Primer mandamiento: "No te dejes..."

Lo primero que hacen los imperios ante la elección de un personaje desconocido para ellos, es meterles un termómetro por el neuma y medirles la resistencia de sus gónadas hasta los calcañales, y a partir de allí decidir a qué clase de presión o de infiernos debe sometérsele para bajarle los humos... Al presidente Nicolás Maduro lo montaron en la paila de los "mañosos", le echaron bastante manteca con ácido sulfúrico, cogieron un reverbero de cien mil grado de temperatura y se la han ido elevando la temperatura, para que reviente y se lo achicharre inmisericordemente. Pero Maduro tiene su cuero y su convencimiento (irreductible) de acero y no lo ablandan ni con misiles ni con ondas de rayos nucleares, ni con mocos ni grititos histéricos, ni con cuentos de viejas, ni con sanciones de protervos cerdos, ni con mabitas ni esperpentos de brujas. Allí está él, erguido, en la descomunal paila de los infiernos capitalistas, aguantando los dardos y ramalazos, y viendo al Trump, al Narco Rubio, a Luis Almagro, al Temer, al Uribe y al Santos, al Macri y al Kuczynski, al Peña Nieto y al Piñera, al Rajoy y a la Merker, a la gusanera venezolano-cubana en Miami… metiéndole combustible al fuego, y… bueno, allí nuestro presidente blandiendo con su poder de resistencia y con sus argucias, con sus bemoles y talentos su rectilínea daga de los pueblos…, mandándolos a todos a que se hagan gárgaras con pepas de zamuro.

No pueden ni podrán. Será una lucha larga, pero NO PODRÁN…

Hemos tenido en la historia de Venezuela, extraordinarios políticos y amantes de la patria, a los cuales se les quiso aplicar una de pendejos. Algunos NO SE DEJARON y los aniquilaron. A muchos los embaucaron, y haré un recuento rápido de estos personajes, sometidos a fuertes presiones desde el poder, los que sucumbieron, a los que compraron o a los que intimidaron...

  1. Páez no tenía ni talento ni valor para resistirse a las tentaciones que le tendió la oligarquía; le creció aterradoramente la panza, se le aflojaron las gónadas y terminó tirando la toalla como un canalla. Se fue a la Viñeta y cambió a su esposa Dominga Ortíz por una hembrita: Barbarita Rivas (que le buscaron los ingleses); de tomar aguardiente en totuma lo enseñaron a libar brandy francés. A Barbarita le cambiaron la mascada de chimó por el rapé. Se jodió. Fofo y acabado como hombre, se fue a vivir a Nueva York porque era muy pro-yanqui. Vivió quince años en EE UU, hasta que los gringos lo mandaron en 1861 a que sofocara la guerra federal. Y llegó a hacerse tan santanderista que a uno de sus hijos en lugar de llamarlo Simón o Antonio José (como Sucre), lo bautizó con el nombre de Francisco de Paula. Coño, qué bolas.

  2. José María Vargas (SE DEJÓ) era un intelectual (buen médico) que anduvo fungiendo en el mundo de la política con dos caras. No se puede ser doble y aspirar a la grandeza. En el fondo era más godo que otra cosa porque odiaba a Venezuela ("cuán desgraciado fui en haber nacido en mi país…", escribió) con su catajarria de negros y mulatos. Lo eligieron diputado para que asistiera al Congreso Admirable y se hizo el enfermo. Páez lo alagó y lo puso de presidente. Le encantaba el juego de la lotería y otras sandeces, y el propio cónsul gringo en Caracas John Williamson dice que era frío, egoísta, calculador, falto de firmeza y muy vanidoso.

  3. Carlos Soublette (SE DEJÓ) tenía la misma hipocresía de Rafael Caldera, y Páez lo colocó en el poder. A don Carlos Soublette también le gustaba rezar mucho y andaba con un rosario por todos lados. Tenía, dice el historiador Ramón Urdaneta, la imperturbable serenidad de los jesuitas. A lado de Páez se volvió muy ladrón y cobarde.

  4. José Tadeo Monagas fue el primer presidente de Venezuela que NO SE DEJÓ. En verdad que Páez apoyó la candidatura de José Tadeo al igual como lo hizo con José María Vargas y Soublette, pero luego acabó desprendiéndose del poder del héroe de Mucuritas. De este mandato surge el famoso personaje Ezequiel Zamora que luego será de los engendradores de la Guerra Federal. Lo cierto también fue que José Tadeo como todos los de su saga resultaron bien corruptos y locos.

  5. Todos los presidentes del siglo XIX después de los Monagas SE DEJARON. Hasta que amanecemos en el siglo XX con el primer presidente que NO SE DEJÓ, Cipriano Castro.

  6. Otro que NO SE DEJÓ en el siglo XX fue Isaías Medina Angarita, pero por orden de los gringos fue derrocado por Rómulo Betancourt y Marcos Pérez Jiménez.

  7. Rómulo Gallego hizo un leve intento de NO DEJARSE pero vino entonces el gringo Harry Truman y lo tumba.

  8. Cuando Carlos Delgado Chalbaud se RESISTE A DEJARSE, lo matan.

  9. Cuando Pérez Jiménez hace un amago de NO DEJARSE, los gringos le dan matarile y lo sacan del poder en 1958.

  10. De ahí en adelante se instaura una democracia representativa cuya exigencia primordial por orden del Departamento de Estado, es que todo el que gobierne tiene que DEJARSE violar previamente. Gustosamente acceden a esta orden Betancourt, Leoni, Caldera, CAP, Luis Herrera y Lusinchi, …

  11. Hasta que llegan Hugo Chávez y Nicolás Maduro quienes NO SE DEJAN… y se forma esta guerra que lleva 18 años.

OJO: Preferimos mil veces esta guerra a DEJARNOS…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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