El MIAASARO. Es cosa del tiempo

Los Yukpa y los Barí no tienen espacio en la ciudad de Machiques

La Alcaldía del municipio Machiques de Perijá en mano del rico hacendado Alfonso Márquez Socorro (a) El Toto miembro de la Asociación Ganadera de Machiques (Gadema) no permite que los indígenas se asienten en un céntrico terreno abandonado desde hace más de 100 años con sus mesas para vender los productos agrícolas y artesanía que bajan de las distintas comunidades asentadas en la Sierra de Perijá.

No permiten que se crea el Mercado Indígena Agrícola Artesanal Sabino Romero (MIAASARO) en un terreno vació al lado de la Biblioteca Pública Municipal frente a la Plaza Bolívar, diagonal a la iglesia, donde en vida solía vender aguacate y topocho el cacique Sabino con su gente. Varias verses el rico alcalde ganadero los ha sacado con la fuerza policial, por puro calculo empresarial cercó el terreno con alambre y posteriormente con bloques. Afirma a través de una baya publicitaria que en este terreno en cuestión construirá un mercado municipal, y propone en contra posición enviarlos en un solitario y lejano lugar denominado las Pulguitas, donde ni indígenas y campesinos se atreve a ir porque allí nadie va a comprarles sus productos.

El General del Pueblo Zamora no pasó por Machiques

Este céntrico terreno debería ser asignado a las comunidades y pueblos indígenas para construir su mercado, y poseer un espacio donde se represente y se simbolice la etnicidad autóctona de Perijá, pues fueron estos pueblos amerindios los primeros pobladores de la zona. No hay razón alguna que justifique negarles este espacio a estas familias indígenas Chibcha y Caribe al lado de la Plaza Bolívar, la Intendencia, la biblioteca, la iglesia, al menos que se trate de la rancia visión del blanco ganadera racista colonial descendiente de canarios invasores traído por el Cabo Principal Don Juan de Chourio cuando fundó La Villa de Rosario en 1722.

Allí habitaban estas comunidades y pueblos indígenas Caribe cuando se refugiaron las familias ganaderas descendientes de canarios al huir de las tropas del General de la Federación Venancio Pulgar al incendiar la Villa del Rosario en 1872. Fue nombrada posteriormente estas tierras con el nombre de Machiques y elevada a Parroquia Eclesiástica en 1890.

La terrofagia blanca ganadera arrinconó a las comunidades y pueblos indígenas al piedemonte y a las altas montañas de la Sierra de Perijá, hoy sus descendientes son extraños en sus propios territorios, y no merecen por esta mirada etnocida un espacio en el centro de Machiques. Por esto nos viene a la memoria aquella vieja frase emitida en el año 2000 por el poderoso ganadero invasor Diego García Ortíz, antiguo propietario de la hacienda El Capitán tan llorada y defendida por su amigo el Gobernador Arias Cárdenas: "Nuestro error fue no matar todos los Yukpa". Le había los Yukpa Macoita de Sirapta tomado en aquel entonces el primer potrero de su hacienda.

Allí, en este terreno llegaba Sabino

La familia Márquez, Vargas, Peña…en fin Gadema sabe que si los Yukpa toman ese terreno en el corazón de Machiques tomaran otro, y se visibilizarían más, y esto es peligroso, podría ser el inicio de la retoma de la ciudad, de sus territorio ancestral; ya están muy cerca, andan por la Morena habitando casas, o por el Barrio Serbio Tulio Peña varias familias Barí. Ya han perdido varias docenas de haciendas en el piedemonte de la Sierra de Perijá, en especial por los lados del río Yaza donde vivía Sabino. Saben que Husito anda rondando y reclutando Yukpa jóvenes valientes. Saben que el territorio ancestral Yukpa entregado por el Gobierno Chavista a raíz del asesinato de Sabino y 8 Yukpa de su grupo es muy pequeño, que hay varias familias de varias comunidades sin tierras.

Allí, en este terreno vendían Sabino, Lucía, Sabinito, Guillermina y sus hermanitos su producción agrícola y sus sombreros de paja que traían de Chaktapa vieja. Allí está el espíritu de Sabino rondando. Es muy fuerte su presencia; allí lo veían todos los Yukpa de las otras comunidades, y por supuesto los campesinos y la familias pobres de Machiques que le compraban su producción.

Pues, esperemos que va a pasar con este terreno, con este alcalde ganadero, también amigo del Gobernador. Lo que si sabemos que allí estará el MIAASARO. Es cosa del tiempo.

 



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