Negacionistas y afirmacionistas

Los afirmacionistas recurren al término negacionista para denigrar o tildar de iluso o de estúpidos a quienes no están conformes ni con sus planteamientos, ni con su teoría ni con sus prácticas. Los que nos revolvemos, que no nos sublevamos pues nos atenemos a las prescripciones impuestas por las autoridades públicas, no es porque neguemos que exista un virus que hace estragos en la salud de la población y a los que carecen de defensas suficientes orgánicas o tienen la salud muy quebrantada por su edad o por cualquier otra causa, les puede causar la muerte. Nuestra posición es mucho más meditada que lo que sugiere el palabro "negacionista". Nuestra opinión, fundada en varios factores que la sociedad hiperespecializada no tiene en cuenta, como es la intuición, un sexto sentido y numerosos datos desperdigados o concentrados por muchos especialistas tan competentes o incompetentes como los que llevan la voz cantante en los gobiernos, es

1.- Que es notorio como toda idea universal que estamos ante un virus de diseño; un virus al que se le ha modificado el genoma o lo que sea en un laboratorio por individuos a los que no se cita en ningún momento aparentando desconocerse. En suma, que este virus nos llega del cielo como la lepra, la malaria o la peste bubónica...

2.- Que las acusaciones mutuas entre chinos y americanos sobre el asunto no es que hayan pasado a un segundo plano, es que se han olvidado deliberadamente para conducir la situación por donde se quiere o se improvisa.

3.- Que cuando se dice que se improsiva quiere decirse que desde el primer día en que se declaró la pandemia hasta hoy, no hay novedades significativas en el modus operandi de este virus. Por eso tan pronto se dijo que se propagaba también por el suelo como se calcula ahora que la distancia más aconsejable entre personad son 5 metros y no 2 como se decía ayer.

4.- Que a propósito del "origen" del virus la sospecha inicial fue y sigue siendo una declaración hecha por una Organización que está virtualmente en manos privadas en una proporción calculada entre un 72 y un 85 por ciento.

5.- Que sólo se habla e insiste en la prevención contra esta gripe, mientras que otras enfermedades declaradas o en curso están relegadas a un plano secundario, pues todos los recursos (en teoría) van a parar a dotar a los Centros de Salud de lo necesario para enfrentarse a los síntomas y efectos de este virus.

6.- Que el número de contagios por sí solo es irrelevante, como lo ha sido siempre el de los que han padecido la gripe común. Y en consecuencia sería el número de fallecidos comparados con el número de los fallecidos por causas relacionadas con las vías respiratorias del pasado o pasados años. Y esto no se divulga.

7.- Que la revista Discovery Salud, elaborado a partir de datos ofrecidos por el Instituto de Salud Carlos III dependiente del Ministerio de Sanidad, y del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha realizado una comparativa de los fallecidos que ha habido en España por todas las causas en los últimos años, y en qué meses se produjeron, y resulta que en abril de este año han sido 50.181 los fallecidos cuando en enero de 2017 - durante la época de gripe estacional- murieron 49.370. Además en enero de 2005 la cifra fue de 48.801 y en enero de 2018 de 47.911. Asimismo, y lo que es más grave, "si lo que se compara es la mortalidad anual resulta que entre el 1 mayo de 2017 y el 30 de abril de 2018 murieron por ejemplo 431.127 personas y entre el 1 de mayo de 2019 y el 30 de abril de 2020 fallecieron 424.562". Es decir, el último año ha habido 6.565 muertes menos por todas las causas, a pesar de los mensajes que aseguran que las cifras de mortalidad de este año son cercanas al apocalipsis.

8.- Que la coincidencia de esta pandemia universal con la quiebra técnica del sistema económico imperante es otro factor fundamental para ponderar la justificación o injustificación de una histeria, obsesión o psicoparanoia relacionadas con una situación económica que se agrava por momentos.

9.- Que las maniobras de que se sirve el poder de todos los tiempos para conseguir el control social, que al paso que íbamos en lo económico, en lo sanitario y en lo educacional se les iba de las manos, hace presentir a los "negacionistas" lo que sus oponentes se niegan a considerar. Y es que todo cuanto está sucediendo estaba previsto cuando se puso en marcha esta siniestra operación, incluidas las posibles vacunas. Y en el ojo del presente huracán descuellan centenares o miles de canallas que copan el 99 por ciento de la riqueza mundial frente al 1 por ciento cuyas migajas dejan al resto.

Por último, si nada de lo expuesto merece atención alguna, recordemos la frase de Einstein que más o menos decía que de todos los males de origen humano que sobrevienen al mundo son tan culpables los que los cometen como quienes les consienten...



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Jaime Richart

Antropólogo y jurista.

 richart.jaime@gmail.com      @jjaimerichart

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