(Y por qué eligen escuálidos al Centro de Historia Larense)

Trump y Guaidó quieren que nos coma el tigre

Que se recuerde originalmente fueron los Corraleros del Mijagual la agrupación musical tradicional que popularizara la canción que parafraseamos en el título, y tal vez nos equivoquemos, pues, la oíamos mucho en nuestra adolescencia; transcurrida durante la década de 1970 principalmente en el caserío El Hato de Baragua, municipio Urdaneta, estado Lara, cuando la radio constituía la principal fuente de entretenimiento. Describe esa crónica musical las peripecias que padece el protagonista, entre otras, subirse en la loma, tirarse al río porque la cosa está fea…

Con el nuevo Decreto Ejecutivo de embargo contra nuestro país por parte de la actual administración de los Estados Unidos que impone la llamada cuarentena y, por supuesto, respaldada por esa especie de Procónsul del Imperialismo que en la práctica viene a ser el tarambana que ahora preside la Asamblea Nacional y su grupo de audaces pitiyanquis; que al parecer es gente bien formada o instruida pero no educada en los valores nacionales, cabe decir sin faltar a la verdad, que esos personajes deleznables lo que quieren es que nos coma el tigre (y gracias al Dr. Hilde Adolfo Sánchez por corregirme en el Facebook ya que deleznable se escribe con Z, aunque tengamos líneas políticas paralelas al hablar con ese maestro se aprende mucho, también pude observar que esa es la forma gramaticalmente correcta como se escribe esa palabra en un texto de un colega de página, con quien además compartimos similar preferencia política revolucionaria y chavista, el también Dr. Cécil Pérez donde afirma que la corrupción es deleznable).

Por otra parte, sorprende que hoy la vía de hecho siga siendo el trillado mecanismo que usa el más fuerte al modo de coacción en las relaciones bilaterales entre países que por cierto forman parte en pie de igualdad del mecanismo de las Naciones Unidas, como si recordando a Juan Jacobo Rousseau en su famoso libro El Contrato Social, la fuerza constituyera la fuente del Derecho de Gentes, también conocido como Derecho Público o Derecho Internacional; al contrario, domina el salvajismo. Razón tuvo entonces la tan olvidada y malograda pensadora Rosa Luxemburgo, "Socialismo o barbarie".

Pero aquellas naciones, y esto ya parece un lugar común pero no es así, sino una comprobación en el marco de la historia actual e inmediata, que intentan desarrollar un modelo alternativo al capitalismo dependiente sobre todo en América Latina y el Caribe son ahogados literalmente. Entre las últimas experiencias en este sentido está el caso Venezuela, sobre todo en estos años de la Revolución Bolivariana, bien con el comandante Chávez como con Maduro. Al respecto han sido contumaces.

Algunos y muy a pesar de sus títulos académicos son de la idea que frente al poder económico, político y tecnológico-militar de Estados Unidos consideran que no hay que chistar, sino obedecer. Pero gobiernos obsecuentes si bien no están bloqueados como Venezuela tampoco es que están muy bien que se diga. Algunos incluso padecen grandes desigualdades sociales, indígenas abandonados a su suerte, campesinos sin tierra y con sus líderes son asesinados, con migraciones constantes, según se ha visto en los noticieros radio-televisivos, en efecto, grandes filas de personas que salen de sus fronteras nacionales y cruzan las de sus vecinas naciones, ¿no es que deberían estar bastante mejor que Venezuela?

Si, como escribimos recientemente en esta misma web, estamos muy afectados en lo personal y familiar por esta crisis económica y social, es imperativo recuperar y controlar el comportamiento de la economía en lo nacional, requerimos el apoyo de naciones amigas antes ser sometidos a graves sanciones; quieren que nos coma el tigre, que nos muramos de inanición y enfermedad.

India, Irán, Rusia y China, entre otras naciones nos quedan como aliados, pues, debemos buscar como dijo el canciller Jorge Arreaza caminos alternativos. También requerimos corregir graves errores, ya que mucha de la distorsión interna en mucho es consecuencia de errores en el diseño y aplicación del nuevo modelo económico y político, la corrupción de altos funcionarios gubernamentales y la dejadez, con un funcionariado que carece de compromiso.

Se requiere volver a las raíces de la nacionalidad venezolana siempre libre e independiente, que por cierto ese tema pudiera ser una línea de investigación de historia inmediata y actual por ejemplo en el Centro de Historia Larense, que por estos días dizque eligió nuevos miembros o individuos de número; pero nos resulta muy curioso el hecho que según información extra oficial la mitad de los seleccionados como académicos de la historia regional y local son simpatizantes de la oposición política venezolana, activistas adecos y copeyanos, ¿seguimos entonces con pactos con los escuálidos enemigos de la revolución bolivariana?; ¿qué pasó a los diputados del Consejo Legislativo del estado Lara, en especial su Comisión de Educación y Cultura, alguno de cuyos integrantes fueron en su tiempo líderes estudiantiles revolucionarios?

La disciplina de la historia es una forma de resistencia, no simple crónica ni hilar simpáticas anécdotas, que estaría bien para una tertulia de anticuarios y memorialistas, pero no para militantes de la historia insurgente, porque como dijo la otra vez en el 13 Congreso de Historia en San Felipe, estado Yaracuy, Luis Felipe Pellicer: en Venezuela, popularmente, no estamos jugando carrito; estamos haciendo una revolución, de donde se tiene que la historia-conocimiento es una punta de lanza.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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