Para nadie es un secreto la actitud por demás grosera y descarada del imperio de acusar a otros de lo que practica, y aparecer ante el mundo como el que actúa correctamente y en defensa. Padece de un trastorno paranoide de la personalidad, (trastorno victimista), que consiste en adoptar un rol de víctima con la finalidad de culpar a los demás de conductas propias y la conmiseración de terceros como defensa a supuestos agresiones. El “victimista” recurre a la táctica mental de poner fuera de sí la responsabilidad o los males que verdaderamente le pertenecen.
El imperio cree y hace creer que es víctima del entorno o de los demás, por lo que la culpa en todo caso es del entorno, o de los demás y no se siente culpable por lo que hace. Acusa, se opone y alerta al mundo del uso de la energía nuclear con fines pacíficos por el peligro y proliferación de armas nucleares y hasta la fecha EEUU es el único país que ha usado armas nucleares contra otro país: Hiroshima y Nagasaki, ciudades japonesas bombardeadas el 6 y 9 de agosto de 1945 causando la muerte de más de 250 mil personas, centenares de afectados por las radiaciones y devastación. Y según, Eric Zuesse, analista estadounidense, hay indicios de un ataque nuclear contra Rusia a raíz de la crisis de Ucrania.
En marzo de 2003, so pretexto de eliminar armas de destrucción masiva, que nunca mostraron, invade Irak, cobrando la vida de miles de personas y afectando a millones. Utilizó armamento con uranio empobrecido violando de manera flagrante normas internacionales y destruyó patrimonios de la humanidad. En 2010, la llamada, “Primavera Árabe”, auspiciada por ellos logra alzamientos en contra de los gobiernos de Túnez y Egipto. En marzo de 2011, en la llamada, "Operación Amanecer de la Odisea”, junto a la ONU, encabeza la intervención militar a Libia y el derrocamiento y asesinato de, Muamar El Gadafi, en respuesta a la supuesta represión del gobierno hacia los manifestantes que exigían “reformas democráticas”. Desde el 2011 intenta derrocar a Bachar al Asad, repitiendo el plan que depuso y asesinó a Sadam Husein en 2003, y ha propiciado el uso de armas químicas en contra de civiles y militares.
Culpa a otros países de no hacer lo suficiente contra el tráfico de drogas y/o vincula a funcionarios, y es el país más consumidor, socio del mayor productor de cocaína, el que más produce marihuana y creó la súper marihuana. Nunca se ha sabido de la captura de ningún capo gringo. Y, según cifras maquillados por autoridades gringas tienen más de 22,6 millones de consumidores. Otras cifras indican que superan los 40 millones. Como es pública la presunción de altos funcionarios del gobierno, como John Negroponte, Otto Reich, Thomas Shannon, Otto Reich, vinculados con el narcotráfico con el objeto de financiamiento a grupos de ultraderecha para desestabilizar gobiernos no sumisos.
Acusa a muchos países de violar los derechos humanos, y, sus altos funcionarios emplean métodos de torturas en su “guerra contra el terror” confinando a presos por períodos extensos y aplica la pena capital. Detienen indefinidamente, arbitrariamente sin cargos o juicios, violando garantías y el derecho internacional en Guantánamo con inversión desde 2002 de más de 5 mil millones de dólares.
Al menos estos cuatro senadores, Robert Menéndez; Marco Rubio; Jhon McCain; y Mark Kirk, que promueven la ley S.2142 para intervenir en Venezuela, han estado vinculados con actuaciones delictivas o irregulares, trafico de drogas e influencia y escándalos sexuales. Acusa de corrupción e impunidad y ningún alto ejecutivo de los bancos que participaron en uno de los mayores fraudes del mundo ha sido encerrado, al contrario, han sido protegidos. Incluso, sostiene en los procesos electorales la corrupción de su “democracia”.
Lo último, por ahora, del “imperio victimista” es incluir a Venezuela en la nueva lista negra de los países que no cumplen con los estándares mínimos contra el tráfico de personas ni hacen esfuerzos para cumplirlos. Según expertos norteamericanos, “EEUU culpa a otros países ocultando la viga en su propio ojo, cuando en realidad el problema nace bajo su propia sombra”.
Y, que “está muy lejos de ser inocente en lo que se refiere al tema de la trata de personas. Se estima que el número de ciudadanos con los que se trafica dentro del país es posiblemente cerca de 200 mil”. Según, Naomi Tsu, del Programa de Justicia para Inmigrantes del Southerm Poverty Law, “los datos sobre la trata de personas en EEUU son muy escasos. El tráfico de personas es un crimen oculto. Demasiada gente está siendo sometida a ello en EEUU”.