Recetas para tumbar Presidentes molestos

Esto no es nuevo. No es que la CIA haya decidido aplicar fórmulas comunes para desestabilizar gobiernos molestos de Chávez para acá. Ya lo hicieron con muchos antes de él. Probablemente el ejemplo más dramático, y por tanto, más conocido, fue el caso de Salvador Allende, en Chile.

Pero el análisis también hay que hacerlo en contrario, es decir, el hecho de que después de varias décadas se haya demostrado que la CIA ha participado en el derrocamiento de varios presidentes en América Latina, no quiere decir que haya dejado de hacerlo, a pesar de las críticas y de que inclusive se llegó a sancionar una ley en Estados Unidos, que les “prohibe asesinar presidentes”, aunque el solo hecho de que haya habido que colocar esto dentro de la legislación de un país ya suene insólito.

No obstante, cualquier líder molesto que aparezca en alguno de los países que Estados Unidos considera parte de su propiedad privada, es sujeto a ser derrocado, y para ello, los métodos que usa ese país no son nada originales.

MODO DE PREPARACIÓN

La receta que usa la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, cuya aplicación tiene obligatoriamente que contar con la cooperación de traidores nacionales vendidos al imperio, consta de los siguientes pasos:

1. Campaña mediática: trata de socavar la popularidad del presidente en cuestión, adelantando campañas de miedo, basadas descaradamente en mentiras y manipulación de informaciones, para lograr que la clase media, que es la que maneja más recursos y la que domina las matrices de opinión pública, se coloquen en contra del mandatario.

2. Penetración de las Fuerzas Armadas: A través de la Escuela de las Américas, y de oficinas militares de los Estados Unidos en las instalaciones de las Fuerzas Armadas de cada país, se busca captar a oficiales de alto rango, brindándoles privilegios en cuanto a su contacto con Estados Unidos. Es por ello que el primer mecanismo de presión que se usa cuando los militares no entran por el aro, es quitar las visas de acceso a ese país. El caso más emblemático de esta penetración en Venezuela lo representó, junto con otros, el Gral. Rosendo, quien para el momento del golpe de Estado era, nada más y nada menos, Jefe del CUFAN.

3. Penetración del alto gobierno: se trata de lograr captar a funcionarios de alto nivel, con el objetivo de obtener información privilegiada de las acciones del gobierno y sus planes inmediatos. De igual modo, se tratan de cambiar la dirección las políticas del gobierno, a favor de los intereses plutocráticos. En nuestro caso, esa penetración estuvo encabezada por Luis Miquilena, quien fue Ministro de Interior y Justicia y Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.

4. Infiltrar el movimiento popular: se trata de captar algunos líderes de los partidos o las organizaciones que apoyan al presidente, a fin de profundizar cualquier diferencia interna, con el objeto de dividir a los grupos y reducir las bases de apoyo del gobierno.

5. Desestabilización económica: se busca generar una gran fuga de capitales del país, con acciones coordinadas por actores que manejan el sistema financiero o provocando temor en los sectores de mayores recursos. La campaña mediática comienza a cosechar sus frutos y los inversionistas manipulados reducen cualquier actividad. Se promueve una crisis económica, a fin de que el gobierno no tenga margen de maniobra en este campo. El bloqueo de ciertos productos también se incentiva, a fin de que se produzca desabastecimiento de rubros de primera necesidad y el consecuente descontento popular.

6. Violencia de calle: se promueven las manifestaciones violentas, con movilizaciones de calle que buscan provocar situaciones de crisis, tratando de conseguir, específicamente, que haya heridos o muertos, a fin de culpabilizar al gobierno de cualquier situación que se presente.

7. Terrorismo: se colocan artefactos explosivos en sitios que generen noticias internacionales, tales como embajadas o consulados, o también se contratan francotiradores para producir muertos en el medio de manifestaciones públicas, con la finalidad de atizar la violencia y presentar ante la comunidad internacional una situación de ingobernabilidad o de supuesta violación de derechos humanos, que pueda justificar un posterior golpe de Estado, argumentando que “no quedaba otro remedio ya que el gobierno había perdido todo control de la situación”.

¿POR QUÉ VENEZUELA ES TAN PELIGROSA?

Los venezolanos ya recibimos una sobre dosis de la receta que usa la CIA para deshacerse de presidentes molestos para los Estados Unidos. Nunca podremos olvidar los sucesos que comenzaron con el primer paro del 10 de Diciembre del año 2001 y que tuvieron su momento clímax en el golpe de Estado en Abril de 2002.

Sin embargo, por primera vez en la historia del continente, hubo un pueblo que conjuró la famosa y siempre muy efectiva receta utilizada hasta ese momento por la CIA. En una gloriosa alianza cívico-militar pueblo y militares salieron a la calle a rescatar al presidente constitucional de la república.

Por eso es que Venezuela es objeto de tanta preocupación para el gobierno de Estados Unidos y para la CIA, porque es un ejemplo negativo para sus intereses. El resto del continente tiene una prueba concreta de que se puede vencer esta receta tantas veces aplicada. Por primera vez, se le propina una derrota pública al imperio más gigantesco que haya conocido la historia de la humanidad.

Al más grande de los ejércitos del mundo, al país con la mayor capacidad de manipulación mediática de la historia, al gobierno con la más grande posibilidad de influir económicamente, un pueblo armado sólo con dignidad y constitución lo derrotó.

Lo que más les molesta de Venezuela es justamente eso: que todo el mundo fue testigo de esta victoria de la dignidad y que otros pueblos del continente pueden inferir sensatamente que, si en Venezuela se pudo, pues también esto podría ser posible en otros lugares.

PRÓXIMO OBJETIVO: BOLIVIA

En este momento, en Bolivia se está tratando de aplicar la venenosa receta CIA. A Evo Morales lo están tratando de derrocar, porque se ha vuelto demasiado molesto para los intereses del gobierno de los Estados Unidos. Los pasos que están siguiendo son exactamente los mismos que aplicaron en nuestro país.

Por eso se hace necesario denunciar con mucha fuerza esta situación y activar inmediatamente la solidaridad latinoamericana para colaborar con el pueblo de Bolivia. La batalla en contra del imperio se está librando en este momento justo en el corazón de la América del Sur, pues están tratando de derrocar al primer presidente indígena de esa nación, compuesta en más de un 80% por los 36 grupos étnicos originarios de la tierra por la que luchó el Gran Mariscal.

Afortunadamente, es justo en Bolivia en donde los movimientos de resistencia indígena han sido más fuertes durante cinco siglos. Y además, ellos, como siempre, están subestimando tanto al pueblo boliviano como al presidente Evo Morales.

Y también están subestimando la solidaridad del continente, que ya conoce sus trucos y que además ha aprendido a conjurarlos. De todas maneras, conviene estar alertas y activos, porque el imperio, como siempre, acecha.

mphelnacionalyahoo.com



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Mary Pili Hernández

Ex-ministra de la Juventud, ex-viceministra de Relaciones Exteriores para América del Norte, y ex-concejal por el Municipio Libertador. Cristiana, Periodista, Socialista, Bolivariana, Antiimperialista y Chavista.

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