Basta cerrar los ojos unos breves segundo, y pasearnos por nuestra historia reciente, pensar en nuestra posibilidad de elegir, en la medida que fuimos adquiriendo capacidad de elección, esto constituye un hecho libertario.
Elegir una ideología con la plena conciencia de lo que eso representa, un proyecto político, una sociedad, donde las herramientas del estado se ponen al servicio de los colectivo, fue lo que planteo la revolución bolivariana con Chávez.
Sabemos que la conciencia parte de diversos elementos, entre ellos por el conocimiento, la compresión ideológica de los elementos que sientan las bases de nuestro proyecto bolivariano, puesto al servicio de nuestro pueblo, desde procesos educativos, montados sobre las bases de algunos postulados y de referentes que dan forma o que se constituyen como referencia que hemos llamado socialismo desde lo propio.
En este sentido, encontramos que la conciencia, tiene que ver también con elementos vivenciales que configuran el ser venezolano, la madurez necesaria que da esa misma vivencia para comprender los escenarios, las oportunidades, las posibilidades.
Otro elemento vital, sin lugar a dudas los constituyen los valores que se conforman entre el nivel de conciencia que te da el conocimiento de la vivencia, dando paso a la capacidad de elección, la libertad.
Libertad es pues un asunto de conciencia, de lo que fuimos, somos y queremos ser. Por este motivo si de algo estamos seguros l@s venezolan@s, es que por mucho que pretenda cualquier imperio encadenarnos, jamas lo lograra, sabemos el papel que nos toca en este proceso superior de transformación.
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