En la ultra desprestigiada OEA, el Embajador de EE UU, quien lleva nombre y apellido latinos, Carlos Trujillo, hizo gala de su bastardo pitiyanquismo asqueroso, al amenazar a Venezuela una vez más, diciendo que "cuando se aplicó el Tiar ninguna medida fue descartada, unos países trataron de pedir enmiendas para que se descarten ciertas opciones y nunca fueron aceptadas". El muy inescrupuloso diplomático gringo Carlos Trujillo, recordó lo que han dicho militares belicosos, al insistir en que "todas las opciones están sobre la mesa, no es que habrá intervención militar ni hoy ni mañana, pero todas las opciones sobre el Tiar están en la mesa", amenaza de este desvergonzado funcionario lamebotas lacayo de sus amos gringos.
Ocurrió en momentos que en Bakú, Azerbaiyán, en la reunión donde Venezuela entrega la presidencia del Movimiento de No Alineados MNOAL, en presencia de Jefes de Estado invitados, el Presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, se las cantó claras a los USA y los traidores a Latinoamérica, confabulados contra la patria de Simón Bolívar, en el más falaz propósito internacional por ahogar a una nación que realiza elecciones numerosas, auditadas y firmadas por la oposición, pero que de manera soberana no se pliega a las órdenes del imperialismo ladrón, corrupto, neo colonizador, conquistador, y asesino del mundo moderno, que invade pueblos que no lo obedezcan, a tiempo que vive de la venta de armas.
Con la dignidad que hemos heredado los venezolanos auténticos y dignos hijos de la patria bolivariana, el Presidente Maduro Moros también denunció las intenciones miserables de EE UU, no solo contra Venezuela, sino para con el heroico pueblo palestino, el de Puerto Rico, las hermanas y hermanos de la República Democrática de Corea, Cuba, Irán, Nicaragua, Siria y Zimbabue, que hoy como Venezuela enfrentan los efectos de la ilegal implementación de medidas coercitivas y unilaterales. Oír al Presidente me produjo y lo digo orgulloso, una sensación inconmensurable de libertad de conciencia, como demócrata socialista profundamente bolivariano.
