmó un Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra entre la Gran Colombia y el reino de España, y una suspensión de hostilidades por seis meses, dicho Tratado por razones de la dinámica política, se volvió una figura controversial inaceptable para ambos contendientes; para ese entonces las fuerzas patriotas estaban en una situación de penuria y peligrosa inacción, el país estaba devastado después de una década de exterminio y tierra arrasada.

Dada tal situación, el ejército inició una serie de movimientos de sus unidades en función de concentrarse y propiciar un encuentro con las fuerzas realistas, inminente y necesario; tal cosa ocurrió en la Sabana de Carabobo, previamente a ello, el Libertador, realizó una intensa correspondencia política y diplomática, una verdadera exquisitez en el Arte de la Guerra, particularmente con el jefe realista; en una de esas cartas fechada en Trujillo el 5 de marzo le dice:

"Aunque sea desagradable para Vd. me tomo la libertad de comunicarle la toma de Lima por el general San Martin, y la derrota del general Pezuela, a fin de que este suceso ilustre al gobierno español sobre el verdadero estado de las cosas en América"(1)

Seguramente esta información, dada en momentos de los preparativos para una gran confrontación bélica, no debió de agradarle mucho al Mariscal realista. Bolívar sabía golpear. Por otra lado destacamentos patriotas hacían maniobras de, diversión, en lugares claves del territorio, mientras tanto avanzaba la concentración del ejército en San Carlos; el 24 de junio, la vanguardia patriota incursionó en el cuasi-inexpugnable escenario en la Sabana de Carabobo que había sido preparado cuidadosamente por el jefe realista Mariscal de Campo Miguel de la Torre, oficial de larga experiencia en la lucha de liberación de España del dominio napoleónico. Con la vanguardia entró el grueso del ejército y se abrieron los fuegos. Al otro día, 25 de junio, desde Valencia El Libertador le envía una larga carta al Presidente del Congreso General de Colombia, y comienza así:

"Excmo señor: Ayer se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la república de Colombia…" (2)

En Carabobo triunfó una visión político-militar, hubo una estrategia y hubo un estratega.

El triunfo patriota en Carabobo, repercutió con fuerza en Hispanoamérica:. Mexico, Panamá, El Callao (Perú), Centroamérica, Cartagena y Cumaná. Sin embargo el territorio venezolano con esta gesta no quedaba totalmente liberado, hubo que seguir combatiendo para lograr expulsar totalmente a los realistas españoles y algo más complejo aún, descolonizar a los venezolanos que por miles habían sido integrados a las fuerzas realistas.

Y son precisamente las ideas, uno de los temas más complejos a tratar en el proceso cultural de transformar una sociedad. Transitar de un régimen colonial a una República, dejar de ser súbdito y pasar a la condición de ciudadano es una tarea gigantesca, eso ocurre igualmente con el modo de vida y de producción capitalista en cuanto al socialismo. Robinson lo advertía la república se construye con republicanos, hoy diría: el socialismo se hace con ideas y acciones socialistas En una larga carta a Santander, Bolívar refiriéndose a su formación intelectual a propósito de la ligera opinión de un personaje, le comenta:

"…no es cierto que mi educación fue descuidada,(…)me buscaron maestros de primer orden en mi país. Robinson, que Vd.conoce, fue mi maestro de primeras letras y gramática; de bellas letras y geografía, nuestro famoso Bello; se puso una academia de matemáticas para mí por el padre Andújar,(…)después me mandaron a Europa a continuar mis matemáticas en la academia de San Fernando; y aprendía los idiomas extranjeros, con maestros selectos de Madrid (…)se me dieron lecciones de esgrima, de baile y de equitación(…) puede ser que Mr de Mollien no haya estudiado tanto como yo a Locke, Condillac, Buffon, Dalambert, Helvetius, Montesquieu, Mably, Filangieri, Lalande, Rousseau, Voltaire, Rollin, Berthot y todos los clásicos de la antigüedad…" (3)

Para tratar de explicarnos a Bolívar, sus éxitos políticos y militares e igualmente el brillante manejo de sus derrotas, se nos ocurre pensar, que una sustancial parte de ello se sustentaba en su extensa formación cultural. Si los venezolanos de hoy, queremos continuar teniendo una Nación Soberana, una Patria, tenemos que aprender del pasado, y propiciar las condiciones para que nuestros niños y niñas sean republicanos y que cada uno de nosotros se sienta venezolano y que cada acto de nuestra vida cotidiana por pequeño que sea, se constituya en un acto celebratorio por aquellos que nos legaron una ciudadanía y una Patria.

Nos acercamos a Carabobo en un momento de muchas dificultades, donde se requieren cada vez más ideas y acciones que estén a la altura de aquel logro histórico. En estos días hemos leído a varios venezolanos y venezolanas de reconocido talento e identificados con el ser nacional, expresar sus preocupaciones y angustias por algunos lineamientos gubernamentales en la Política y la Economía, que hacen mucho ruido en el camino a Carabobo.

Rafael Castro

LA REVOLUCION ES CULTURAL

(1)Cartas del Libertador /Tomo III/(1821-1825) Pág 38/Banco de Venezuela /Fundación Vicente Lecuna /Caracas,1965

(2) op. Cit.,p.81

(3) op.Cit.,Tomo IV, pp,329-330



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

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