El Tigre, capital del Estado Anzoátegui

El atraso sostenido en el tiempo de Barcelona y Ciudad Bolívar como capitales de los estados Anzoátegui y Bolívar motivó al poeta Elí Colombani a proponer la creación del estado Guanipa en la segunda mitad de la década de los 80. La idea tuvo una gran repercusión en la zona, especialmente a través del diario Antorcha. El poeta Colombani anticipaba el auge de la actividad de explotación de la Faja Petrolífera del Orinoco, cuya extensión alcanza 55.000 kilómetros cuadrados y 1.360 mil millones de barriles de petróleo original en sitio, lo que equivale al 20% de la reserva mundial y 25% de las reservas OPEP. Esto explica la presencia activa de empresas foráneas establecidas en este ámbito regional, tanto en el eje Cantaura-Tigrito como en el eje El Tigre-Pariaguán-San Diego de Cabrutica. Existe por tanto un estatus real de sostenibilidad material para conformar el estado Guanipa. Sin embargo, esa medida no beneficiaria en nada ni a Barcelona ni a Ciudad Bolívar, poblaciones infectadas por las drogas, la basura, la suciedad, la desidia de sus gobernantes, la falta de cultura cívica y el respeto a normas elementales de convivencia. Duele visitar a Barcelona y Ciudad Bolívar. No obstante, El Tigre no es una joya en sí. También presenta altos índices delictivos, mafias enquistadas en la ciudad con gran dominio económico y de poder relacionada al tráfico de influencias, lavado de dinero, robos, secuestros y el negocio petrolero. Resulta evidente la impunidad y la usura en algunos sectores. Por ejemplo, los buhoneros del mercado municipal venden el kilo de leche libremente, a los ojos del público en 300 bolívares el sobre, el paquete de harina pan a 40 Bs., azúcar en 40 bolívares y el papel higiénico de 4 rollos hasta en 80 Bs. Los tribunales de justicia están severamente cuestionados por personas que han sido victimas del poder económico y laboral, del poder político y el tráfico de influencias.

Los centros educativos de El Tigre, incluyendo los liceos donde estudié secundaria, liceo Creación El Tigre y Briceño Méndez respectivamente muestran su fealdad, abandono, descuido, falta de áreas verdes y deportivas y están oprimidos por delincuentes y drogadictos. El Hospital de El Tigre, visto desde la Avenida Peñalver da asco y recuerda por su estampa física al retén La Planta que el gobierno revolucionario del Comandante Eterno, mandó a demoler. Propongo esta misma acción: demoler este antro de infecciones y de falta de condiciones idóneas para la atención de pacientes enfermos y lesionados, de operados y recién paridas, de quemados y para atención medica primaria, por cuanto no ofrece condiciones sanitarias saludables y su estructura física por fuera y por dentro dejaron de ser las de un hospital general. Existe un terreno aledaño útil para un nuevo hospital central al margen de que El Tigre sea o no, la capital del Estado Anzoátegui, como sueñan algunos. Por otro lado, si esta idea resultase posible, considerando la ubicación estratégica de desarrollo de la ciudad, ésta demanda con urgencia el mejoramiento de sus vías de acceso, convertidas en trampas mortales de tipo vial, pues decenas de venezolanos mueren en accidentes de tránsito en las carreteras Pariaguán-El Tigre, Anaco-El Tigre, Maturín-El Tigre y El Tigre-Ciudad Bolívar. De igual modo, resultan riesgosas y hasta con peligro de muerte las operaciones bancarias, accesos a cajeros, compras de periódicos, surtimiento de gasolina en las estaciones respectivas, el tránsito vespertino y nocturno por las calles de la ciudad, entre otras acciones, por cuanto se vive en un permanente estado de sitio como consecuencia de la inseguridad. De igual modo, el transporte público urbano es calamitoso. Los carritos que ofrecen el servicio de rutas desde el centro (adyacencias del mercado municipal, Escuela Básica Trujillo, Plaza Bolívar y Campo Oficina) presentan un absoluto estado de deterioro y podrición. El pasajero inhala el dióxido de carbono que genera el aceite quemado del motor y los gases de gasolina y hasta rompe su ropa con los desperfectos del vehículo. De manera contrastante algunos autobuses Yutong se han incorporado recientemente a este servicio.

El ciudadano de la mesa de Guanipa manifiesta una gran desconfianza hacia los agentes de seguridad tanto policía municipal como estadal, funcionario del CICPC y Guardia Nacional. Se quejan del matraqueo flagrante de estos funcionarios y de su complicidad manifiesta con los cabecillas de bandas delictivas. Al respecto, es insólito que una emisora de radio de El Tigrito haya asumido a manera de show el rol de los órganos de seguridad pública. Un programa de radio específico es quien recibe las llamadas y denuncias de la ocurrencia de los delitos, y ésta a su vez exhorta la acción de los cuerpos de seguridad. El ciudadano no entera directamente a la policía de la flagrancia delictiva sino al show radial. Esto es absurdo dentro de un sistema democrático serio y revolucionario como el que actualmente tenemos en Venezuela.

Al margen de que El Tigre se convierta o no en capital del Estado Anzoátegui, su empuje industrial, económico, su potencial cultural, su crecimiento demográfico, su situación geopolítica estratégica y su riqueza mineral, demandan del gobierno central funcionarios de gobierno competentes, inteligentes y comprometidos, pues ni Tarek William Saab, ni Aristóbulo Istúriz han tenido cojones y visiones a la altura de estas expectativas. Se han convertido en meros politiqueros y no acometieron a tiempo y efectivamente las tareas que nuestro Comandante Eterno les propuso. El desarrollo agroindustrial del Estado Anzoátegui todavía adolece de un programa efectivo e inmediato. La seguridad vial no se ha logrado. La siembra del petróleo en las comunidades muestra signos de corrupción, de beneficios individuales y políticos, y no de las comunidades; los centros de salud y educación han visto pasar de lejos los ingresos de la renta petrolera devenidos de la explotación de la Faja Petrolífera del Orinoco y nuestro pueblo sigue mendigando productos alimenticios básicos y reclamando buenos servicios públicos ante los gobiernos regionales dirigidos por compatriotas “chavistas” cuyo enriquecimiento personal asombra hasta a los suizos.

Presidente Nicolás Maduro métale el ojo a la Mesa de Guanipa en todos los órdenes y ponga mano de hierro en esta jurisdicción, caigan las cabezas que caigan y usted verá los resultados.



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José Pérez

Profesor Universitario. Investigador, poeta y narrador. Licenciado en Letras. Doctor en Filología Hispánica. Columnista de opinión y articulista de prensa desde 1983. Autor de los libros Cosmovisión del somari, Pájaro de mar por tiera, Como ojo de pez, En canto de Guanipa, Páginas de abordo, Fombona rugido de tigre, entre otros. Galardonado en 14 certámenes literarios.

 elpoetajotape@gmail.com

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