El Watergate mundial

El imperialismo estadounidense se ha metido en un gran aprieto con sus “aliados” europeos gracias a las revelaciones hechas por el exagente de la CIA Eduard Snowden. Francia, Alemania, Reino Unido piden explicaciones al gobierno estadounidense por las constantes casos de espías hechos por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA- en ingles) de ese país. El gobierno de Barack Obama ha develado al mundo la gran inquietud que sienten los halcones imperiales desesterados por la crisis de la hegemonía mundial del Estados Unidos y la creciente presión popular de su propio pueblo. La plutocracia estadounidense agoniza.

El mundo se encuentra cambiando de fase. Los nuevos bloques de poderes económicos y políticos mundiales (BRICS, MERCOSUR, ALBA, Unión Africana, etc.) están desafiando y rebatiéndose cada día más con Estados Unidos, conquistando sus antiguos mercados y haciendo declinar su influencia económica y política en el mundo. Esto la saben muy bien los estrategas imperiales.

Las políticas neoliberales profundizadas por la administración de Barack Obama en favor de los intereses de la plutocracia armamentística y financiera que dominan a ese país han empeorado las condiciones de vida del pueblo estadounidense. Además, las injustificadas intervenciones militares extranjeras y los crímenes de guerra cometidos por las tropas imperiales en el exterior han profundizado la decadencia moral y crítica contra la administración del “Nobel de la Paz” Obama y todo el estamento político de ese país (republicanos y demócratas), situación que se vuelve cada día más insoportable para los ciudadanos que ve despilfarrar los recursos que antes eran invertidos en el pueblo.

Los estrategas imperiales entienden que el enemigo se ha vuelto todo el mundo y también el propio pueblo estadounidense. Los movimientos antibelicistas de EE.UU., los críticos intelectuales, los Ocupa WallStreet, Somos 99%, hasta sus “aliados” de la Unión Europea son todos enemigos a quienes hay que espiar para intimidar y chantajear en pro de los intereses estadounidenses.

Lo revelado por el exagente de la CIA Eduard Snowden ha sido el nuevo Watergate que pretenden ocultar EE.UU. con el disfraz de la lucha contra el “terrorismo”. Seguramente Barack Obama no correrá la misma suerte del ex mandatario estadounidense Richard Nixon quién en los años 70 (del siglo pasado) pretendió espiar a varios miembros diputados y senadores demócratas para neutralizarlos, situación que le costó su propio cargo. Está vez la plutocracia está de acuerdo que para salvar el imperio hay que acabar al “enemigo”.


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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

 basemtch@gmail.com      @BasemTajeldine

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