¿Por qué se siguen robando los Blackberrys?

Muchos, sobre todo los que tienen Blackberrys, vieron con beneplácito la medida anunciada por RIM (el fabricante de este dispositivo móvil) cuando, tras la iniciativa de Movistar, dijo que bloquearía estos aparatos en caso de ser denunciados como robados.

Para hacer efectiva la norma, el agraviado sólo tendría que llamar a la respectiva operadora, hacer la denuncia y luego de responder algunas preguntas que por seguridad efectúan los ejecutivos de atención al cliente, procederían de inmediato a la desconexión de la línea, y en los siguientes 30 días desconectarían automáticamente el PIN en forma definitiva e irreversible.

El aparato quedaría inservible, fuera de uso y, en consecuencia, el hampón perdería la mercancía proveniente del delito. No podría hacer nada con un equipo invendible. Sin PIN obviamente que los BB perderían su atractivo y su valor económico.

La situación se planteó con severidad. Incluso, el presidente de Movistar Venezuela, Juan Abellán, según informaciones de prensa en esa oportunidad indicó, en su cuenta twitter, que no vendería más Blackberrys aparentemente como medida de presión ante el robo de estos celulares.

Luego confirmó en otra nota periodística, que unos 53 mil BB reportados como robados en Movistar, dejarán de funcionar en las redes del país y del mundo. Y que el resto estaba en otras operadoras y allende nuestras fronteras.

Pero ahora sorprenden noticias informando que en Venezuela el hampa se apodera de unos 117 mil celulares al mes. Una cifra obviamente escandalosa y lo peor es que los delincuentes siguen matando con pasmosa frialdad por apropiarse de estos equipos, más si se trata de Blackberrys.

Recientemente, Orlando José Soto Urdaneta, de 29 años, fue asesinado de dos tiros en la calle 11 con avenida 14, urbanización San Felipe, sector I, del municipio San Francisco. Según testigos, el joven enviaba un mensaje de texto por su BB junto a dos amigos en un “pegaito”, cuando varios sujetos a bordo de un vehículo Renault rojo llegaron al sitio y le dijeron que les entregara el celular. Al parecer, la víctima hizo resistencia y le dispararon.

En Caracas, Jhonny Alexander Sánchez Pineda, de 23 años de edad, también fue asesinado de un tiro en la cabeza para robarle el móvil, en un suceso ocurrido en las adyacencias del Seguro Social de Santa Teresa del Tuy, cuando se dirigía a visitar a su novia en el sector 3 del parcelamiento Lomas de Dos Lagunas.

No han dejado de robar y matar por esta causa, lo que manifiesta que el ilícito negocio de móviles sigue vigente. No creo que un delincuente asesine por un celular para coleccionarlo o sencillamente guardarlo en su casa o guarida. Debe tener la posibilidad de negociarlo, de lo contrario no le veo sentido a la comisión de esa fechoría.

De manera que estábamos al frente de una acción que lucía prometedora en cuanto al control de ese hecho, pero que actualmente decepciona con el incremento que han experimentado, y eso obviamente nos obliga a efectuarnos interrogantes como: ¿Qué sucedió? ¿Echaron para atrás la medida? ¿Las mafias del negocio oscuro de los móviles lograron poner el PIN en funcionamiento aún por encima de las operadoras y la tecnología RIM? ¿Todo ese escándalo que les produjo alegría a los usuarios de Blackberrys fue pura coba? ¿No hay definitivamente manera de controlar este tipo de sucesos en Venezuela?

Creo, en conclusión, que en vista de la gravedad del asunto, la población o, por los menos, los usuarios de celulares, requieren de una explicación al respecto. A juzgar por las víctimas fatales, hablamos de una cuestión de vida o muerte.

albemor60@hotmail.com


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Alberto Morán


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