El tráfico de Maracaibo se congestiona sobre el asfalto electorero

No hay argumentos que valgan en cuanto al tránsito de Maracaibo se refiere. Una protesta en medio de una avenida, una calle bloqueada, son  hechos coyunturales que ciertamente agravan aún más el tráfico vehicular en un momento determinado, pero el núcleo del asunto, las razones verdaderamente estructurales de ese congestionamiento se desplazan a toda velocidad, sobre el asfalto de las promesas político-electorales que nunca se cumplieron y ni se han cumplido en este municipio.

      Es muy común  señalar o justificar que Maracaibo está congestionada porque, en alguna vía o sector, hay una manifestación o algún organismo repara o rompe algo ¡Mentiras!, esta ciudad se satura de vehículos porque siempre ha sido víctima de gobernantes inescrupulosos que prometieron y prometen villas y castillos en las campañas, y después que toman posesión se olvidan del pueblo.

      Hicieron gestiones basadas en las mentiras de las lucecitas, las brochas, la pintura y una millonaria campaña publicitaria que se encargaba de meterle en la cabeza a la gente que hacían un gobierno extraordinario, y ahora el pueblo sufre las consecuencias. Ya ellos no están ¡Claro!, pero se llenaron los bolsillos.

      Todos los gobiernos que han pasado por la municipalidad son responsables de semejante desastre. No hicieron calles y avenidas nuevas, no se liberaron los tapones de las vías de mayor tránsito automotor, no hicieron trabajos de infraestructura en un municipio que avanza a pasos agigantados, pero que debido a esa ineficiencia y falta de gestión está horriblemente intransitable. Y todos tuvieron la oportunidad y los recursos para hacerlo, pero no lo hicieron. Menos lo hará una alcaldesa como Eveling Trejo de Rosales, a quien se le puso piche el perfume de mujer con aroma de Rosales del que tanto se ufanó en la campaña electoral, y actualmente la gente no le puede ver ni la base facial ni el labial ni la sombra de ojos, porque nunca da la cara.

      De modo, que cuando usted se dirija al casco central, por ejemplo, no se moleste con el conductor que asoma la trompa del auto y trata de incorporarse en la calle o avenida, porque él no es el culpable, ese ciudadano tiene derecho de transitar ese sector, la culpa es de esos dirigentes que se burlaron de nosotros, que nos creyeron estúpidos.

      Con la mayor desfachatez, esos políticos se la pasaban haciendo corredores viales, una figura que no es más que un truco utilizado por los gobernantes para burlarse de la agente, ¿qué es un corredor vial?, un corredor vial es un tramo de calle con las aceras y los brocales pintados de amarillo, en el mejor de los casos pavimentadas; porque a veces ni siquiera eso, solo tapan algunos huecos, pero es la misma vía angosta, infuncional, es decir, pura bomba publicitaria, pura falsedad, eso está perfectamente demostrado.

      No se puede, amigos lectores, buscar a los responsables donde no están; cuando usted esté en su vehículo clavado en tremenda cola, no miré a otra parte, recuerde las fotos, las tarjetas y los óvalos que rellenó en su respectiva mesa de votación, fíjese bien para que vea y verá que, en efecto, es allí donde se encuentran. Y esto no es cuento de carretera.

albemor60@hotmail.com



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Alberto Morán


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