El año 2020, vaya que nos ha sorprendido con un inicio lleno de revuelos, con la casi llegada de la 3ra Guerra Mundial, desatada por los males del imperio contra el pueblo de Irán tras el asesinato del General Qasem Soleimani, alto mando militar y líder de las tropas iraníes, seguidamente de la catástrofe natural que sucedió en nuestro hermano país Australia donde según estudios del profesor Chris Dickman, de la Universidad de Sídney, estimó que habían muerto mil millones de animales. Los incendios forestales son también una catástrofe a nivel ecológico y una gran tragedia para la humanidad.
Esto sin contar las diferentes y fuertes inundaciones que han ocurrido en varios países en los primeros meses del año como fueron los casos de Colombia, Brasil, Galicia, Indonesia, España, entre otros, que han sufridos estos embates de la naturaleza.
Y ahora la gran pandemia que azota el mundo entero llamado Coronavirus (COVID-19), de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este virus surgió de un mercado de mariscos en Wuhan, China, que también vende animales vivos como: aves de corral, murciélagos y marmotas. Esto provocó preocupación de que el patógeno respiratorio haya surgido de alguna de esas especies, de ahí que el mercado fuera cerrado el primero de enero.
Para la fecha, 25 de marzo, según la Universidad Johns Hopkins se contabilizan 408 mil 896 personas infectadas y 18 mil 236 muertes debido al contagio.
Es por ello que ante esta difícil situación que atraviesa Venezuela y el mundo entero, la mejor vacuna para evitar el contagio de la pandemia es la solidaridad y la prevención.
Tras el anuncio a tiempo y responsable del Presidente Nicolás Maduro, la República Bolivariana de Venezuela se encuentra entre los países con menos contagios, gracias a la atención inmediata del gobierno Nacional y las autoridades sanitarias, a esto se le suma la consciencia y disciplina que el pueblo venezolano ha asumido en acatar las medidas para evitar la propagación.
También hemos visto la voluntad y el gran corazón de nuestra gente como de forma inmediata y a través de las diferentes organizaciones comunitarias y vecinales, hombres y mujeres se han dado la tarea de elaborar de forma voluntaria, tapabocas para la población sobre todo para los adultos mayores que son los más vulnerables ante el virus COVID-19.
De igual manera, el esfuerzo incansable que han realizado nuestros hombres y mujeres pertenecientes a la gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana, los cuerpos de policía, todos los organismo de seguridad del Estado y aquellos héroes con bata blanca quienes con su ardua labor han sumado los esfuerzos para la erradicación de esta terrible pandemia que ha atacado al mundo.
Decía el Che Guevara, Ser revolucionario es sentir la injusticia;" Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario".
Hoy vemos a un pueblo en resistencia, un pueblo noble que a pesar de las grandes dificultades que atravesamos, sigue en pie ayudándose el uno al otro. Cuando la patria y el mundo nos necesita, es donde debemos unificarnos, las miserias que arrastran algunos sectores políticos dejémosla a un lado, nuestro objetivo es el que nos dejó trazado el Gigante de América Latina, Hugo Rafael Chávez Frías, y es seguir venciendo en cualquiera de los escenarios que nos toque batallar.
La mejor vacuna colectiva y la mejor razón para cuidar a los nuestros, a nuestros hermanos y hermanas, hijos e hijas, a nuestros nietos, nietas, abuelos, abuelas, padres y madres, es quedarnos en casa y cumplir la cuarentena, pronto volveremos a estar en la calle con esa inmensa fuerza y alegría que nos caracteriza a nosotros los venezolanos y venezolanas. La salud es objetivo primordial. Dios y las fuerzas místicas los bendigas y los proteja.
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