Pero, ¿acaso el pueblo Afgano, a través de Bin Laden, no atentó contra los Estados Unidos, derribando las Torres Gemelas el 11S?: ya se ha demostrado, hasta la saciedad, que se trató de un autoatentado, y que Bin Laden, quien era de la CIA y – aparentemente – los traicionó; es famosa la fotografía que muestra un orificio de unos 70 x 80 cm. Sobre el primer muro de seguridad del Pentágono, presuntamente hecho por el tabaco vacío del avión, después de que le cayeran tres pisos encima, aunque no se ven trazos de aluminio por ninguna parte: las críticas más detalladas hablan de un posible cohete tierra-tierra, del tipo crucero, enviado por ellos mismos, después de que derribaron el avión sobre el mar.
Retomando, ¿ha retomado, la vieja y civilizada Europa, su papel imperialista en pleno Siglo XXI? Eso es lo que pareciera desprenderse de su actuación, secundando, ahora descaradamente, al dúo Estados Unidos-Britania y – por ende – la actuación de los ejércitos de toda esa agrupación de países, que a lo largo de la Edad Media y durante los siglos XVIII y XIX saqueó, especialmente a América y a África, con millones de seres humanos muertos debido a sus invasiones y sus guerras colonialistas o, peor aun, fratricidas, como en el caso de las dos guerras mundiales, donde perecieron millones y millones de seres humanos, especialmente europeos y estadounidenses, para no hablar de los japoneses, quienes – inexplicablemente – después haber sido bombardeados atómicamente por los Estados Unidos, los apoyan, ahora, hasta enviando sus soldados a cohonestar las invasiones a los países árabes (unos 19 Mil soldados a Irak y Afganistán, habiéndose suicidado, al menos, 16 de ellos de una sola vez), entre otras cosas para posicionarse en el Medio Oriente, cercar a Rusia y a China, apoderándose de las fuentes de energía, como lo hicieron, descaradamente, en el caso de Libia, escenario que pareciera quieren repetir con Siria, para no hablar del apoyo implícito a Israel en lo que respecta a su expansión en Palestina.
Pensamos que es absolutamente indispensable que los países independientes del mundo se unan para enfrentar este renacimiento de las fuerzas imperialistas de Estados Unidos y Europa, cuadro que se agrava debido a la crisis económica y sistémica que impacta, cada vez más, precisamente a esos países, para los cuales la guerra es una especie de negocio o motor en lo que respecta a sus economías.
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