Maduro: dale perreo a Venezuela a lo Alfredo Díaz en Nueva Esparta

Así, así, así... Es que se gobierna con los adecos alborotados sin pararle a nada, qué coronavirus, ni coronavirus, si la vida es una sola y hay que disfrutarla con rumba y alegría, y además, todos nos vamos a morir: hoy, mañana o pasado mañana o, cualquier día, que eso no debe preocuparnos y, eso fue lo que hizo el señor gobernador de Nueva Esparta cuando, se metió en ese sabroso perreo de menear la colita y, todos felices y contentos y, las mujeres: venga más que allá voy y, que vaina tan buena mi compadre que, si Maduro quisiera: de viernes a domingo de cada semana pudiera mandar a darle a los cuerpos de los venezolanos su estiradita por tv que, eso es saludable más de lo imaginado. ¿Y quién no? Si es posible olvidaremos nuestros pesares que pesan.

La popularidad que adquirió el señor gobernador de Nueva Esparta se llevó en los cachos al coronavirus que mientras Jorge Rodríguez y la vicepresidenta Rodríguez y el mismo Maduro viven preocupados por minutos, horas, días, semanas, por la salud de los venezolanos y, más de los que están llegando de afuera que vienen cargando sus males y, enfermos como vienen que cada día son más, y se están metiendo por donde encuentran cualquier trocha que los ponga en Venezuela después, que salieron lanza en manos cada quien con la maternidad o paternidad de venezolanos abre espacios, buscando superar todas las afrentas a fuera de un país en ruinas que dejaron y hasta maldecían, les permitiera conquistar la igualdad del mundo que los hiciera ciudadanos de primera con todas las comodidades de ser siendo lo que acá ni en pintura, pero, el mundo es otro y, muchos por no decir la mayoría, les ha ido mal y, otra vez, dale para donde es Simón Bolívar arrastrando un virus que no se llevaron, por lo menos en eso deberían ser honestos, por lo menos, aunque sea una vez y, hasta pudieran decir, allá es peor.

Y qué les espera a unos: empezar de nuevo y a otros mientras, cargar con el coronavirus que traen, pero los que son margariteños de la oposición y resabiados: los aquieta esperar perrear con el gobernador, y es que ese perreo de la escuela del señor gobernador Alfredo Díaz es para chuparse los dedos y algo más que quienes tengan los ánimos perdidos con el señor gobernador Alfredo Díaz los repone inmediatamente y se pierde tranquilamente meneando su esqueleto y, más si hay una guarapita quién se va a estar acordando de coronavirus. Y venga más, anjá, anjá. ¡Y el pasapalo qué!

¿Pero se dan cuenta lo que son capaces los políticos, su astucia, su habilidad, su participación? Que Maduro debería verse en esa idea y en vez de estar hablando de Trump y de Gedeón que revire un poco y busque la armonía, la rumba sin conflicto, un pasito para allá y un pasito para acá, y dale a menear las cinturas y a olvidar las circunstancias y, bailando todos ganamos y hasta nos olvidamos de quiénes somos ahora, de si comimos o no, de si hay gasolina, que sí hay, pero no para todo el mundo que, hay que tener salvoconducto que todos los turcos de Margarita lo tienen, que para ti no hay, que busca dólares que con dólares si hay y, entonces sale el gobernador Alfredo Díaz y dice, no tengo velas en esa cosa que llaman el coronavirus y, lo que sé es lo que afirma el gobierno de Trump que dice que, salió de China y, que ellos son potencias y que se arreglen que, eso no es lo mío, lo mío es:

Perrear, perrear y perrear que es dale vida a la gente en consentirlos que sepan que existen que, andan todavía con su cruz acuesta y, se viste deportivamente, zapatos livianos, se perfuma y, vámonos para el perreo y se mete de cabeza sin ningún problema en la tertulia, sanos como están y a gozá y, dame música y sale esa morenota que no es importada sino margariteñita, rica, rica, que sabe menear la colita y, tú allá y yo acá, que ahora vente para acá, así, así, y el gobernador ahí siempre con su brújula dislocada que, ni norte ni sur le marca y se olvida que es el señor gobernador que, ahora es capitán y viendo hacia adelante disfruta, ¿y quién no? Está en otro mundo con otra política y, los que están enfermos que se curen, pero ahora no, ahora es rumba y en ese perreo se divierte gritando de alegría y le da alegría a su gente y, ¿entonces Maduro, tú qué? Lo vas a pensar, nada se pierde, que te van a criticar y, eso qué, una raya más para un tigre y, qué le ha pasado al gobernado pues, que ahora goza de más popularidad y se tiró el coronavirus de los margariteños sin inventar la vacuna, pero paró la enfermedad del coronavirus en el acto y, la morena ahí. ¡Mujeres, mujeres! Ellas y solo ellas. Esa es la Patria.

¿Y, entonces Maduro? Un perreo más no importa que de cualquier vainas nos moriremos y morir alegre, por lo menos nos llevamos algo que, en eso consistió la gran filosofía del señor gobernado Alfredo Díaz cuando, dijo: no mando en el estado, pero mando en mí y en mi gente -seguro que lo dijo. Y, los adecos y los resabiados gozando. Eso se llama vida.



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Esteban Rojas


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