Aunque parezca increíble, esto ocurrió en las pasadas elecciones

Aunque el Presidente siempre nos convoca a que seamos irreverentes en la discusión y leales en el accionar, existen algunos grupos enquistados, cómodamente en el partido, que les genera escozor que se emitan criticas en torno a situaciones que pudieran considerarse dañinas para la salud del proceso revolucionario. Y en vez de promover acciones que corrijan los desvíos que pudieran estar presentándose, lo que hacen es matar al mensajero. Muchas veces, utilizando su cercanía al poder, y armados de toda clase de argucia, logran neutralizar el preocupado accionar de algún compatriota que se haya dispuesto impulsar algún correctivo.

Desoyendo la cultura que se ha pretendido instaurar desde algunos sectores, referente al hecho de que hay que permanecer impasible, silencioso, imperturbable, casi partícipe ante el deterioro que algunos inoculan a la revolución, para poder ser considerado leal o elegible a ser promovido o simplemente apreciado como revolucionario, voy a tomarme la molestia de romper con esas reglas no escritas, pero tan vigentes, que tanto daño a los sueños de Bolívar y Chávez ocasionan, asumiendo las responsabilidades o cualquier otras situaciones que por estas líneas se puedan generar.

La atmósfera del país se encuentra tan cargada, que pudieran ser diversos los temas a ser esgrimidos en estas cuartillas, pero hoy voy a limitarme a algunos eventos realmente lamentables que han ocurrido en nuestro partido y que seguramente pudieran seguir ocurriendo, a los cuales es necesario ponerles un alto.

En vista del clima electoral que se ha ido extendiendo en el país, motivado principalmente a la convocatoria a elecciones internas anunciadas por las máximas autoridades de la organización, urge traer a colación un evento bochornoso, ocurrido en las elecciones internas pasadas. El hecho que voy a describir, trascurrió en el municipio Valdez del estado Sucre (Guiria). En ese proceso interno, que muchas veces parece peleas de burro contra tigre, participo un camarada de nombre Luís Acosta. Un hombre de extracción humilde, de hogar constituido, de reconocida solvencia moral en la población, con mucha ascendencia dentro de los Guireños, pero de escasos recursos económicos y seguramente pocas relaciones políticas en las altas esferas. En esas condiciones, este camarada se dispuso a participar en la justa. Allí debía enfrentar a ex alcaldes, al candidato del gobernador del momento, a funcionarios, entre otros. Aun cuando se despilfarró dinero en compra de votos, se regaló equipos de línea blanca y algunos incurrieron en un ventajismo descarado, se impuso el trabajo de a pie, del camarada Luís Acosta. Su acompañamiento al pescador, al productor campesino, a los movimientos sociales y al frente de mujeres del municipio, se vio reflejado en esa conquista. A pesar de todas las adversidades y en contra todos los pronósticos, este dirigente de base, logra vencer de manera contundente en las elecciones internas de ese municipio. Alcanzando la victoria en 3 de las 4 parroquias, y ganando en los dos (2) centros más votados, de la parroquia donde perdió.

Pero cuando el camarada Luis Acosta, pensaba que había superado lo más difícil y se disponía a recibir el nombramiento como candidato a Alcalde del partido, en ese municipio, se encuentra con el hecho de que la Dirección Nacional coloca a otro. Precisamente al candidato que venia apoyando el gobernador de aquel momento.

Cuando Acosta indaga sobre las razones por las cuales fue desestimada su sufrida victoria, se le informa que a la Dirección Nacional, llegó un expediente (forjado), donde se le acusa de ser el peor de los delincuentes. Personeros practicantes de la política más asquerosa, lograron engañar a dirigentes de la Dirección Nacional, convirtiendo a un hombre honesto, de conducta personal y política intachable, en el más faláz de los antisociales. Con esta treta, sacan a Luís Acosta de la jugada y colocan ellos a su delfín. Por supuesto, que era la única manera, de burlar la orden referente a los ganadores, dada por el líder.

Este camarada que no presenta ningún tipo de mácula o expediente, ni mucho menos deuda o encuentros con la justicia, en sus más de 50 años de vida, no solo se le arrebato la candidatura, también se le pretendió dañar su moral. Resulta increíble que Luís Acosta no presente ningún tipo de sombra en los registros de los tribunales de justicia del país, pero aparezca señalado en el partido y que todavía no se haya dado por aclarada su situación.

Estas cosas tan decepcionantes, han ocurrido en nuestro partido y ya es hora de que no sucedan más. ¿Que motivación pudiera tener un dirigente de base cuando ve que suceden cosas como estas? Todo esto, pudiera conllevar a instaurar la idea, de que no es importante el trabajo allá abajo, con el pueblo, sino la practica del lobby. Lo cual es fatal para las pretensiones electorales de cualquier organización partidista.

El llamado humilde que me tomo el abuso de hacer, es a que nos revisemos todos. Porque nuestra revolución es el reflejo de nuestra conducta, de nuestra moral, de nuestras disposiciones y capacidades. Si no nos proponemos elevarnos, en estos aspectos, la calidad revolucionaria se va ver en entre dicho.

Lcdo. Pedro Figueroa
PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM


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Pedro Figueroa


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