Morir como un rey o, no es momento de llevar la contraria

Que se haya vivido pobremente y que por culpa de un virus tengas que morir como un rey, no tiene nombre. ¿Cuántas veces no se desea vivir como un rey? No es posible, que si no se puede vivir como un rey, se tenga que morir como tal por culpa del coronavirus.

Hay que dejar la política a un lado y valorar lo que se está haciendo para sobrellevar una situación que necesita de la colaboración de un país completo para preservar la salud y por ende la vida de todos.

No es el momento de llevar la contraria, solo por el afán de confrontar a un presidente que no es de su simpatía, descalificando las acciones que acomete junto a su equipo en relación a la prevención yal afrontamiento del coronavirus.

¿Por qué llevar la contraria, a las medidas sanitarias que imparte el gobierno, si las mismas son el resultado de las recomendaciones de la OMS, apoyadas en razones científicas o a las opiniones en la red de muchas instituciones de salud reconocidas a nivel mundial y sobre todo a la opinión de los escribidores de Aporrea? ¿Vale la pena buscarle las cinco patas al gato, solo para minimizar la acción de un adversario político en momentos de crisis?

De mi pueblo:

Mucha gente en mi pueblo peca de ignorantes y de sordos. Parece que para ellos, pandemia es salir a comprar pan. Las panaderías viven llenas de gente en colas, pagando y escupiéndose las caras cada vez que hablan de cualquier cosa.

Desde que se está haciendo la campaña de prevención e información sobre el coronavirus y la cuarentena, sale más gente a pasear en la avenida y el porcentaje del uso de tapabocas puede ser de tres personas por cada cien.

Abundan las colas para pagar, amontonados, muy cercanos, sin el tapabocas, comentan, tosen de vez en cuando.

Son tan fisgones y chismosos en mi pueblo que cuando se enteran de que existe la posibilidad de una sospecha de un caso por coronavirus, en vez de resguardarse en sus casas y protegerse, la gente rauda y veloz, a pie o en carro, llenan el estacionamiento del centro de salud para tratar de ver la cara al supuesto contaminado y casi forcejean con los porteros para que le dejen entrar a fisgonear para ver si es conocido(a), ¿De quién es familia? ¿Y cómo sería manita que se contaminó?

¡Qué cosas! El lavado de mano está entre las prioridades para evitar el contagio por corona virus; pero ¿Cómo hace la gente si en el pueblo no llega agua? (Si alguien del gobierno quiere enterarse cuál es ese pueblo, le sugiero que se comunique conmigo)

Es alarmante y preocupante, ver la forma tan despreocupada en que anda la gente ante una amenaza tan real como el coronavirus. ¡Ni bolas!

Solo las autoridades llevan tapabocas; mientras que el resto llevan la boca tapá con un pedazo de pan o con la mano.

Los comerciantes asiáticos están forrados en su negocio, mientras que el cliente sin protección de ningún tipo, parece ser el portador del coronavirus.

Mucha gente para pagar, entrega la tarjeta de débito al dueño del negocio, este la toma con su mano enguantada, la cual pudiera estar contaminada de tantas tarjetas recibidas, la regresa a su dueño, quien la guarda ¡Y sea lo que Dios quiera! ¿No es preferible pagar con Pago móvil? Por donde se mire, el coronavirus está latente. ¡A cuidarse y seguir las instrucciones de las instituciones de salud y los(as) médicos(as)!



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Jesús Rafael Barreto


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