Dialéctica y complejidad de la crisis y el caos en el estado Mérida ¿Tiene solución?

No es fácil escribir sobre la actual realidad que vivimos en el estado Mérida que califico de crisis y caos, cuestión que no es única en Venezuela pero que resalta mucho más en los estados andinos. En Táchira, Trujillo y Mérida esta situación se siente en la población con mayor fuerza, angustia y desesperación; aun qué este sentimiento no sea igual en todas las personas. Claro está que las causas y manifestación de esta problemática no son las mismas y existen diferencias importantes que se conjugan de tal forma que la particularizan y distinguen de las demás. En este artículo tratare el caso del estado Mérida y está hecho con la finalidad que llegue al Gobierno Nacional y contribuya a crear conciencia de la urgente necesidad de enfrentarla antes de alcanzar mayores proporciones.

Es preciso explicar que se entiende por dialéctica, complejidad, crisis y caos para caracterizar la realidad merideña. Dialéctica que entiende la realidad como un proceso eminentemente histórico; producto de determinados factores contradictorios al existir intereses políticos, económicos y sociales antagónicos. Compleja, por cuanto complejidad significa lo que está tejido junto y los elementos que lo conforman no pueden separarse al momento de analizarlos; al menos que se quiera hacer un análisis simplista. Crisis, por cuanto en todo proceso histórico de construcción o transformación de una sociedad, pueblo, o sistema económico social hay procesos de ruptura, de agotamiento, colapso de distintos factores que lo sostienen, y por tanto se genera diferentes tipos de crisis. Caos, hay quienes han formulado la teoría del caos para estudiar fenómenos naturales y comportamientos sociales, que no es mi pretensión, sino darle al caos un significado preciso: "un desorden sin sentido (…) Caos se refiere a una interconexión subyacente que se manifiesta en acontecimientos aparentemente aleatorios" (John Brigs y F. David Peat: 1999: IX-4).

Una vez ubicado la problemática en estos términos debemos manifestar lo siguiente:

Primero, que la crisis y el caos del estado Mérida está en un conjunto de aspectos fundamentales que afectan la seguridad y el bienestar de la población, donde resalta el derrumbe del sistema energético compuesto por gas doméstico; electricidad; gasolina y demás derivados del petróleo; la situación con alimentos, salud, higiene, limpieza, y vestido. Todo producto de la existencia de problemas como: escasez; pésima distribución, deficiencia, ineficiencia, corrupción, especulación, robo, impunidad, saboteo, sustracción de bienes públicos, contrabando, complicidad, etc, cuyas causas y ejecutores no son difíciles de determinar.

Segundo, exponer que esta situación de crisis y caos es parte de la guerra que durante veinte años ha sostenido la oposición de derecha y extrema derecha en contra del proceso bolivariano, con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos y gobiernos neoliberales y neocoloniales sometidos a su hegemonía en el mundo; consecuencia de una lucha con contradicciones económicas, sociales y políticas entre dos factores: el proceso bolivariano que tiene como proyecto construir una Nueva República y socialista del siglo XX, y la reacción opositora expresada de distintas manera que lucha contra este proceso.

Tercero, en el estado Mérida la lucha y guerra de la oposición contra del proceso bolivariano ha sido ejecutada teniendo como protagonistas principales a autoridades, ex autoridades, sectores gremiales y estudiantiles que dominan en la ULA, la Alcandía del Municipio Libertador (Mérida), la jerarquía de la iglesia católica, partidos como AD, Copei, Voluntad Popular, Primero Justicia, Vente, entre otros, Cámara de Comercio, transportistas propietarios privados del transporte público y comerciantes. Esta alianza ha ejecutado a lo largo de veinte años planes con cientos de acciones de todo tipo; incluidos actos de violencia, saboteo, especulación y destrucción.

Cuarto, que el Gobierno Nacional y sectores políticos (PSUV-Polo Patriótico) han implementado en el país y estado Mérida políticas públicas a favor del pueblo venezolano y en especial aquellas para solventar la problemática provocada por los sectores violentos contra el proceso bolivariano. No obstante esto, gran parte de estas acciones y respuestas del gobierno y sectores políticos han resultado ineficientes, improvisadas, carentes de contundencia con ausencia de una real, efectiva y auténtica planificación, contentiva de diagnósticos, planes y programas para resolver en plazos precisos y concretos la grave situación del pueblo merideño; extremada, además, por la ausencia de una política informativa y comunicacional permanente que permita determinar y definir horizontes claros a la población sobre la solución de la misma.

Quinto, con la crisis y el caos en el estado Mérida ha surgido graves procesos de corrupción, usura, desigualdad y discriminación social expresados en el abastecimiento de gasolina y gas doméstico, apropiados por individuos y empresas privadas inescrupulosas para revenderlos a su entero provecho individual y empresarial. En el caso del servicio eléctrico la situación es de improvisación y arbitrariedad para resolver el saboteo cometido contra el sistema eléctrico de los Andes que no ha sido posible resolverlo en varios años. En consecuencia la distribución de este servicio es tan caótica que hay sectores a los que nunca se les quita la electricidad y otros tienen cortes continuos entre 8 y 20 horas al día. Por supuesto, que esta situación propia del capitalismo salvaje donde impera el proceso de acumulación originaria de capital atenta contra la ética y la equidad social que debe sustentar al pueblo venezolano; máxime si se aspira continuar fortaleciendo el proceso bolivariano y la construcción del socialismo del siglo XXI.

Sexto, que si bien es cierto que el gobierno nacional ha enfrentado con éxito político y estrategia cívico-militar la guerra de Estados Unidos y pitiyanquis de Venezuela en lo económico y social los resultados son contrastantes, producto de factores internos relacionados con deficiencias propias en la gestión de organismos públicos. En este sentido la figura del protector del pueblo es incapaz de resolverla eficazmente al carecer de autoridad y poder para enfrentar poderosas fuerzas y aun débiles factores que actúan contra el proceso bolivariano en el territorio merideño.

Para superar esta situación de crisis y caos del estado Mérida es urgente que el Gobierno Nacional debe encararla con un plan concreto de planificación, con un diagnóstico preciso de sus causas, recursos disponibles y metas claras de ejecución. Si no se encara con la urgencia del caso esta situación pronto adquirirá contornos más difíciles de resolver y el lamento surgirá.



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Amado Moreno Pérez

Sociólogo (UCV). Profesor Titular activo de la Universidad de Los Andes. Dr. En Ciencias Humanas.

 amadoula@hotmail.com

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