El Leviatán yanqui está borracho de poder y tiene sed por sangre inocente venezolana

Durante los últimos meses habíamos advertido constantemente sobre la posibilidad de una próxima intentona contra el gobierno democrático del Presidente Hugo Chávez Frías en Venezuela, financiada y organizada por la administración Bush y apoyada por la ‘oposición’ nacional traicionera, dentro del contexto de la actual crisis energética global y las guerras por el petróleo.

Una excelente descripción de la peligrosa situación actual venezolana se puede encontrar en el artículo publicado en Vheadline.com, Retiro como preludio a otra campaña mayor, ¿quizás otra intentona?
http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47191

Otro artículo publicado en Aporrea.org, Súmate a la guerra asimétrica: Subversión-Magnicidio-Terrorismo, de Jorge Mier Hofman, nos explica el fondo de lo qué realmente está en el tapete aquí en Venezuela dentro de los próximos días. http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=18139

En este momento experimentamos la aplicación total y el asalto de una nueva conspiración subversiva estadounidense contra todas las fuerzas democráticas progresivas, con la ayuda de un ejército de traidores y mercenarios locales y nacionales cometiendo alta traición contra millones de personas que luchan para adelantar la Revolución Bolivariana.

El 29 de noviembre lancé una pregunta crucial, refiriéndome a los tecnócratas y a todos aquellos que quieren institucionalizar la revolución socialista desde arriba: ¿Quiénes forman la verdadera base revolucionaria de Venezuela?
http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47132

En estos momentos, este sujeto revolucionario está desplegado en las calles de Caracas, defendiendo su revolución social.

Categóricamente señalé que “quienes en primer lugar derrotan realmente los golpes militares, el sabotaje petrolero, la intervención extranjera y el ‘chavismo sin Chávez’ aquí en Venezuela son sencillamente los millones de empleados, desempleados y sub-empleados, los trabajadores, campesinos y otros ‘desvalidos’ muertos de hambre. Todo esto se pudo verificar ampliamente entre abril y diciembre del 2002 y hasta después. (Ibid.)

Identificábamos el sujeto transhistórico de la emancipación revolucionaria en Venezuela de la siguiente manera:

“Las masas venezolanas forman la verdadera base revolucionaria de la resistencia de clase popular contra el globofascismo. Sin su acción, sus actos y su práxis revolucionaria, el edificio bolivariano venezolano entero colapsaría. Por sí solos, no importa lo verdaderamente valiente que son, el Presidente Chávez, sus ministros y sus generales leales no pueden parar golpe militar alguno o intervención violenta alguna, organizados y financiados por los EE.UU. Son ellos, es el pueblo, las clases trabajadoras que resistieron en Vietnam y que sieguen resistiendo en Palestina, Colombia e Irak; son sólo ellos que pueden salvar a la humanidad de la extinción”. (Ibid.)

Al igual que en el caso del 11 de abril, lo qué está pasando justamente aquí y ahora, lo vimos acercándose ya hace mucho, la pregunta sólo es: ¿Estamos preparados para combatir las fuerzas reaccionarias y contrarrevolucionarias? Es decir, ¿seremos capaces de combatir exitosamente no sólo la ‘oposición’ local o los conquistadores extranjeros yanqui sino incluso los ‘caballos de Troya’ despiadados, los escuadrones paramilitares de la muerte en medio de nosotros, quizás incluso en Miraflores, en las fuerzas armadas, en los servicios de inteligencia, en nuestros partidos políticos, en nuestros canales informativos y nuestras agencias de noticias, en nuestras camas?

Sin fomentar xenofobia alguna podemos decir con seguridad que el enemigo se encuentra en todas partes, más feroz que nunca. En comentarios anteriores demostrábamos su crisis energética, su agonía económica y su bancarrota global. Informábamos al mundo sobre las mortales armas de destrucción masiva estadounidenses, sobre sus pactos diabólicos del dominio de pleno espectro, sobre los venideros efectos del peak oil y sobre los planes ocultos y abiertos contra el ‘eje del mal’, al cual fuimos agrupados tan cordialmente.

En el pasado, el Cuarto Imperio orweliano estadounidense lanzó todos sus esquemas intervencionistas contra Venezuela, sólo falta un plan diabólico de conquista militar: un posible asesinato del Presidente venezolano Hugo Chávez, y con él el comienzo de una guerra civil, la cual los EE.UU. piensan ‘ganar’ a través de su estrategia de las ‘guerras múltiples’, utilizando su famosa solución final fascista al estilo de Hitler, como fue aplicado en Indonesia hace 50 años atrás, masacrando centenares de miles de revolucionarios bolivarianos venezolanos y latinoamericanos.

Para aquellos que ya son seleccionados para la aniquilación dentro de un mes por parte de una eventual dictadura victoriosa, de un ‘régimen de terror’, ya existe una larga lista de penas de muerte, compilada antes del abril del 2002. Con mucha probabilidad, esta lista negra ya se ha duplicado o triplicado mientras tanto.

Históricamente, todas las vanguardias revolucionarias, todas las puntas del iceberg de las eras emancipatorias nacieron en tiempos peligrosos. Dentro de los próximos días críticos, más que nunca e igual que en el 2002, tenemos que repetir nuestros actos militantes y nuestra práxis y teoría incondicionales, para defender nuestros logros democráticos y para contrarrestar la carnicería salvaje norteamericana alrededor del planeta. Tenemos que superar el 13 de abril: nuestras respuestas contundentes al sabotaje petrolero del 2002/2003, nuestras victorias electorales en serie, nuestra militancia optimista humana y nuestro optimismo militante, como siempre lo expresa en palabra y acción en sus cadenas nacionales y a escala global el Presidente Chávez.

Camaradas, Venezolanos, ¡cuidado de lo que la llamada oposición y los EE.UU. están preparando para Venezuela! George Orwell describió sus intenciones y planes fascistas, su mundo, de la siguiente manera:

“Un mundo de temor, traición y terror, un mundo de pisotear y ser pisoteado, un mundo que no crecerá no menos sino más despiadado en la medida que se refina. El progreso en nuestro mundo será el progreso hacia más dolor. ... En nuestro mundo no habrán emociones algunas excepto el temor, la rabia, el triunfo y la auto-humillación. Todo lo demás lo destruiremos.”
(Véase: George Orwell, Nineteen Eighty-four (1984), The New American Library of World Literature, Nueva York, 1961, p.220)

Ahora más que nunca, democracia participativa significa poder ciudadano y si es necesario, defensa militar de nuestra libertad y nuestra soberanía contra el globofascismo.

Compatriotas, no tenemos alternativa, el primer paso es que todos tenemos que ir a votar el 4 de diciembre, tenemos que lograr más que un 50% de todos los votos posibles y finalmente, lo que sea que venga después, tenemos que defender a Venezuela con nuestras propias vidas.

El Leviatán yanqui y el Behemot local están borrachos de poder, tienen una sed insaciable por la sangre inocente, especialmente la de las mujeres y de los niños venezolanos.

Original en Inglés: “Venezuela: Yankee Leviathan, local Behemoth power-drunk with thirst for innocent blood”
URL: http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47211



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Franz J. T. Lee


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